Eligiendo crema y serum para tu rutina facial
Cuando hablamos de rutina facial, debemos entender que el cuidado del rostro implica distintas fases y cuidados para mantener tu piel hidratada, nutrida y en buen estado.
La rutina facial diaria debe estar compuesta por fases. Tras limpiar y tonificar la piel, debes aplicar un serum y una crema adaptadas a tu rostro. Debe ser una rutina hidratante y protectora de día para que tu piel sea capaz de combatir las agresiones externas; así como nutritiva y reparadora de noche para que, mientras duermes, tu piel se recupere de las posibles agresiones sufridas.
Repasamos los mejores consejos a la hora de elegir tu serum y crema de día y de noche ara tu rutina facial.
Primeros pasos antes del serum y la crema
Antes de iniciar a aplicar cremas debes limpiar la piel de impurezas. Los resto de grasa, polución y/o maquillaje pueden ocluir los poros y crear proliferación de bacterias con nefastas consecuencias para la piel; como hemos visto en alguna ocasión.
En las sesiones de limpieza, mañana y noche, debes limpiar tu rostro con leche limpiadora o gel limpiador (dependiendo de si tu piel es más seca en el primer caso o más grasa en el segundo), incluso puedes utilizar el agua micelar.
A continuación debes aplicar el tónico para tonificar la piel y ayudar a cerrar los poros abiertos, aplicándolo a pequeños toques sobre el rostro. Además también te ayuda a equilibrar el pH de la piel y la prepara para recibir los beneficios de los activos que tenga la crema que vayas a utilizar a continuación porque ese será el siguiente paso en esa rutina diaria: la hidratación y la nutrición.
Elegir el Serum para potenciar la belleza
El tercer paso que debes incluir en tu rutina facial es un buen sérum para tratar tu piel y dejarla impecable. Puedes aportar hidratación, antioxidantes, luchar contra las machas, las posibilidades son infinitas y puedes encontrar muchas opciones en el mercado.
Los serums son de rápida absorción, con altas concentraciones de activos para tratar de la piel. Hay tantos serums como afecciones en la piel; no en vano, son productos específicos dirigidos a cubrir una necesidad concreta de la piel. Así, sus texturas también variarán dentro de su ligereza, con formatos similares a las cremas ligeras o emulsiones concentradas (más acuosas).
Hay algunos tips generales en cuanto al tipo de piel que puedes tener en cuenta a la hora de elegir tu serum:
- Las pieles secas necesitan serums hidratantes que regulen los niveles de hidratación y la capa lipídica. Por su parte, las pieles grasas deben preferiblemente buscar serums reguladores del sebo antibacterianos, además de la hidratación. Para hidratar nada como ácido hialurónico.
- Los serums reafirmantes tersan minimizando la visibilidad de arrugas y líneas de expresión, habitualmente combinados con activos ayudan a reducir los signos del envejecimiento con potentes antioxidantes como la Vitamina C. Se debe diferenciar entre los serums reparadores, para pieles más jóvenes, y antiaging para pieles más maduras que suelen llevar retinol, vitamina C o alfahidroxiácidos.
- Durante el día busca fórmulas que aporten una hidratación intensa y luminosidad, mientras que por la noche es preferible optar por serums reparadores, regeneradores, descongestivos y para desintoxicar la piel.
Cómo elegir a crema de día y noche
Para elegir la crema de nuestro rostro, debemos diferenciar entre tres tipos principales de crema: crema de día, crema de noche y crema 24 horas. Puedes buscar un tipo de crema adecuado a tus afecciones, como en el caso de manchas o flacidez, tendencia acnéica o poros dilatados, arrugas o envejecimiento de la piel, etc.
Lo primero que debes tener claro es qué tipo de piel tienes para determinar qué tipo de crema te funcionará mejor:
- Piel normal. Tu piel está hidratada, tersa y sin brillo, tiene textura regular y los poros mantienen buen equilibrio, manteniéndose medio cerrados.
- Piel seca. Obviamente está deshidratada, los poros son muy pequeños y no se aprecian brillos en la piel. No suele tener muchos puntos negros ni granitos y aparentemente está tirante. En este caso usa cremas con ácido hialurónico, por ejemplo.
- Piel Grasa. Poros abiertos, bastante puntos negros y sensación de tener grasa sobre el rostro siempre. Textura irregular y aparecen brillos con frecuencia. En este caso usa cremas que no obstruyan más los poros y que sea seborreguladora.
- Piel mixta. Tienes la cara seca, pero la frente, la nariz y la barbilla tiene aspecto de piel grasa.
- Piel sensible. Suele tener irritaciones y rojeces, normalmente en las mejillas y la nariz. En este caso evita productos agresivos
Normalmente, la crema de día está orientada a proteger la piel de agresiones diarias, incluido el sol, por lo que suelen incluir una protección SPF. También suelen mantener la piel y los poros protegidos de otros elementos como la polución o la luz azul de las pantallas de móviles y ordenadores.
Por su parte, las cremas 24 horas se pueden utilizar de día o noche y suelen tener activos hidratantes y nutritivos generales, aunque no suelen proteger de agresiones como los rayos ultravioleta; de forma que requieren siempre aplicar una crema SPF con protección extra.
Durante las horas de sueño, todo nuestro cuerpo se relaja y, al dejar de estar alerta sobre ciertos aspectos, es cuando comienza a regenerarse y repararse de todos esos daños sufridos, renovando las células y desechando todo aquello que ha acumulado durante el día. Por eso, la noche es el momento perfecto para aplicar productos cosméticos reparadores y regeneradores.
Cómo elegir el contorno de ojos
Una vez que tu piel está preparada es el momento de dar los últimos pasos. Aplicar un contorno, mejor con protector solar durante el día y reparador durante la noche; además de buscar aquel que se adapte mejor a tus necesidades (bolsas, ojeras, arrugas, etc.).
Debes tener en cuenta que la zona de los ojos requiere un tipo distinto de crema que la del resto de la cara, en esta zona los poros son más pequeños y la piel más sensible, si aplicas regularmente la crema facial en la zona ocular corres muchos riesgos de empezar a tener problemas como granos o irritaciones.
Las texturas en crema están indicadas para pieles que requieren mayor aporte de hidratación. Suelen ser elegidas por personas con pieles secas y maduras porque suelen tener activos anti-edad o lifting.
El contorno de ojos de textura fluida no es tan denso el anterior así que suele elegirse a partir de los 30 años y en pieles maduras cuando se mantienen cuidadas y sin demasiadas imperfecciones. Van bien cuando lo que se necesita es tratar los primeros síntomas del envejecimiento como líneas de expresión o finas arrugas.
Por su parte, el contorno de ojos en gel suelen ir bien para descongestionar bolsas y drenar la zona porque combaten la hinchazón; de hecho muchos de ellos los puedes meter en la nevera para que estén fríos, especialmente si son de roll-on, notarás un alivio mucho mayor.