Limpieza facial: limpiador y tónico
La limpieza facial es un elemento clave de belleza que permite retirar todos los residuos acumulados durante el día sobre la piel, además de la propia materia que expulsa el cuerpo; como células muertas, polución, maquillaje, incidencia solar, etc. Por ello, es fundamental elegir adecuadamente tu rutina de limpieza facial, adaptándola a tus necesidades.
La rutina diaria de limpieza facial debe incluir distintas fases para conseguir retirar los residuos hidro y lipo solubles (aquellos que se disuelven en agua o en aceite). Lo ideal es realizar una limpieza por la mañana y otra por la noche para permitir tener la piel lista para asimilar los productos cosméticos que se apliquen a continuación.
Además de esa limpieza diaria, por el día y la noche, también debemos impulsar la limpieza en profundidad con peelings, exfoliantes y mascarillas de forma regular para mantener la piel libre de impurezas. No obstante, hoy nos centramos en cómo elegir los elementos básicos de la limpieza facial diaria.
Cómo elegir el limpiador facial
A la hora de limpiar el rostro, podemos utilizar muchos productos diferentes según las necesidades de la piel. La limpieza facial es una parte fundamental de nuestra rutina de belleza porque, además de la suciedad, cualquier producto que apliquemos sobre la piel se oxida a las 24 horas como mucho, provocando envejecimiento prematuro.
Los cosméticos más comunes para la limpieza facial son:
- Agua micelar. A pesar de que es un producto muy práctico porque retira tanto lípidos como impurezas, puede llegar a deshidratar, por lo que no se recomienda en pieles secas de forma regular.
- Leche limpiadora. Adecuada para pieles secas y maduras, permiten una limpieza suave que requiere un tónico a posteriori para retirar cualquier resto de sebo.
- Limpiador en gel. Indicado para todo tipo de pieles, es más adecuado para piel grasa o mixta, ya que puede resecar la piel.
- Limpiador en espuma. Las Mousses o espumas limpiadoras tienen una textura más suave, por lo que se recomiendan para todo tipo de pieles, especialmente las más sensibles.
- Toallita desmaquillante. Populares gracias a su practicidad, no suelen permitir una limpieza en profundidad, por lo que son buenos aliados para una limpieza rápida en casos de pereza o urgencia, pero no se recomienda abusar de ellas ya que, además, pueden resecar la piel.
- Limpiador exfoliante. Una buena opción para combinar con otro tipo de limpieza, pero que puede llegar a sensibilizar la piel por lo que no se utiliza normalmente de forma regular excepto en casos de pieles muy gruesas.
- Aceite limpiador. Adecuado para pieles sensibles, secas y maduras que requieren un extra de lípidos en la piel, requiere una limpieza posterior con otro producto que termine de retirar el exceso de sebo.
- Jabón en pastilla y bálsamo limpiador. Aunque actualmente están en desuso, existen jabones en pastilla y bálsamos densos con bases de aceite para limpiar la piel, normalmente orientados a pieles grasas o combinadas.
Cómo elegir el tónico
El tónico facial pone punto y final a la rutina de limpieza. Eso quiere decir que, además de ser el último arma ante la suciedad sobre la piel, es un paso que permite equilibrar la piel y retirar cualquier resto de los productos de limpieza.
Así, habitualmente los tónicos tienen una capacidad calmante y actúan para reestablecer el pH de la piel, con distintas cualidades en base al tipo de piel para el que estén diseñados (hidratación, control del sebo para piel grasa, etc.). Esta cualidad permite que la aplicación del tónico aporte frescor a la piel del rostro y revitalizando su luminosidad.
Además, el tónico aplicado sobre el rostro también posee una capacidad astringente de forma que ayuda a mantener los poros minimizados. Por otro lado, al cerrar la fase de limpieza de la piel, también tiene la capacidad de mejorar la absorción de los productos que se apliquen a continuación (como los activos del serum y la crema facial).
Al equilibrar la piel, también permite mejorar su elasticidad, de forma que contribuye a mantener la firmeza de forma preventiva cuando se aplica de forma adecuada. Además, en la actualidad existen tónicos con propiedades muy interesantes gracias a los avances en investigación y desarrollo, como aquellos con vitamina B3 para reactivar la microcirculación.
Recuerda elegir un tónico sin alcohol si tienes la piel muy sensible o reseca.