Os cuento todo sobre la Partners Conference de Christina Cosmetics 2017
Con la tontería, ha pasado más de un mes desde que volví de mi viaje a Israel donde asistí a la Conferencia Internacional de Christina Cosmetics. Os puedo asegurar, sin duda alguna, que a día de hoy sigo asimilando las ideas y las experiencias vividas en mi primer viaje fuera de la Unión Europea.
Como le prometí a Adi Jacobovich, Gerente de Desarrollo de Negocios en Christina Cosmetics en Israel, tras un periodo de reflexión os cuento todos los detalles de mi viaje, revelando una de las mejores experiencias de mi vida.
La Partners Conference de Christina Cosmetics 2017 tuvo un equilibrio perfecto entre trabajo, networking y ocio, con cuidadoso gusto por los detalles y mucha atención por parte de los organizadores para que los asistentes de todos los rincones del mundo se sintiesen cómodos.
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La conferencia internacional abría el lunes 27 de Marzo con una visita a la fábrica de Christina Cosmetics donde pudimos conocer el proceso de elaboración de cada producto, desde las primeras investigaciones para desarrollarlo o mejorarlo hasta la producción y envasado final. Allí nos esperaba todo el equipo de la firma en Israel para conocernos a todos y ofrecerse para cualquier cosa que nos pudiese surgir.
Además, contamos con una formación magistral de la mano de Orly Sagi, cosmetóloga senior y directora del departamento de formación de Christina Cosmetics, donde nos adentramos en conceptos sobre cosmética que nos serían de gran utilidad los días posteriores.
Esa misma tarde-noche, tuvo lugar el cocktail de bienvenida en un interesante JAJO Wine Bar con música en directo y mucho ambiente. Para romper el hielo, la organización nos brindó la oportunidad de conocer a los miembros de otros países con un divertido juego en el que te daban una flor un nombre escrito y tenías que encontrar a la persona en cuestión para saludarla entregando la flor.
Fue esa noche cuando por fin conocí en persona a la increíblemente encantadora y fuerte Christina M. Zehavi, fundadora de la marca, quien no llegaba a saludar a todo el mundo.
Christina Zehavi resultó ser una persona con una sonrisa siempre en la cara, de esas personas a las que es muy agradable tener cerca por la seguridad y tranquilidad que transmiten. Me pareció de esas personas que sin importar la edad que tengan derrochan vitalidad por todas partes; una mujer con un carácter fuerte y las ideas muy claras que ha luchado mucho en su vida para hacer realidad el sueño de Christina Cosmetics.
La jornada del 28 de marzo comenzaban las conferencias puras y duras con ponencias de la talla del Doctor y profesor Yoel Konis o la dermatóloga Marina Landau, entre los miembros de la propia firma como Michal Kliffer, jefe química de la firma y especialista en desarrollo de productos cosméticos, o Tomer Zehavi, actual presidente de la compañía o la propia Christina Zehavi.
No sabría decir cuál fue la ponencia que más me gustó porque de todas aprendí algo nuevo o curioso.
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Entre los productos destacados de la firma, cobró fuerza la actualización que ha sufrido la gama de Comodex, especializada en tratamientos de acné que ahora cuenta con más innovación y tecnología para mejorar los resultados siendo menos agresivo para la piel.
De hecho, por la tarde estuve en la sala de formación donde formadoras a nivel mundial aprendían a realizar el tratamiento de forma práctica, lo que me permitió probar en mí misma el tratamiento comprobando como la piel no queda nada reseca con una mejora visible del estado de la piel.
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Por la noche, un autobús nos acercó a las preciosas calles del barrio donde se ubica el Mercado de Jaffa Flea, donde se ubica el restaurante Onza. Sentados en terraza, algunos en manga corta y otros con pequeñas mantas por encima, la organización contrató un menú con el restaurante para terminar de deleitarnos con vinos y comidas de la zona que, como sería una nota común durante toda la conferencia, fue muy abundante y sabrosa.
La jornada del miércoles 29 de Marzo contó con nuevas conferencias donde pudimos conocer las novedades que se presentarán próximamente por la marca, las futuras líneas de negocio, la actualización que sufrirán muchos de los productos durante este 2017 para adaptarse a los avances y necesidades del mercado, así como las experiencias de negocios de otros países colaboradores con Christina Cosmetics en un hervidero de ideas que iluminó a la mayor parte de los presentes.
Ya entrada la tarde, disfrutamos de una visita guiada por el ahora barrio de Israel Old Jaffa, un lugar aniguo, con mucho encanto que esconde mezclas culturales y magia en cada esquina. La visita concluyó en The Lawrence, un restaurante donde tuvo lugar el cierre y despedida de la conferencia donde todos disfrutaron.
Me encantó ver a todas las personas tan cercanas, desde Christina tocando la pandereta con los músicos que tocaban en directo, personas que no se conocían de nada bailando juntas, y muchos detalles como galletas de la suerte o imanes con fotografías de la noche para no olvidar una conferencia memorable.
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El día siguiente no tuvo nada que envidiar a los anteriores gracias a una visita guiada también organizada especialmente para los asistentes a la Partners Conference desde Christina Cosmetics Israel. Aparcamos los tacones para hacer turismo y sumergirnos entre las calles de una ciudad como Jerusalén, punto clave para varias de las religiones más importantes del mundo y meca de turistas, devotos y curiosos.
Tuve la oportunidad de conocer el Santo Sepulcro, ver las particularidades de un barnisva en directo junto al muro de las lamentaciones, donde, por si fuera poco, un pájaro decidió dejarme su particular recuerdo mientras ponía mi papel en el muro.
Jerusalén me pareció una ciudad con orden dentro del caos, porque nadie puede negar que es una localidad caótica, con calles abarrotadas y aún así mucho encanto.
Tras una nueva comida deliciosa en una terraza cubierta, nos subimos de nuevo al autocar para visitar uno de los puntos más esperados el día: el Mar Muerto. Dejamos Jericó de paso en la carretera para bajar a 400 metros bajo el nivel del mar donde se ubica esta maravilla del planeta donde las altas concentraciones de sal no permiten la vida.
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Tuve la oportunidad de hacerme un raspón justo antes de entrar en el agua (sin querer, no soy kamikaze) y pude observar la capacidad de curación que tienen las aguas, casi parecía que el rasponcillo se había cauterizado.
Primero nos pusimos lodo del mar muerto para aprovecharnos de los beneficios que tiene para la piel y tras 10 minutos nos metimos en el agua para vivir una curiosa experiencia. Una vez entras en ella, debes sentarte despacio, primero suben las piernas y los brazos, para guiar al resto del cuerpo. Todo el cuerpo flota, incluso puedes sacar partes del cuerpo fuera sin hundirte como sí ocurriría en cualquier otro mar del mundo.
A la mañana siguiente, mientras esperábamos la vuelta a casa pudimos dar una vuelta por nuestra cuenta por Jaffa, y regresamos a casa con la sensación de haber vivido una experiencia inolvidable.