#PrendasconHistoria Alpargatas, de calzado popular a la pasarela de moda
Las alpargatas son ese tipo de calzado fabricado con fibras naturales; de forma que el hilado se suele realizar con pelos, algodón, pieles o lonas y la parte de la suela suele estar compuesta por yute, esparto, fique o cáñamo. ¿Sabes de dónde vienen y cómo han cambiado a través de los años?
Las alpargatas o esparteñas son un tipo de calzado que nos acompañada desde hace milenios y que ha pasado generación tras generación hasta convertirse en un elemento básico del fondo de armario y, cada año, podemos ver cómo las firmas de moda se apoderan de ellas para darles un toque personalizado e innovador.
El Origen de la Alpargata
Las alpargatas tienen un origen difuso, ya que se han encontrado restos arqueológicos en distintas partes del mundo. Se cree que las alpargatas fueron una evolución de las sandalias utilizadas en el Antiguo Egipto; un periodo que va entre el año 3200 a. C. que acabó en torno al año 31 a. C., con la conquista del Imperio Romano.
De hecho, la idea más extendida es que durante este periodo final pudieron surgir como una alternativa a las sandalias egipcias. Hay que tener en cuenta que la sandalia era muy cómoda, pero durante los primeros momentos del imperio romano los dedos del pie femenino eran eróticos y, por tanto, no estaba bien visto irlos enseñando.
Dentro de la Península Ibérica, Granada parece haber demostrado que este calzado también se había extendido porque se han hallado sandalias de esparto en la Cueva de los Murcielagos, Albuñol, datadas entre los años 3.500 y 2.700 a.C.
Poco a poco, las alpargatas se fueron desarrollando a lo largo del mundo. Por ejemplo, aunque los Jesuitas reintroducirían las alpargatas dentro de la conquista de América, se sabe que ya se utilizaba un calzado similar antes del contacto con los europeos.
La Alpargata y la cultura Española
No hace falta pensar mucho para darse cuenta de que las alpargatas nos acompañan desde hace mucho tiempo y que han gozado de gran popularidad; no en vano, basta con echar un vistazo rápido para ver que forman parte esta a de muchos trajes típicos de distintas regiones de España como Aragón, Cataluña, Valencia o Euskadi; exactamente como ocurre en la zona más al sur de Francia y en distintos lugares de América del Sur.
Como hemos dicho, las alpargatas también se conocen como espadrilles, especialmente en España y en el Sur de Francia; una palabra que tiene un origen bastante más nuevo que estas primeras pistas de las alpargatas en el mundo. «Espardiles» proviene de la palabra catalana «espardenya», que designaba unos zapatos de lona con suela de cuerda enrollada utilizadas por los campesinos del siglo XIV en la zona de Los Pirineos.
De hecho, se cree que el ejército del último rey godo, Don Rodrigo, las utilizaron en los largos recorridos para hacer frente a los musulmanes por distintos detalles en escritos. También en torno al 1300, los soldados de la Corona de Aragón las utilizaban de forma habitual. Sea como fuere, pronto fueron muy populares entre los campesinos, popularizando el calzado.
La modernización de la Alpargata
El siglo XX supuso toda una revolución social, industrial y, por ende, del mundo de la moda. Así, las alpargatas se reinventaron y se fueron convirtiendo en un calzado práctico y cómodo, perfecto para las zonas y momentos de más calor debido a ser un calzado fresco que permite la ventilación.
Durante los años 50, las grandes iconos de Hollywood utilizaron zapatillas de esparto en varios largometrajes y anuncios. Por ejemplo, Grace Kelly utilizó espadrilles de coral en High Society (1956) y espadrilles negras con una blusa y shorts en la película de Hitchcock titulada To Catch a Thief (1955).
Poco a poco, las grandes pasarelas se fijaban en este calzado que ganaba popularidad a nivel mundial y muchos querían tener sus alpargatas en casa. Siguiendo con España, era habitual ver a personajes influyentes como los pintores Picasso y Dalí trabajando en alpargatas.
Hubo un punto clave en la historia de la alpargata en la década de los años 70 gracias al diseñador Yves Saint Laurent, de la mano de Lorenzo Castañer; quien también desarrollaría alpargatas específicas para firmas de renombre como con Jean Paul Gaultier a finales de los años 80. En este caso, el boom se produjo tras lanzar un modelo de alpargata con tacón que conquistó las pasarelas de París.
Como punto icónico, Diane Keaton en Play It Again, Sam (1972) utilizó unas alpargatas de tacón de cuña con calcetines grises y vaqueros cortos. El apoyo de los personajes públicos a las alpargatas terminaron de asentarlas dentro del mundo de la moda y la sociedad consiguió convertirlo en un must have, permitiendo una gran proliferación de modelos, cortes, tejidos y diseños.