#Afecciones Descubriendo melanogénesis e hiperpigmentación
La melanogénesis es la responsable de la coloración y pigmentación de nuestro cuerpo, desde la piel o el color del iris al cabello. A lo largo de nuestra vida sufrimos distintas agresiones que pueden crear alteraciones en los procesos que afectan a la melanina y que pueden dar lugar a manchas y pigmentaciones.
¿Qué es la melanina?
La melanina es el pigmento oscuro que hay en algunas células del cuerpo que produce la coloración de la piel, el pelo y los ojos, entre otras funciones. Se sintetiza a partir del aminoácido de tirosina, mediante reacciones químicas que se dan en el melanosoma, cargado de melanina, y se distribuye por la piel mediante los queratinocitos a través de sus dendritas.
En realidad, existen dos tipos melaninas distintos en el cuerpo humano que crea los distintos matices de color en la piel y el cabello. Por un lado está la Eumelanina, con un pigmento pardo o negro; por otro, la Feomelanina de un pigmento amarillo o rojo-parduzco. Dependiendo de la proporción de cada una de ellas, se crearán los matices de color de la piel y el cabello.
¿Qué es la melanogénesis?
La melanogénesis es el conjunto de procesos que regulan la síntesis de los pigmentos melánicos, es decir, es la responsable del tono de la piel y se ve afectada por distintos factores como la luz ultravioleta de los rayos solares, los estímulos hormonales o los factores genéticos, entre muchos otros que afectan hormonalmente a la piel.
Para entenderlo de un modo sencillo, los factores externos e internos regulan la secreción de una hormona, MSH, pero puede verse afectada de muchas formas como medicamentos (ej. anticonceptivos) o la propia irritación de la piel por agresiones o afecciones.
Si cada melanocito nutre a unos 35-40 queratinocitos, cuando los melanocitos elevan su fabricación de melanina se llama hiperpigmentación melanótica, mientras que cuando aumenta el número de melanocitos activos acuña el nombre de hiperpigmentación melanocítica.
¿Qué causas producen la mancha?
Las causas por las que aparecen las manchas y las alteraciones de melanogénesis en la piel son muy variadas; de hecho, habitualmente se puede observar una mezcla de motivos.
El modo de vida, la alimentación, el tabaquismo o el estrés son algunos factores que pueden desencadenar en una hiperpigmentación. El propio proceso de envejecimiento, contacto con ácidos como los de las frutas o enfermedades como la insulina o la diabetes pueden afectar mucho a la uniformidad del tono de la piel.
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Tipos de manchas en la piel
Nuestra piel puede sufrir muchos tipos distintos de manchas en base a su origen, evolución y tratamiento. Debemos tener en cuenta que las manchas son un reflejo de la vida y debido a la memoria de la piel, las agresiones sufridas durante la vida pueden pasar factura con el paso del tiempo, como en el caso de la exposición solar que puede dar lugar a la mancha años después.
En ocasiones, las manchas también son un reflejo de nuestra situación. Así, hay manchas asociadas a ciertas enfermedades como la diabetes tipo II y la obesidad como la Acantosis Nigricans que se produce en zonas de pliegues cutáneos como cuello, nudillos, axilas, codos, rodillas o bajo los senos.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales son un factor importante para la aparición de manchas y, de hecho, se conoce como Cloasma a las manchas amarillentas de origen hormonal que sufrimos en la piel. Esos cambios hormonales también pueden dar lugar a otras afecciones como el acné, que puede dejar manchas post-acnéicas en la piel; la PIH (Hiperpigmentación Post Inflamatoria) se produce debido a las marcas del brote acnéico y puede producir manchas o marcas debido a la inflamación.
Además del Cloasma que hemos visto, hay muchos tipos de manchas en la piel que pueden ayudar a entender el origen de la mancha si sabemos dónde y cómo mirar. Por ejemplo, el melasma consiste en manchas irregulares con distinta tonalidad y colores pardos que afecta en torno a un 90% de las mujeres.
Las manchas más comunes
Las efélides, más conocidas como las famosas pecas, son muy comunes y pueden tener lugar por una mutación genética o por la exposición solar. Físicamente, son pequeñas y poseen un tono marrón-rojizo.
Por su parte, el Nevus o lunar me resulta muy interesante. Se trata de unas manchas más planas, con bordes definidos e incluso pueden tener cierto relieve. Tienen distintas tonalidades como marrones, pardos o negros y pueden aparecer desde el nacimiento o surgir con el paso del tiempo, así como ir variando con el paso de los años; no en vano son neoformaciones de melanocitos agrupados que forman lunares. De nuevo pueden ser congénitos o adquiridos por factores hormonales o radiación solar. Es importante revisarlos periódicamente con personal cualificado para descartar posibles melanomas.
Las denominadadas “manchas café con leche” suelen darse por una reproducción de bacterias en la piel, deshidratación, erupciones cútaneas, cambios vasculares o fotosensibilidad causada por ciertas agresiones como perfumes, depilaciones o medicamentos.
Manchas solares vs. Manchas seniles
La fotosensibilidad puede general y, de hecho genera, manchas en la piel, pero no necesariamente tiene que ver únicamente con la exposición solar, ya que la fotosensibilidad se puede deber a muchos factores como medicamentos, exponerse tras una depilación, etc.
Incluso el perfume puede desencadenar esa fotosensibilidad, al igual que el líquido de la naranja o el limón si nos lo damos y luego no lo retiramos antes de exponernos al sol (por ejemplo, en una fiesta te mojas y te secas, pero no retiras bien el ácido de la piel con agua). Este tipo de manchas causadas por frutas como la mandarina o plantas como la ortiga, son pequeñas y oscuras y se conoce normalmente como Fitofotodermatitis.
Las manchas solares son manchas marrón claro sin relieve y bordes definidos y muchas personas debaten sobre su relación con las manchas seniles, debido a que las manchas seniles suelen reflejar también la factura del sol sobre la piel. De hecho, hoy se sabe que las manchas seniles son diferentes según de cómo se hayan producido.
Así, en la vejez intrínseca los expertos nos cuentan que la piel es más lisa, suave y homogénea con arrugas, atrofia, pero menos manchas que en el envejecimiento extrínseco, donde la textura de la piel es más áspera y la piel más gruesa, con manchas y arrugas más profundas.
Hipopigmentación
Parece que siempre que hablamos de manchas pensamos en las hiperpigmentadas, pero también encontramos casos de hipopigmentación que se producen por una reducción de melanina o por una carencia total como en el caso del Vitíligo o la Pitiriasis Alba típica de los pequeños de la casa.