#Prendasconhistoria El Bikini como revolución de la expresión femenina
Este mes dedicamos espacio a repasar una de las prendas más icónicas dentro de la evolución de la mujer y sus libertades: el bikini. Una prenda que toma su nombre de la Guerra Fría y que supuso toda una revolución dentro de la estética de la moda de baño. ¿Quieres descubrir su reivindicativa historia?
El origen del «bikini»
Encontramos prendas similares a los bikinis ya en la cultura clásica Romana aunque el tipo de uso no se conoce con plena certeza. Sin embargo, la evolución de la sociedad resguardó a la mujer y la moda de baño no fue para menos.
En una cultura donde los primeros trajes de baño se basaban en un vestido corto con pantalones en tonos oscuros que constaban de un vestido corto sobre pantalones, normalmente en colores oscuros, en 1946 Louis Réard lanzaba al mercado una prenda llamada bikini que tuvo un gran rechazo por parte de la sociedad.
Un nombre con conciencia
El nombre se debe al atolón polinesio de Bikini, donde Estados Unidos había llevado a cabo pruebas nucleares en plena Guerra Fría. Una formación de coral en medio del Pacífico que acabó destruyendo toda la riqueza natural de la zona.
¿El motivo? El diseñador quiso recordar ese vacío y desnudez que provocaron las pruebas nucleares.
De hecho, para ese primer modelo decidió optar por un estampado similar a las páginas de los tabloides de la época en homenaje a todas las palabras que se había escrito sobre las pruebas en los periódicos de a época.
El boom al bikini
Si bien esta nueva prenda se creó oficialmente en los años 40, no sería hasta dos décadas más tarde cuando la sociedad estuvo preparada para ella. No en vano, en un inicio fue un símbolo de protesta frente a los valores culturales de la época, desafiando la moral.
Es más, se sabe que tras el concurso de Miss Mundo de Londres en 1951, se prohibió el bikini en algunos países como España o Italia por su contenido pecaminoso.
El rechazo al bikini
El conjunto de Réard fue lanzado junto con la bailarina de cabaret Micheline Bernardini porque no fue capaz de encontrar una sola modelo que quisiese lucir la prenda para su lanzamiento. Se trataba de un gran contraste con la moda de baño que evocaba a Hollywood en sus diseños y que en aquel momento estaba de plena tendencia.
En realidad la novedad era la reducción de la tela, ya que la ropa de baño de dos piezas ya era común en los años 20 en Europa y Norteamérica. Sin embargo, el bikini prescindía de todos esos elementos ornamentales que tapaban el cuerpo de la mujer como en el caso de los volantes que ocultaban la figura real.
Poco a poco actrices, cantantes y modelos comenzaron a utilizar el bikini, extendiendo su popularidad y mejorando la aceptación entre el público. Además, la prensa comenzó a hacerse eco gracias al tirón que suponía sacar imágenes del bikini entre sus contenidos.
Además, la escasez tras la segunda Guerra Mundial, favoreció la popularidad del bikini debido a ese ajuste en los recursos (incluso se dice que algunos gobiernos lo fomentaron para combatir la sensación de escasez).
La aceptación del bikini
Si bien habitualmente se nombran personalidades como Marilyn Monroe o la Miss Italia Lucía Bosé ayudaron a que el bikini ganase aceptación, casi todos los expertos apuntan a Ursula Andress como gran responsable de su aceptación.
Esa salida espectacular (de aquella) de la actriz del agua en bikini en la película «Agente 007 contra el Doctor No» de 1962 cortó la respiración del público que terminó por enamorarse de las posibilidades estéticas que permitía la prenda.
Un poco antes, en los años 50, Brigitte Bardot fue clave en su popularidad luciéndolo en la playa y generando su consecuente escándalo.
Desde entonces hasta ahora su popularidad no ha hecho más que aumentar a medida que la figura de la mujer se convertía en un reclamo publicitario y a medida que la libertad llegaba poco a poco a la sociedad moderna.
El bikini moderno
Desde ese primer modelo que provocó tantas protestas hasta ahora, el bikini ha ido evolucionando según las tendencias de cada momento hasta desbancar a los bañadores que ahora parecen intentar reclamar de nuevo su espacio dentro de la moda de baño.
Así, en los años 70 se introdujo el bikini tanga, gracias a la influencia brasileña, mientras en los noventa el tiro alto fue un imprescindible de diseño, recordemos a las grandes Claudia Schiffer o Cindy Crawford a este respecto.
Hoy en día encontramos gran variedad de estilos y tejidos que evocan un mix de todas las tendencias anteriores según el gusto de la persona, pero, sin duda, el bikini llegó para quedarse.