Consejos de Belleza para Pieles Grasas
A pesar de lo terrible que es padecer una piel grasa, con constantes brillos, afecciones acenéicas y poros dilatados, es un tipo de piel bastante fuerte y resistente (también porque la piel es más gruesa por lo general) que envejece menos que la piel seca por ejemplo en cuanto a las arrugas, aunque con el paso de los años puede dar lugar a cierta flacidez.
Estos son los principales síntomas de la piel grasa:
- Poros dilatados y visibles.
- Propensión a sufrir imperfecciones como puntos negros, granitos y espinillas
- Exceso de brillos con sensación grasa al tacto en algunas o todas las zonas
- Manchas de pigmentación e inflamación causados por las afecciones de la piel
Lo primero que debes tener claro son las causas de las afecciones de tu piel, ya que no es lo mismo un problema acnéico por un problema hormonal que por una oclusión de poros. Para esto, lo mejor es consultar con un profesional de la estética que te pueda asesorar para encontrar el tratamiento adecuado para las necesidades reales de tu piel.
Las pieles grasas deben seguir una rutina de limpieza de mañana y noche para mantener a raya las bacterias, además de no olvidarse de aplicar mascarillas reguladoras de sebo una vez por semana junto con serums específicos con acciones más potentes que las cremas tradicionales. Por tanto, se puede decir que la rutina de limpieza y cuidado es la misma que para otro tipos de pieles solo que con productos específicos, pudiendo incrementar el número de mascarillas a la semana según la gravedad de las imperfecciones, llegando a tratamientos específicos más profundos que deben ser siempre controlados por un experto en el cuidado de la piel para no generar el efecto contrario al deseado.
No obstante, hay ciertos cuidados y rutinas que si tienes piel grasa debes seguir para mejorar su aspecto. Por ejemplo, en cuanto a la dieta, si bien es cierto que no hay ningún alimento que se haya demostrado que empeore el acné o genere imperfecciones, habitualmente es interesante tener controlada la bollería industrial y las grasas saturadas que solo deben ingerirse ocasionalmente y en pequeñas cantidades. Los azúcares tampoco serán buenos aliados para este tipo de pieles (ni en genral para ninguna).
En primer lugar, veremos algunos de los errores más comunes entre las personas con pieles grasas para romper con algunos de los falsos mitos que acompañan a este tipo de piel:
- No es un asunto de la juventud, los problemas de sebo pueden darse a cualquier edad y generan afecciones distintas según el momento en el que se esté.
- No es adecuado utilizar exfoliantes mecánicos (con gránulos) que requieran frotar para retirar las células muertas. Solo conseguirás extender la afección en el caso de los brotes de acné y generar más grasa por el propio roce que sobreexcita las glándulas sebáceas. Por ejemplo, puedes utilizar el ácido salicílico que está muy de moda hoy en día.
- Que nadie te diga que no te hace falta utilizar crema hidratante, ya que una cosa son los niveles de agua en la piel, lo que se conoce como hidratación, de la capa sebácea que permite mantener los niveles de humedad en la piel, pero que ni mucho menos los genera o los suple. Está demostrado que retirar la hidratación puede provocar incluso la aparición de más afecciones de piel grasa por esa falta de hidratación que genera muchos desequilibrios.
- Por el mismo motivo anterior, se deben evitar los cosméticos con ingredientes como alcohol, alcanfor o mentol por su poder a la hora de resecar la piel, ya que se segrega más grasa como mecanismo de defensa natural del propio cuerpo.
- Lejos de lo que hayas escuchado, las pieles grasas pueden utilizar aceites esenciales, pero deben ser específicos para la regulación del sebo como el de árbol de té o argán. Así mismo, para las cremas es conveniente utilizar texturas ligeras, ya que las densas tienden a generar más brillos.
Un truco al que recurren muchas personas con pieles grasas es utilizar papeles secantes para retirar el exceso de brillo durante el día, para aplicarlo sin generar un desastre en el rostro, especialmente si se lleva maquillaje, es presionar el papel en la zona grasa y luego quitarlo de la piel sin frotar para retirar el exceso de sebo.
A la hora de aplicar maquillaje, las pieles grasas deben buscar las texturas más compactas como los maquillajes en polvo dado que consigue controlar el efecto visual de los brillos con mayor facilidad. Las pieles grasas deben buscar siempre bases con acabado satinado o mate.
Si tienes la piel grasa, no olvides de poner unos polvos traslúcidos en tu kit de maquillaje para el bolso para poder camuflar los brillos a lo largo de la jornada. Sin embargo, se recomienda aplicar el polvo solo en las áreas donde realmente se requiera y sin exceder en la cantidad para evitar un efecto pegote que acabe entorpeciendo el maquillaje.
Los granos, el acné y cualquier imperfección pueden camuflarse con un corrector compuesto de minerales (evitará la oclusión y posterior aparición de más granos) y, a poder ser, con activos tratantes de la inflamación y brotes acnéicos. En cualquier caso, el maquillaje adecuado para pieles grasas debe ser no oclusivo para evitar taponar los poros y generar mayor infección o proliferación bacteriana.