Descuebrimos la decoración hygge: la felicidad llama a tu puerta
El hygge es una palabra de origen danés que no tiene una traducción literal en castellano, pero vendría a ser algo similar a conseguir una sensación de bienestar y confort absoluto.
El estilo hygge en decoración, para ser más específicos, se basa en el bienestar de las personas a través de la creación de un entorno sencillo y que transmita paz y tranquilidad.
La búsqueda de esa felicidad es el principal fin de cada detalle en este etilo decorativo, buscando crear un ambiente calmado y relajado que te ayude a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
Básicamente este estilo decorativo sigue las siguientes máximas, que casi se convierten en una forma de vida para aquellos que siguen fielmente las recomendaciones del Hygge:
De estética encantadora, simple, natural y casi rústica, el estilo hygge se ha colado en muchos hogares sin que los inquilinos se diesen si quiera cuenta.
Mucha gente asocia esta tendencia con el gigante IKEA y, aunque muchos de sus diseños encajan con lo que nos propone esta tendencia, hay una variedad mucho más amplia dentro de este estilo, teniendo como base central el diseño de corte escandinavo.
El estilo nace como una rama más dentro del movimiento moderno de mediados de siglo XX por lo que sigue buscando en todo momento el aspecto funcional y minimalista, con colores uniformes y contrastes suaves donde hay un claro equilibrio entre los elementos naturales e industriales, tan de moda últimamente.
De nuevo los colores claros, blancos, beige y grises se alzan como ganadores en este estilo, con versatilidad para combinarlo con otros elementos.
Los mueble son muy contemporáneos, funcionales y con un toque de confort y elegancia. Se busca un estilo cálido dentro de la sobriedad que aportan los toques industriales.
El fuego juega un papel importante, ya sea mediante velas o con chimeneas siempre que el espacio lo permite, por ejemplo.