Barcelona, cuna cosmopolita de la peluquería y la belleza
A principios de 2017 descubríamos que Barcelona era la ciudad del país con mayor número de centros estéticos especializados en peluquería por número de habitantes. Desde el asesor de imagen en Barcelona que realiza el corte hasta el propio profesional de la peluquería que monta su pequeño negocio, la ciudad tiene un aire especial que se palma desde la primera vez que uno pone allí sus pies. Ese aroma inunda todo, comercios, centros estéticos, clínicas médicas y, en general, a todos los profesionales del sector incluido el mundo de la peluquería.
A pesar de que los peluqueros aún siguen resentidos por la subida del IVA (allá por 2011-2012) que en muchos casos provocó que la diferencia económica fuese asumida por los comercios ante la alta cantidad de competencia, especialmente en ciudades como Barcelona por el motivo que comentábamos al principio del texto, las peluquerías siguen peleando por marcar tendencias y hacer valer sus servicios para atraer y fidelizar a los clientes.
Las tendencias de peluquería conviven y se transmiten de las peluquerías a las calles, con aires frescos y cosmopolitas que han llevado a la ciudad condal a un nivel más dentro del sector de la belleza, con un ratio de peluquerías en Barcelona de un centro por cada 607 habitantes como recogían los medios y la prensa del sector al conocer los datos en enero de 2017, mostrando un mayor número de peluquerías profesionales por habitante que los ratios de ciudades como Madrid (un centro por cada 643 habitantes), Paris (un centro por cada 692 en datos del mismo año)en orden por número de centros por población o, ya muy de lejos, Londres (con más de 1450 personas por cada salón de peluquería), según recogían los medios por aquella época. Un dato que supera con creces al registrado en el resto de países de la Unión Europea, donde la media se limitaba a un salón por cada 1.500 ciudadanos.
Dentro de esta alta competencia se han desarrollado fórmulas que bailan entre los bajos precios y el lujo para hacer diferentes nichos de mercado que asegure nichos de clientela. Dentro de estos centros peluqueros especializados, llama la atención la creación de centros tipo beauty salon en Barcelona donde la experiencia del cliente se lleva a un paso más acercándolo al mimo y al lujo, siempre dentro del contexto cultural formal típico del lujo, pero cercano, como marca la tendencia hoy en día en los nuevos negocios con aires modernos en su estructura de atención al cliente.
También es habitual encontrar centros estéticos de peluquería y cosmética junto con aparatología y otros tipos de tratamiento, ampliando su carta de servicios y ofreciendo un menú más suculento para los clientes. Una realidad que me parece muy positiva para el cuidado de la piel, ya que tradicionalmente se le ha dado más importancia al cabello y al vello que a los tratamientos estéticos y de belleza también muy necesarios para mantenernos sanos por dentro y por fuera, desde faciales o corporales, a podología o servicios de masaje.
Otros han optado por entrar su especialización en la peluquería y ofrecer un servicio de máxima calidad combinado con formaciones, tanto para nuevos peluqueros profesionales en Barcelona, como para profesionales consagrados que deciden acercarse a conocer nuevas técnicas frescas que introducir en sus salones de peluquería. Combinaciones muy interesantes que abren un amplio abanico de posibilidades para los clientes barceloneses o turistas más exigentes.