#LookPrimavera ENIGMA, de lo visible a lo invisible con Natalia de Lara
¿Dirías que este vestido que llevo en la foto es de la colección otoño-invierno 2015 de Natalia de Lara? Pues sí, así es; cuando los diseños son atemporales nos acompañan siempre y, en el caso de looks como este que os propongo hoy, elegante, femenino, cómodo y sencillo, me atrevo a decir que el vestido sigue estando de plena tendencia.
De hecho, a día de hoy sigue siendo de mis colecciones preferidas de Natalia de Lara; una diseñadora cuya clave de su filosfía es: «La moda es como la energía, que ni se crea ni se destruye, sólo se transforma y la inspiración, me sorprende en cualquier situación a lo largo del día», como explica en su página web.
No en vano los diseños de la colección a la que corresponde están basados en sensaciones atemporales, más allá de las tendencias momentáneas.
El vestido forma parte de la colección ENIGMA de la diseñadora, una colección que se caracterizó por prendas inspiradas «en la experiencia que sientes cuando con los cinco sentidos percibes más allá de lo visible […] En esta colección se palpa la oscuridad de la noche y se saborea la luz del amanecer. El gris impregna el misterio donde se divisa la belleza de los estampados orientales, alcanzando una sutil melodía de feminidad y elegancia», como explicaba en su momento la diseñadora.
Satén, lino, raso de algodón y lana fueron los tejidos elegidos para confeccionar la colección. En este diseño de la colección con inspiración oriental que os muestro en la foto, el satén fue el protagonista para generar una caída dulce y femenina que evocaba la belleza del amanecer.
Junto con el vestido, un cinturón atado a la espalda, para acentuar las curvas de la mujer generando un toque sensual con estampado floral y base negra en contraste con la pureza del blanco que baila ligeramente hacia el marfil.
Aquí es donde hemos personalizado un poco el diseño, ya que el conjunto que se presentó oficialmente en 2015 optaba con un cinturón también floral con base en verde e intensos rosas y morados en las flores que se atenuaban gracias a tonos tierra que evocaban la mañana.
Para el resto del look que te propongo hoy, he elegido una sencilla pulsera de Pandora con charms variados, unos sencillos pendientes perlados; como ves, he pasado de recargar el limpo diseño del vestido con mayores accesorios como sombreros, fulares o collares.
En las uñas, un bonito azul eléctrico de D’Orleac Profesional, el tono Satin 4, hipoalergénico, de secado rápido y larga duración.
Para el cabello he optado por una diadema negra que encaja con el cinturón y un cabello liso, aunque si vas a utilizar el vestido de noche puede que un recogido sensual de corte oriental te encaje mejor.