¿Un esmalte de uñas antiviolación?
Ankesh Madan, Stephan Gray, Tasso Von Windheim y Tyler Confrey-Maloney, son cuatro estudiantes de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en Estados Unidos, que han levantado un gran revuelo con el desarrollo de un nuevo tipo de esmalte de uñas cuyo objetivo es intentar reducir el número de violaciones en discotecas.
Se trata de un esmalte que cambia de color al detectar drogas como Rohypol y GHB (frecuentemente utilizadas por violadores para adormecer a las mujeres antes de abusar de ellas sexualmente). Según la página de Facebook de su compañía, Undercover Colours, su objetivo es la prevención de los asaltos sexuales. El proyecto está en su última fase de pruebas y, de hecho, en la web de la compañía aún no han subido contenidos, pero, desde luego, es un producto a tener en cuenta.
El anuncio del lanzamiento ha suscitado bastante revuelo en las redes sociales y los medios de comunicación llegando a recibir críticas de sectores feministas que alegan que el producto achaca la responsabilidad de no ser violadas a las mujeres en lugar de actuar contra quien comete el delito que sería el agresor sexual. La columnista estadounidense del periódico inglés The Guardian Jessica Valenti publicaba un interesante artículo al respecto titulado «¿Por qué es más fácil inventar un esmalte anti violación que encontrar el modo de detener a los violadores?».
Desde mi punto de vista es un producto a tener en cuenta porque, si bien es cierto que hay que trabajar contra ese tipo de conductas mientras existan (y lo de que existen es un hecho), no está de más ser precavido. Aunque sea metiendo el dedo mugriento en tu copa a las cinco de la mañana. A mí si me dan a elegir… no sé, ¿no preferirías tener un elemento más de protección?