Consejos para una mejor salud visual
A menudo nos preocupamos por nuestra salud, sin dar la importancia necesaria a nuestra visión, uno de los sentidos más importantes. Los ojos son el principal sentido que permite recoger la información del entorno y nos ayuda a relacionarnos con él; a su vez, es uno de los sentidos más delicados y que requieren mayores cuidados debido a la complejidad que requieren los órganos implicados en la visión.
Debemos incluir en nuestra rutina una visita periódica con un especialista para asegurarnos de que tenemos los problemas de visión controlados; la periodicidad dependerá de factores como la edad o el tipo de problema de visión que se sufra, pero sobre todo es recomendable una visita anual en el caso de los menores de 12 años que están en pleno desarrollo de su visión, así como a partir de los 40 años cuando comienzan a surgir distintas patologías asociadas a la vista, como la vista cansada.
Cuida la alimentación
Para mantener una visión a pleno rendimiento es importante cuidar lo que se come. En este sentido, los expertos recomiendan incluir vitaminas A, C y E junto con antioxidantes y magnesio.
La Vitamina A mejora la salud de las células implicadas en la visión, por eso es importante incluir en la dieta alimentos como las zanahorias, la col, el brócoli o el melón. Por su parte, para colmar el organismo de Vitamina C y magnesio se recomienda incluir alimentos como acelgas, canela, espinacas o melocotón seco en nuestra dieta.
Mantén la hidratación y protección
Los ojos también deben mantenerse hidratados, bebiendo la cantidad de agua necesaria al cabo del día e, incluso, se pueden emplear gotas para ayudar a las lágrimas naturales para que puedan mantener los ojos con la humedad requerida para un buen estado de salud visual.
Existen muchos elementos que pueden ayudar a mantener la humedad en los ojos, como humidificadores, especialmente en verano donde el uso de los aires acondicionados reseca en exceso nuestro cuerpo a nivel global.
Para proteger la vista del sol y agresiones diarias como el viento o pequeñas partículas que lleva el viento, es interesante utilizar gafas de sol, ya que la radiación genera daños en la retina, tanto en verano como en invierno. En este sentido, es interesante buscar gafas con cristales homologados, ya que existen gafas con cristales de baja calidad o plástico que pueden dañar la visión y no estar preparados para filtrar rayos solares.
Uno de los elementos que perjudican la visión y que a menudo pasa desapercibida es la adicción al tabaco, ya que el humo y el calor causan enrojecimiento y sensibilidad en la visión.
Cuidado ocular en nuestro día a día
Como hemos indicado, es importante realizar visitas periódicas al especialista, así como mantener una buena higiene ocular, evitando frotar los ojos con las manos que habitualmente contienen muchas bacterias y que pueden llegar a causar infección.
Del mismo modo, existen ejercicios de relajación ocular para los días de mayor estrés mediante masajes suaves en la zona ocular y alrededor con movimientos circulares, así como forzar el cambio de enfoque de cerca a lejos para relajar la vista cuando la estamos forzando frente a la pantalla del ordenador, por ejemplo.
Hablando de pantallas, es importante mantener la distancia correcta para evitar causar daños en la visión, así como verla siempre con luz de fondo en la sala y evitar verla demasiadas horas al cabo del día. Por ejemplo, un televisor de 46 pulgadas debe estar a una distancia de unos dos metros y medio.
Del mismo modo, busca la iluminación adecuada para la actividad que realices, como leer, cocinar, estar frente al ordenador, etc. de forma que la iluminación sea lo más global posible para no forzar la visión, lo que se traduce en fatiga y daños en la visión a largo plazo.