Buscando el serum adecuado para ti
El sérum facial es un complemento básico para la rutina de cuidado facial diaria que se describe como fórmulas de activos altamente concentrados para impulsar la renovación y corrección de la piel; por ello, poseen acciones específicas en base al tipo de afección que se desee cubrir con él.
Habitualmente poseen una textura ligera porque tiene menor peso molecular para facilitar la penetración de activos en capas profundas de la dermis de forma más rápida que otro tipo de fórmulas como las cremas faciales.
Además, suelen contar con un acabado no graso para que no interfiera con las cremas aplicadas posteriormente.
Tipos de serum
Hay tantos serums como afecciones en la piel, ya que, como hemos dicho, son productos específicos dirigidos a cubrir una necesidad concreta de la piel. Así, sus texturas también variarán dentro de su ligereza, con formatos similares a las cremas ligeras o emulsiones concentradas con aspecto más acuoso.
Incluso encontramos fórmulas concentradas de textura ligera y alta penetración en formato de ampollas que permiten un plus de belleza más intensivo incluso que los serums tradicionales y que hoy en día han ganado gran popularidad.
Por ejemplo, es habitual que durante el día encontremos fórmulas que aporten una hidratación intensa y luminosidad, mientras que por la noche es más común encontrar serums reparadores, descongestivos y orientados a desintoxicar la piel.
Así, suelen emplearse activos antioxidantes, hidratantes y regenerantes para rejuvenecer la piel y eliminar las arrugas y los signos del envejecimiento de todo tipo, por lo que deberás estar atenta a las necesidades que quieres cubrir.
En casos de envejecimiento, por ejemplo, suelen estar formulados con retinol y alfahidroxiácidos, mientras que para conseguir mejorar la hidratación, los serums suelen contar con ácido hialurónico; si aparte de tratar el antienvejecimiento quieren logran un efecto iluminador suelen contar con activos como el ácido ascórbico que es, al fin y al cabo, vitamina C.
Habitualmente, podemos encontrar también diferencias entre los serums que son para aplicar en todo el rostro, así como los destinados al contorno de ojos y/o cuello, ya que requiere un cuidado específico que combata el deterioro de la piel y que cubra las necesidades concretas de cada área como las bolsas o las ojeras en el caso del contorno.
¿Cómo se aplica el serum?
El serum se aplica a diario, tanto durante el día como durante la noche, tras limpiar la piel de forma adecuada.
Como son no comedogénicos y de rápida absorción no suelen requerir demasiado tiempo de espera entre su aplicación y la crema que proceda, pero siempre se recomienda dejar pasar unos minutos para que la penetración sea óptima y para evitar que nosotras mismas bloqueemos los poros al no dejar tiempo suficiente para que los activos penetren en la piel.
El serum facial puede comenzar a utilizarse a cualquier edad, pero siempre se deben tener en cuenta las condiciones particulares de la piel, como si es mixta, grasa, seca o sensible para adaptar los activos a las necesidades.
Muchos de los activos que utilizan los serums y ampollas sensibilizan la piel, por lo que es importante protegerla tras su aplicación para evitar la aparición de otras afecciones, especialmente en el caso de la incidencia solar, donde es importante aplicar SPF para evitar futuras manchas o signos de envejecimiento prematuro.