#PrendasconHistoria Del Cárdigan a la Rebeca
Hablar del origen de lo que hoy conocemos como rebeca o cárdigan supone hablar de historia, cine y prendas icónicas para todos los grupos sociales. Ese jersey o suéter abierto por la parte delantera que tantas temporadas nos ha acompañado y al que hoy rendimos nuestro particular homenaje.
Oficialmente, se describe a la rebeca o cárdigan como una chaqueta de punto abierta por la parte delantera que se puede cerrar con botones o cremalleras; siendo los botones la forma más clásica de la prenda.
En la actualidad, una chaqueta de punto puede estar confeccionada con tejidos variados, tanto naturales, como el algodón o la lana, o sintéticas, como el poliéster, la fibra acrílica, la microfibra o la nanofibra. Hoy nos adentramos en los orígenes de la prenda.
De la chaqueta de punto al cárdigan
El origen de la chaqueta de punto se remonta al siglo XVII. Se trataba de una prenda común entre pescadores británicos y franceses; una chaqueta, de lana principalmente, abierta por la parte delantera y abotonada para adaptarse al cambiante clima marino, especialmente en los días fríos.
Más adelante, la prenda sería utilizada en el ámbito deportivo universitario de la Universidad de Harvard en torno a 1865, cuando el equipo de béisbol popularizó su uso incorporando sus señas de identidad y consiguiendo que fuese aceptada por campus de todo Estados Unidos.
La palabra cárdigan tiene un origen bastante más bélico con James Thomas Brudenell (16 de octubre de 1797 – 28 de marzo de 1868), el séptimo conde de Cardigan, para ser exactos. El Séptimo conde de Cárdigan era un teniente general de carácter complicado que formaba parte del ejército británico; gracias a su relevancia y que acostumbraba a utilizar la prenda, al final la chaqueta de punto de estas características terminó por llamarse Cárdigan.
Del Cárdigan a la Rebeca
Las chaquetas de punto ya aparecen de forma regular entre los jugadores de tenis, de ambos sexos, en la década de 1910. De esta forma, se empieza a asociar a un estilo cómodo, informal y de sport que pronto cobraría auge en todos los rincones de la vida cotidiana.
Coco Chanel fue una de las encargadas de conseguir que la prenda no cayese en el olvido, durante la década de 1920, hasta el punto que en los años 30 los cárdigans ya eran una prenda popular y de uso habitual, tanto en la moda masculina como en la femenina.
El cambio de nombre de cárdigan a rebeca es, ante todo, cinematográfico. La película Rebeca de Alfred Hitchcock de 1940, basada en la novela homónima de Daphne du Maurier, es la gran responsable de asignar al cárdigan una nueva nomenclatura popular: la rebeca, en honor al nombre de la película cuya protagonista fue interpretada por la bellísima Joan Fontaine.
La novela había tenido gran éxito y se había traducido a varios idiomas, por lo que tras la película, se popularizó llamar al cárdigan Rebeca, ya que era parte fundamental del vestuario de Fontaine en el personaje.
Diferencias entre el cárdigan y la rebeca
En la actualidad, existen diferencias de diseño entre el cárdigan y la rebeca que es interesante comentar para entender el desarrollo y evolución de la prenda.
Hoy en día, el cárdigan se asocia a una chaqueta con apertura delantera fabricada en lana grueda y sin cuello o solapa, mientras que la rebeca se asocia a un tejido de punto más fino. Por ello, los botones de los cárdigans suelen ser también de mayor tamaño que en el caso de las rebecas.