Decálogo para cuidar tu ropa de baño

Con los días de calor, llega el momento de disfrutar de piscinas, pantanos y playas. La ropa de baño se convierte en un gran aliado, pero requieren un mínimo de atención para prolongar su vida en buen estado. La pérdida de color o los daños en los tejidos, especialmente en la zona de las gomas y elásticos, son algunas de las ventajas de cuidar adecuadamente tu ropa de baño como bañadores o bikinis.

Es inevitable que los agentes externos como el sol, el cloro o la arena, debiliten no solo el buen estado del bañador o bikini, sino también de la ropa que solemos utilizar para ir a estas zonas de baño.

Sigue este decálogo y disfruta más tiempo de tu ropa de baño en perfectas condiciones:

1. Cuando compres tu moda de baño, lo primero es fijar los colores para evitar que el agua salada o el cloro estropeen el color. Puedes introducirlos en agua fría con sal y unas gotas de vinagre durante 1 hora. Los bañadores no suelen desteñir porque están preparados para ello, pero es mejor ayudar a fijar el color antes de utilizarlo para que el color dure intenso más tiempo.
2. Lavar la ropa de baño tras cada uso es básico para evitar que elementos como el agua o las manchas de la crema SPF sigan deteriorando la prenda. Los expertos recomiendan un lavado rápido, pero a fondo con agua y jabón neutro para el uso instantáneo y un lavado en lavadora periódicamente.
3. Se debe evitar el uso del suavizante para no deteriorar el tejido de la ropa de baño, pero cuando las agresiones como el sol los dejan rígidos, se puede añadir unas gotas de suavizante al final del lavado a mano y enjuagar con agua fría; siempre como algo excepcional.
4. En ocasiones, tenemos la tentación de cambiarnos al salir de la piscina o la playa antes de entrar al coche por ejemplo. En estos casos, es común guardar el bañador o bikini en una bolsa de plástico, pero hace que el tejido se recaliente y acelera el proceso de desgaste de las prendas. Lo ideal sino puedes lavar y secar en el momento, es envolver las prendas de baño en la toalla o una bolsa de red.
5. Por su parte, para cuidar bañadores y bikinis no deben secarse al sol, sino en un lugar a la sombra, pero bien ventilado. Intenta no escurrir el bañador para evitar que se deforme, igual que debes tener cuidado al tenderlo para que las pinzas o las secadoras no deformen las prendas.
6. Una superficie irregular como el borde de la piscina puede desgastar las prendas de baño, como los típicos arañazos o enganchones, que provocan mayor desgaste como es obvio. Así, para cuidar bañadores y bikinis, la mejor opción para evitarlo es el uso de una toalla para sentarnos sobre ella.
7. Para evitar ponértelo húmedo, es interesante tener 2 modelos de baño en el armario para alternar de forma que les de tiempo a secarse por completo y evitar que se deformen. Además, evitarás la proliferación de bacterias y hongos al dejar que los tejidos sequen completamente.
8. Como seguramente ya sabrás a estas alturas, no es adecuado planchar bañadores y bikinis a menos que venga indicado expresamente la etiqueta; no en vano, la mayoría de bañadores tienen telas que se pueden derretir o deteriorar con el planchado.
9. Al acabar la temporada, debes ofrecer un lavado en profundidad a la ropa de baño para conservarla en buenas condiciones en tu armario hasta el año siguiente. Es interesante utilizar un programa para prendas delicadas y dejarlo secar al aire a continuación, si la etiqueta lo permite.
10. Para guardarlo finalmente en el armario, los expertos recomiendan guardar los bañadores y bikinis en una bolsa de tela dentro de una caja, para evitar que sean aplastados por otras prendas de un año para otro, además de alejarlo de toda posible humedad y el polvo que pueden deteriorar la prenda.