#PrendasconHistoria De Plissé y faldas plisadas
Los vestidos y faldas plisados llevan colándose entre las tendencias los últimos años. En realidad el tejido plissé es un clásico que ayuda a formar un buen fondo de armario con orígenes mucho más remotos de lo que puedas imaginar. Repasamos la historia del plissé y los tejidos plisados.
Antecedentes del Plissé
Por mucho que queramos asignar los inventos a la modernidad, el tejido plisado nos acompaña desde tiempos remotos. Un ejemplo, en el antiguo Egipto la ropa plisada era símbolo de dignidad y respeto; por ello, era habitual que fuese utilizado por las élites de la sociedad, como reflejan los vestidos Egipcios encontrados en el Valle de los Reyes.
En esa época, la creación del tejido no era del todo sencilla. El pliegue se conseguía mediante un proceso por el cual el tejido (generalmente de lino traslúcido), se introducía en una solución con una especie de goma líquida y se prensaba dando la forma con objetos de gran peso.
Por tanto, la historia del plissé no es nueva y parece que siempre ha estado relacionada con la elegancia. Incluso, se han encontrado prendas similares a una bata plisada que datan en torno a los siglos 2000-1960 AC.
El origen de los vestidos plisados modernos
Oficialmente, la primera patente del plisado corresponde al español MARIANO FORTUNY quien, probablemente inspirado en estos tejidos egipcios, investigó para conseguir el pliegue de las telas con una técnica especial que dio lugar a un plisado.
Ese tejido daría lugar al vestido DELPHOS que puedes ver en este apartado y que fue presentado en 1907. Como ves, el plisado aportaba un toque elegante, pero aún era bastante más tosco de lo que permitió la evolución te la técnica en los años posteriores. Finalmente, patentó su tejido plissé, conocido como fortuny en 1909.
Muchos diseñadores desarrollaron tejidos plisados los años siguientes como Madame Grès y Vionnet. No obstante, dentro del origen del plisado, no podemos olvidar a Issey Miyake, quien a lo largo de los años exploró con muchos tipos de plisados, ha sido uno de los que más culto ha conseguido a lo largo de los años porque se centró en conseguir que el plisado llegase a todas las capas sociales y que se convirtiese en un tejido de uso diario.
Gracias a esa obsesión, Miyake desarrolló distintas técnicas para conseguir el efecto plisado como la técnica Baked Stretch lanzada en 2016. Con ella, se logra un tejido de pliegues ondulantes con un pegamento especial y horneando la prenda; como el ejemplo en tono rosado que os dejamos en la imagen superior.
Dentro de la historia de la moda, el plisado comenzó desde ese momento a jugar con distintos pliegues que favorecieran el cuerpo de la mujer, dando lugar a una revolución en los tejidos más allá del propio tejido plisado. Por ejemplo, en los años 50 las faldas midi plisadas, con pliegues y vuelo fueron una gran tendencia conocida como los 50s swing dress o los vestidos oscilantes.
Momento para la historia de la moda: Marilyn Monroe
Dentro de la evolución, aceptación e hitos de la historia de la falda plisada, no podemos dejar de recordar un momento dentro de la historia de la moda. ¿Los protagonistas? Septiembre de 1954, un vestido con falda larga blanca plisada, Marilyn Monroe y el metro de Nueva York.
La elegancia del plisado obtuvo, en ese momento, un toque sensual gracias a ese golpe de aire que emergió entre las rejillas de forma sutil; dando lugar a todo un culto en torno a la feminidad del tejido plissé. Perteneciente a la película de comedia La tentación vive arriba («The Seven Year Itch» en inglés), dirigida por Billy Winder, daría la vuelta al mundo.
La escena se grabó en dos ocasiones. La más famosa fue la del metro de Nueva York porque fue abierta al público y periodistas; de ahí las famosas fotos. El problema es que el ruido de fondo era demasiado porque se acercaron más curiosos de lo esperado y al final hubo que volver a grabarlo en Los Ángeles en un set cerrado.