Ahorro de energía en el hogar: cómo mantener la casa fresca sin aumentar el consumo de energía durante el verano
Durante los meses de verano, mantener la casa fresca puede resultar un gran desafío, especialmente cuando los costes energéticos se mantienen altos. Si recurrir al aire acondicionado para mantener la temperatura interior a un nivel agradable es tentador, el uso excesivo del aire acondicionado puede acabar en un consumo de energía elevado, lo que implica facturas de electricidad más altas (además de un ambiente demasiado reseco).
Afortunadamente, hay varias formas de mantener tu hogar fresco sin aumentar el consumo de energía durante el verano o, al menos, intentando mantener el equilibrio para no disparar el consumo y la factura. Repasamos algunos tips básicos.
Ventilación natural en verano y alternativas al aire fresco
Para reducir factura de luz en verano, en lugar de recurrir al aire acondicionado en cuanto aparece el calor, intenta aprovechar la ventilación natural. Abre las ventanas en las primeras horas de la mañana y por la noche, cuando las temperaturas son más bajas, para permitir que el aire fresco circule por tu hogar. Si tienes ventanas que se abren en ambos extremos de una habitación, intenta crear corrientes de aire abriendo ambas ventanas. Parece un poco absurdo cuando las temperaturas son demasiado altas tanto de día como de noche, pero un estudio publicado en el International Journal of Ventilation descubrió que la ventilación natural puede reducir la temperatura interior en un 2-6°C sin necesidad de aire acondicionado.
El uso de ventiladores puede ser una forma efectiva de ayudar a circular el aire sin aumentar demasiado el consumo de energía. Los ventiladores pueden ayudar a mantener el aire en movimiento y crear una corriente de aire fresco. Si tienes ventiladores de techo, asegúrate de que giren en la dirección correcta: en sentido contrario a las agujas del reloj en verano, para crear un flujo de aire hacia abajo.
Si decides utilizar el aire acondicionado para refrescar el espacio, es importante realizar un mantenimiento adecuado para asegurarte de que funciona de manera eficiente. Limpia los filtros regularmente para asegurarte de que el aire circula libremente y considera programar un servicio profesional de mantenimiento para garantizar que el aire acondicionado esté funcionando de forma adecuada. Esto mejorará su capacidad de enfriar y te ayudará a reducir el consumo para obtener los mismos resultados. también puedes recurrir a sistemas que ayuden a controlar la temperatura y el gasto. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de California, Berkeley, apuntaba a que el uso de un termostato programable puede ahorrar hasta un 10% en el coste de la energía.
Mejora el aislamiento en casa de forma sencilla para controlar la factura energética en verano
No siempre podemos realizar una obra para aislar mejor el espacio, por lo que las alternativas clásicas hay que tenerlas en cuenta. De hecho, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, un buen aislamiento puede reducir el uso de energía en un 10-50%, dependiendo de la calidad del aislamiento instalado.
Para reducir factura de luz en verano, las cortinas y persianas pueden ser una excelente forma de mantener tu hogar fresco durante el verano. Mantén las cortinas cerradas durante el día para evitar que entre el sol directo en tu hogar. Si tienes persianas, ciérralas durante las horas más calurosas del día para mantener tu hogar fresco y protegido del sol. Según un estudio realizado por el Departamento de Energía de Estados Unidos, las persianas exteriores pueden reducir la entrada de calor en un 45% y las persianas interiores pueden reducirla en un 33%.
Si quieres meterte con alguna mejora en casa sin disparar mucho el coste, existen pinturas especiales que contienen partículas reflectantes que pueden ayudar a reflejar los rayos del sol y reducir la temperatura interior de la casa, lo que es perfecto para reducir factura de luz en verano.
Por otro lado, si nos centramos en inversiones a largo plazo, como comentábamos mejorar el aislamiento del hogar puede ayudar a reducir mucho el consumo energético a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, un buen aislamiento puede reducir el uso de energía en un 10-50%, dependiendo de la calidad del aislamiento instalado. Un buen aislamiento térmico en las paredes, techos y suelos de la casa puede ayudar a mantenerla fresca en verano y cálida en invierno. Los materiales de aislamiento más comunes son la lana mineral, la celulosa y el poliestireno expandido.
Reduce los focos de calor para reducir factura en verano
Todos sabemos que los aparatos conectados a la electricidad generan calor. De hecho, todos hemos escuchado que si apagamos los aparatos en lugar de dejarlos en suspensión (con la típica lucecita de qu está apagado, pero se mantiene encendido) podemos reducir la factura de luz, especialmente en verano. De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos, los electrodomésticos pueden contribuir hasta un 15% al consumo de energía de un hogar, por lo que combinar esta técnica con un uso inteligente ayudará a controlar la temperatura y compensar el gasto de más que se hace con los aparatos que nos ayudan a enfriar la casa.
Intenta limitar el uso de electrodomésticos que emitan más calor, como el horno y la secadora, durante las horas más calurosas del día. Además, un estudio del Lawrence Berkeley National Laboratory confirmó que cambiar de bombillas incandescentes a bombillas LED puede reducir el consumo de energía en un 75%. Esto te servirá para controlar la factura en cualquier época del año, pero, además, también reducirá el calor que producen.
Usa decoración y tejidos adecuados para reducir factura de luz en verano
En verano, es importante elegir ropa de cama y muebles adecuados para mantener tu hogar fresco para reducir factura de luz. Opta por ropa de cama de algodón o lino, que son materiales más frescos y transpirables que el poliéster para mantener una sensación fresca y agradable en casa o, al menos, que no de más sensación de calor. De igual modo, si tienes muebles de cuero o vinilo, considera cubrirlos con sábanas de algodón para evitar que se recalienten demasiado y se vuelvan incómodos, generando más sensación de calor.
Las plantas no solo pueden mejorar la calidad del aire interior, sino que también pueden ayudar a mantener tu hogar fresco en verano y mejorar los niveles de humedad. Las plantas absorben el calor y la humedad del aire, lo que puede ayudar a reducir la temperatura en tu hogar. Por ejemplo, un estudio realizado por la Universidad de California en Davis indicaba que los árboles y las plantas bien ubicados alrededor de una casa pueden reducir el consumo de energía en hasta un 30%. Otro estudio publicado en el Journal of Building and Environment apuntaba a que la colocación adecuada de plantas en una vivienda puede reducir la temperatura ambiente en hasta 5°C.