#PrendasconHistoria De Calcetines e inventos prácticos
Los calcetines son un complemento básico de nuestro tiempo que nos acompaña en casi todos los estilos para proteger los pies de agresiones como el frío en invierno o las incómodas rozaduras con los zapatos en cualquier momento. Hoy dedicamos espacio a conocer más de cerca este gran aliado que nos acompaña pasando desapercibido, pero al que debemos mucho en nuestra rutina diaria.
Origen del calcetín
Hablar sobre quién fue el inventor de los calcetines parece absurdo si tenemos en cuenta que se encuentran prendas con la función de proteger los pies del frío ya en el Neolítico, fabricados con pieles de animales con los que se enrollaban los pies y tobillos; no dejando claro pues si hablamos del origen del zapato o del calcetín.
La industria del calcetín como tal está fechada en el año 256 a. C. en Egipto. Como sabemos por tumbas encontradas y estudiadas, se fabricaban en ganchillo y tenían dos partes básicas: una para cobijar el dedo gordo y otra para proteger el resto.
Hacia el siglo 8 a.C. el calcetín comienza a propagarse gracias a la antigua Grecia como indica el griego Hesiodes al escribir sobre unos calcetines llamados “sykhos” de pelo de animal usadas por mujeres. Se trataba casi más de vendas enrolladas en el tobillo que de calcetines propiamente dichos.
Época romana
Inspirados en los bárbaros, los romanos incorporarían los calcetines llamándolos “soccus“ a su atuendo habitual más tarde, en el siglo II d. C., de forma que antes de esta época no utilizaban nada entre pie y sandalia. Se fabricaban en cuero, cuero blando, tela e hilo trenzado. Se trataba de tiras de tejido de lana que enrolladas del tobillo arriba hasta media pierna.
A partir del calcetín romano se empezaron a elaborar calcetines con patrón, y se tiraba de ellos con fuerza para poder enfundarlos en el pie porque no eran elásticos.
De Roma y gracias a su imperio, llegó a las islas británicas y a otras partes de su territorio hasta que los británicos le dieron el nombre con el que se conocen hoy en día “sock”.
Extensión del uso del calcetín
Dentro de la historia del calcetín, cabe destacar los siglos X y XI cuando los hombres comenzaron a utilizar calcetines largos, parecidos a las medias, para protegerse de rozaduras y frío debajo de la armadura. De hecho, esa función protectora se propagaría en países europeos como España o Gran Bretaña fue utilizada por la nobleza para proteger el pie y los tobillos.
A partir del siglo III se utilizaron principalmente el punto de aguja y el ganchillo para elaborar los calcetines, ya que hasta el siglo VIII se fabricaron de forma artesanal, de forma que empezaron a ser manejables y elásticos.
Por su parte, en el siglo XIV, empezaron a mejorar su diseño con prendas más cortas y ajustadas que mejoraban la comodidad y el confort.
Producción masiva del calcetín
Llegó el siglo XVI y el reverendo inglés William Lee dio un giro a la historia del calcetín, creando la primera máquina para hacer calcetines de lana, algodón y seda en distintos tonos. Una industrialización que permitió la llegada a bajo coste para el gran público, terminando de asentar la prenda.
Fue en esta época cuando las marcas buscaron la diferenciación en diseños, con lazos y adornos en la parte superior del calcetín, de forma que la prenda comenzó a diferenciar gustos y clases sociales, reservando la seda para la nobleza y las clases pudientes.
La fibra artificial transformó la industria del calcetín; hasta finales del XIX el 88% de medias y calcetines se hacía de algodón, un 11% de lana, y un 1% de seda. Mientras que 1929, el 99% ya se fabricada con fibra artificial como el rayón o la seda artificial.
En 1930 por fin se inventó otra máquina para confeccionar calcetines que era capaz de producir los calcetines de una sola pieza.
El calcetín en la era moderna
En la actualidad, el uso del calcetín es masivo y no se distingue por género. Encontramos todo tipo de diseños y tejidos, y, gracias al boom de las zapatillas, es una pieza clave de nuestro armario.
Los diseñadores han creado distintos modelos para distintas necesidades y el algodón es uno de los materiales más valorados en su composición, lo que ha ayudado a que su uso sea básico en la sociedad actual con distintos modelos que se adaptan a distintas necesidades, como los calcetines ejecutivos para los días más formales.
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