Decálogo para mantener a raya el calor en el hogar
Durante Julio y Agosto nuestros cuerpos deben sobrevivir al calor de la época estival. A pesar de las comodidades de hoy en día como el aire acondicionado o los ventiladores, cada día son más los españoles que no pueden permitirse hacer ese gasto energético, así como cada día hay mayor número de personas preocupadas por el medio ambiente y la alta contaminación que producen para funcionar.
Además, el miedo al coronavirus ha provocado que cada día sean menos las personas que quieren abusar de estos aparatos, especialmente en el caso del aire acondicionado que requiere mucha limpieza de los filtros de partículas para garantizar un ambiente sano.
La ventilación es clave
Mantener una ventilación adecuada es importante para mantener las estancias saludables y evitar concentración de olores. En verano, es importante realizar esta ventilación en los momentos de baja solación, como a primera hora de la mañana o por la noche.
Se sabe que un 30% aproximadamente del calor no deseado en la vivienda entra a través de las ventanas, por lo que para mantener la casa lo más fresca posible es importante bajar estores y persianas en los momentos de mayor calor. Los expertos afirman que este pequeño gesto puede bajar entre 5 y 10 grados centígrados la temperatura de tu hogar.
Del mismo modo, puedes cerrar las puertas de las habitaciones más calurosas (siempre que no vayas a utilizarlas) para evitar que el calor se propague por la casa. De este modo, cuando la temperatura exterior baje puedes abrir las puertas junto con las ventanas para potenciar la circulación de aire que te ayude a refrescarla.
Ojo con los tejidos de la casa
Igual que en invierno es interesante incluir tejidos como la lana para crear sensaciones cálidas, en verano debemos volver a cambiar los tejidos que utilizamos en casa para optar por soluciones más frescas. Por ejemplo, muchas personas cambian a alfombras de bambú y madera en verano que son mucho más frescas que las tupidas tradicionales (además de limpiarse con mayor facilidad).
Del mismo modo, las cortinas de tu casa, los cojines e, incluso, las sábanas pueden ayudarte a mantener bajo control la sensación térmica. Así, el algodón y el lino son los tejidos más interesantes para verano en el hogar porque permite la transpiración y son buenos aislantes térmicos.
Regula tu temperatura
En verano sentimos más calor porque la temperatura ambiental es superior a la corporal y, además, el cuerpo combate ese exceso de calor regulando la temperatura corporal. Si quieres estar fresca en verano si utilizar el aire acondicionado un truco fundamental es controlar tu temperatura.
Puedes hacerlo de muchos modos como beber regularmente bebidas frías o espolvorear agua sobre tu piel para dar una sensación de frescor (ojo con esto que puede deshidratar tu piel en exceso).
Algunas personas también utilizan bolsas en frío para ponerlo sobre los tejidos antes de sentarte sobre un sofá, antes de meterte en la cama o antes de vestirte. Es una sensación momentánea, pero agradable que nos ayuda a controlar momentánea el calor de la casa. No en vano, hay quienes incluso utilizan hielo junto al ventilador para que el aire que sople sea más fresco y deje, así, más refrescado al cuerpo.
Relación gasto-calor
Me hace mucha gracia cuando veo personas que no quieren utilizar el ventilador y siguen teniendo bombillas incandescentes en casa. ¿Sabes que este tipo de bombillas gastan más y dan mucho calor en comparación con los nuevos sistemas como las luces LED? Casi un 90% de la energía que generan se transforma en calor, por lo que hacer una pequeña inversión en cambiar las luces de tu casa puede ser una gran ventaja a largo plazo.
De igual forma, ten en cuenta que algunas herramientas de tu casa, como el horno, generan gran cantidad de calor al utilizarse; por tanto, si quieres mantener el frescor en verano si utilizar ventiladores o aire acondicionado debes intentar evitar el uso de aparatos de calor sino es realmente necesario.
Muchos expertos recomiendan mejorar el aislamiento de la casa para encontrar un equilibrio entre el gasto y el calor. Sinceramente, el aislamiento térmico del espacio es importante siempre (como con cristales aislantes o toldos para ser utilizados como barrera solar). Todos ellos te ayudan a controlar el calor en el hogar, pero no me parece la mejor solución para todas las personas que padecen el verano porque no pueden incrementar los gastos; quizás si lees este artículo por ecología y no por economía sí te resulte interesante esta opción para reducir la temperatura sin hacer un gasto de recursos energéticos.
Una buena opción para controlar el calor que generamos es utilizar los electrodomésticos y herramientas como la plancha o el lavavajillas por la noche para evitar que aumenten la temperatura de la casa en las horas de más calor.
Refresca de forma natural
Mantener plantas de hoja verde en casa, especialmente si son enredaderas que se puedan acoplar a las paredes, te dará un plus de frescor a cualquier ambiente. De igual modo, puedes incorporar fuentes y elementos de agua que te ayuden a evitar la sequedad del verano en la piel y que, de paso, te permitan crear un ambiente más fresco psicológicamente hablando.
En el caso de que tengas terraza o patio, también puedes utilizar el anochecer para empapar el suelo de forma que se refresque el calor acumulado durante el día. Sin embargo, para los que vivimos en pisos esto no siempre es una opción, así que anota este último consejo: si conectas los extractores de la casa en los momentos de mayor calor, también ayudarás a que se absorban, lo que, combinado con otras técnicas, te permitirá mejorar y bajar la temperatura de la casa.