Cómo cuidarte según tu ciclo menstrual
Como sabes, el ciclo menstrual femenino pasa por distintas fases a lo largo del mes donde se producen distintos cambios en el organismo de la mujer que se reflejan en distintos ámbitos como en su estado de ánimo, en el apetito o en la condición de la piel. Cada mujer sufre distintas consecuencias para cada una de las fases, pero, en general, hay algunos cambios biólogicos que suelen producir síntomas comunes y a los que es importante prestar atención para potenciar el bienestar interior y exterior.
Así, el cerebro determina los cambios de fases en los que se reorganiza nuestros órganos genitales como ovarios, úteros, mamas, etc. Básicamente nuestro cuerpo se prepara para tener la capacidad de dar vida, expulsando el óvulo a mitad del ciclo. Cuando el embarazo no ocurre, se desecha todo el camino andado para comenzar de nuevo y asegurar los mejores nutrientes en el siguiente ciclo. Un ciclo que termina con el sangrado vaginal, más comúnmente conocida como regla. No en vano, tanto mujeres como hombres somos cíclicos y, como tal, nuestras emociones se ven alteradas y las necesidades de nuestro cuerpo para estar en buenas condiciones también son diferentes.
Conocer nuestras fases, nos ayudará a cuidar nuestro cuerpo en base a las necesidades y nos ayudará relacionarnos con nuestro entorno desde la inteligencia emocional y no solo desde el punto de vista visceral.
Fases de la menstruación
Para entender cómo debemos cuidarnos según el momento del ciclo en el que nos encontremos, es interesante conocer las fases por las que pasa nuestro ciclo. Debemos tener en cuenta que el ciclo menstrual se refleja de forma distinta en cada mujer e, incluso, dentro de una misma mujer los síntomas irán variando a lo largo del tiempo. De hecho, se conocen más de un centenar de síntomas asociados a la menstruación, aunque los más comunes sean la inflamación o el dolor abdominal; la hinchazón del cuerpo como piernas o brazos suele también estar asociado al ciclo de la menstruación y, por ello, también es una afección que afecta más a mujeres que a hombres como normal general.
Así, debemos distinguir 3 fases básicas:
- Folicular. Coincide con el primer día de la regla y dura hasta hasta la ovulación. Coincide con niveles de estrógenos altos porque se produce un estímulo de las hormonas para que se recluten nuevos folículos que serán los que alberguen el óvulo que aumentan esos niveles de estrógenos.
- Ovulación. En esta fase se da la liberación del óvulo en el ovario por la rotura del folículo que libera el óvulo; suele tener lugar a mitad del ciclo, en torno a los 15 días. Los niveles de estrógeno alcanzan su punto máximo para comenzar a disminuir. Es la fase más corta del ciclo menstrual.
- Lútea. Esta fase sucede entre la ovulación y el inicio de la menstruación siguiente, el cuerpo está preparado para un posible embarazo, aumentando los niveles de progesterona que se reducirán después. Si el óvulo es fertilizado, la progesterona del cuerpo lúteo ayudará como soporte al embarazo, mientras que sino ha sido fecundado la caída de estrógenos y de progesterona acabará en ese sangrado. En esta fase se recomienda incrementar el consumo de grasas saludables como los frutos secos y evitar algunas sustancias como la cafeína.
El aumento de estrógenos en ciertas fases del ciclo nos ayudarán a sentirnos mejor con nosotras mismas, ya que actúan como neurotransmisores positivos de las emociones. De esta forma, estamos más equilibradas emocionalmente y la hora de relacionarnos con el entorno; repletas de energía. Sin embargo, cuando se produce una caída de ellos al pasar la ovulación del ciclo (donde encuentran su punto máximo), nos topamos con una fase anímicamente más reflexiva y calmada; dando lugar a un estado emocional más fácil de alterar irritable e inseguro, llegando a tener problemas de concentración.
Cuidados en el ciclo menstrual.
El síndrome premenstrual afecta a cerca del 80% de las mujeres, aunque solo entre un 5-10% ven impedida su vida diaria en base a su ciclo menstrual. No obstante, todas las mujeres ven cómo su estado anímico y la condición de su piel se ven alteradas según la fase de su ciclo menstrual. Por ejemplo, es muy común que durante la regla estemos más receptivas al dolor; por ello, aunque depilarse entre la bajada de la regla hasta la ovulación es lo más beneficioso según muchos especialistas, al estar más receptivas puede hacernos sentir más molestias o producir una mayor reacción de la piel.
También durante la menstruación tenderemos a retener más líquido, por lo que incluir una dieta con alimentos drenantes como el té verde o controlar la hinchazón con masajes drenantes como la presoterapia, puede ayudarte a sentirte menos hinchada en estos días del ciclo.
Respecto a la piel, pocos días antes de la bajada de la regla y durante ella, suelen aparecer las mayores imperfecciones de la piel como los brotes de acné; por ello, estas suelen ser buenas fases para realizar limpiezas faciales que permitan una buena oxigenación e higiene, sin proliferación de bacterias que potencien estos brotes. Esto se debe a muchos factores, pero uno de ellos es que la bajada de progesterona da lugar a un incremento de la producción de sebo que puede dar lugar a más puntos negros, granos puntuales o, incluso, brotes acnéicos.