Trucos para organizar una mudanza sin perder los nervios
Trasladarnos a un nuevo hogar es una sensación reconfortante: nuevo entorno, nueva vida, nuevo barrio, nuevos vecinos… experiencias que revitalizan y más si es a mejor el cambio. Sin embargo, hay un “pero” importante en todo esto… La mudanza. No hay ser en el mundo que lleve bien una mudanza: trasladar trastos que nos hacen replantearnos lo inútil de muchos de ellos, cargar peso, organizar el traslado, pintar, reformar etc. Tareas que resultan la pesadilla de más de uno.
Pero no todo tiene que ser estrés e inconvenientes, disponemos de diferentes trucos a nuestro alcance que van desde acudir a un préstamo para cambiar de casa hasta elegir y alquilar la furgoneta adecuada.
Saca el mejor precio de la venta de tu otra casa
Uno de los máximos inconveniente de una mudanza es que necesitas de un dinero que previamente pasa por poder vender tu anterior casa.
Esta situación conlleva que en algunos casos asfixiados por los nuevos costes o simplemente por las prisas de acabar cuanto antes con esta transacción, vendamos nuestra anterior casa a un precio más bajo de lo que podríamos obtener si nos esperamos a que mejoren las perspectivas de venta o encontremos un mejor postor.
Gracias a los préstamos hipoteca puente, podemos obtener adelantos por la venta de la casa mientras esta no se venda y liquidar los gastos ocasionados una vez consigamos desprendernos de ella, sacando beneficios de la transacción.
Empaqueta organizadamente
Cuando vemos cajas vacías ante una mudanza nos volvemos locos y empezamos a meter cosas en ellas sin ton ni son. Hecho que produce tanto roturas como un enorme caos a la hora de desempaquetar… “¿Dónde está esto?, ¿Y esto otro?”, preguntas que se pueden evitar si en vez de empaquetar basándonos únicamente en el espacio disponible en la caja, lo hacemos según habitaciones: cajas con elementos de la cocina, baño, dormitorio etc.
Respecto a proteger nuestras cosas, debemos procurar que lo delicado vaya en las mismas cajas, recubierto de plástico de burbujas y con la denominación de “frágil” para evitar una manipulación inadecuada.
Otro truco que protege nuestras cosas es evitar que queden huecos recubriéndolos con paños, mantas, o ropa. De esta forma los objetos no se moverán en su interior y no chocarán produciendo roturas.
Deshazte, vende o recicla lo que no uses
No caigas en el mismo error de acumular aquello que llevas años sin usar. Una mudanza es un momento excelente para renovar inventario y cambiar de aires por lo que aquello que no estimes o que tengas olvidado desde hace años en el fondo de un cajón, probablemente acabe de igual forma en la nueva casa.
Evita trasladar estos enseres innecesarios desprendiéndote de ellos, ya sea organizando un pequeño mercadillo (que, a día de hoy gracias a las aplicaciones para ello, puede ser online) o regalándolo o simplemente reciclándolo en su contenedor apropiado.
Elige y alquila la furgoneta adecuada
No te guíes sólo por el precio. Piensa que cada viaje que ahorres, menos desgaste y menos gastos en gasolina, desplazamientos etc.
Cuanto más alejado esté de un punto a otro tu nueva vivienda respecto a la anterior, más te compensa alquilar una furgoneta de mayor amplitud. Tampoco consiste en alquilar un tráiler, pero sí en considerar furgonetas de capacidad suficiente (6-10 m2) como para albergar los objetos de un piso de 20-30 m2 o que en dos viajes nos resuelva el inconveniente.