#ActivosCosméticos CBD, el uso de cannabis en la industria cosmética
El cannabidiol, conocido popularmente como CBD, es un cannabinoide que cada día gana más adeptos en el mundo de la cosmética por sus múltiples propiedades en la piel, especialmente en el caso de la cosmética natural y la producción local.
Destacan sus propiedades calmantes que comenzaron a popularizar su uso tópico, aunque no es el único derivado cannabinoide que actualmente se introducen en el mundo de la cosmética.
A pesar de su popularidad, aún hay firmas recelosas de su uso por las connotaciones sociales y porque aún queda por trabajar sobre la legislación que en muchos casos es compleja y diferente según el país.
No obstante, a pesar de que el cannabis siga siendo ilegal, cada día son más los países que admiten su uso en ingredientes cosméticos y otros medicamentos como los destinados a mejorar la calidad del sueño para calmar la mente.
¿Qué es el CBD y cómo actúa?
El cannabidiol, o CBD, es un cannabinoide que proviene de la planta cannabis sativa y actúa sobre el sistema endocannabinoide que posee nuestro cuerpo y que forma parte del sistema nervioso central y periférico. Podemos decir que se encarga de garantizar el buen funcionamiento entre sistema inmune y nervioso mediante distintos receptores como el CB1, CB2 o PRT.
Los endocannabinoides son cannabinoides lipídicos producidos de forma natural en el cuerpo transmitiendo la información en el sistema nervioso. Así, el CBD se une a los receptores del cuerpo y actúa frente a la respuesta inmune del cuerpo ante algunas afecciones comoel acné, la seborrea o la inflamación.
En Europa, el cultivo del cáñamo de Cannabis del que puede extraerse está permitido si la concentración en THC no supera el 2%, de forma que todas las materias primas de este activo en cosmética viene de cultivos de cáñamo industrial donde estos aspectos están controlados.
Como el cannabis se considera se considera estupefaciente no está permitido utilizar la resina, extractos y tinturas, dejando fuera a las semillas y las hojas de cáñamo que son con las que se trabajan en cosmética, especialmente con el aceite de semillas de cáñamo.
Por este motivo, la mayor parte de la industria cosmética utiliza un cannabidiol sintético que evita tener que estar pendiente de los certificados del CBD natural.
CBD y cuidado de la piel
El CBD tiene importantes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que están dando mucho de qué hablar a la hora de tratar afecciones de la piel. De hecho, el cannabis se utiliza desde tiempos ancestrales por su capacidad para calmar, desinflamar y mejorar el estado de ánimo. No en vano, hace poco más de un siglo podía adquirirse en farmacias en muchos de sus productos.
Por ello, en la actualidad, además de por esas cualidades antiinflamatorias y antioxidantes se suele utilizar para trabajar la piel estresada y fatigada. Su capacidad calmante también es útil para calmar la rojez, así como en caso de eccemas y erupciones.
Además, posee una acción interesante a la hora de equilibrar el sebo y ayuda a matificar la piel, nutriendo, hidratando y mejorando la protección frente a agentes externos, aportando también luminosidad a la piel.
Por si fuesen pocas sus propiedades, también ayuda a regenerar y oxigenar la piel por lo que es útil para retrasar los primeros signos del envejecimiento cutáneo.