#PrendasconHistoria De Jerseys y Coco Chanel
Asociar el origen del jersey a Coco Chanel sería, cuanto menos, temerario. No obstante, a ella le debemos la popularización y revolución de muchas prendas como esta prenda de la que hoy repasamos su, siempre, interesante historia.
La historia del jersey va muy enlazado a el desarrollo de un tejido de lana con unas funciones muy concretas y su popularización ha conseguido transformar prendas de todo tipo como la evolución del cárdigan a la rebeca.
El jersey, un tejido Medieval
El tejido que da origen al jersey data de la época Medieval y su ubicación la encontramos en la isla de Jersey, ubicada en el Canal de la Mancha; al oeste de las costas de Normandía, en Francia. Pronto sería una tela reservada para la ropa interior masculina y así permanecería durante siglos.
El tejido se formaba por una lana sedosa y en un principio se cree que era utilizada por pescadores de zonas nórdicas europeos desde el siglo XV. Sin embargo, unas décadas más tarde estos jerseys de uso masculino se empezaron a utilizar por la Casa Real Británica. Así, comenzó a ganar popularidad y sofisticación a pesar de seguir siendo una prenda para interior.
Algunas fuentes indican que la lana que utilizaban provenía de la lana de ovejas merinas de la isla, ya que las isla era conocida por la producción de productos de lana (entre otros), pero también hay fuentes que sugieren que la lana podría haber sido importada aproximadamente alrededor del siglo XVI desde el Reino Unido; ya que era colonia británica.
La revolución del jersey
Durante el siglo XIX se utilizaron los jerseys de este tejido como prenda deportiva en el ámbito del esquí. Fue entonces cuando la prenda comenzó a llamarse sweater o suéter, en castellano (derivador de sweater que significa el que suda).
Sin embargo, será Coco Chanel la encargada de revolucionar la historia de un jersey ampliamente popularizado ya en la época como prenda interior masculina. Sería a partir de Febrero de 1916, cuando Gabrielle Chanel realizó la presentación de su primera colección en otoño, con un compendio de prendas y chaquetas deportivas fabricados en tejidos que bailaban entre la lana y el algodón.
Por primera vez el jersey pasaba de se una prenda interior a combinarse con una prenda exterior y, además, se consolidaría también como prenda para mujeres.
Precisamente, esta colección sería la que la asentaría como diseñadora con unos diseños que aparecieron en la revista Vogue y que ganaron tanta fama que para 1918, abrió su casa de moda con más de 300 empleados en uno de los barrios más lujosos de París.