El cáncer de mama es una enfermedad donde las células de la mama empiezan a cambiar y se multiplican sin control. Existen muchas variables que dan lugar a distintos tipos de cáncer de mama y distintos grado de gravedad. Puede iniciarse en distintas zonas de la mama, entre las que destacan:
- Lobulillos: glándulas que producen leche. En este caso, se conoce como Carcinoma lobulillar infiltrante.
- Conductos: tubos que transportan leche al pezón. Aquí estaríamos hablando de un Carcinoma ductal infiltrante.
- Tejido conectivo (fibroso y adiposo): rodea y sostiene la mama. En este caso, se conocería como sarcoma, aunque es menos habitual que los anteriores.
Hoy repasamos algunos de los tratamientos contra el cáncer de mama, mientras conocemos un poco más a fondo este tipo de cáncer que se corona como uno de los más comunes de nuestro tiempo.
Tratamientos contra el cáncer de mama
Los tratamientos contra el cáncer de mama dependen mucho del tipo de cáncer y estadio en el que se encuentre; entre otros como el subtipo de tumor, presencia de mutaciones o los marcadores genómicos. Por eso, el plan de tratamiento dependerá también de la condición particular de la persona, como su edad, estado de salud o enfermedades relacionadas como la menopausia; por los cambios hormonales que implica.
Cirugía
La cirugía del cáncer de mama consiste en extirpar el tumor y parte del tejido circundante sano y permite evaluar los ganglios linfáticos de la axilas.
Los tipos de cirugía incluyen los siguientes:
- Lumpectomía, mastectomía parcial, cuadrantectomía o mastectomía segmental. Consiste en la extirpación del tumor y de un pequeño margen de tejido sano sin cáncer alrededor del tumor; de forma que queda la mayor parte de la mama. En general después de la cirugía en los casos de cáncer invasivo, se puede recomendar radioterapia en el tejido mamario restante.
- Mastectomía. Se trata de una extirpación total de la mama; en algunos casos, se puede conservar el pezón o la piel.
- Extirpación del ganglio linfático. Según el caso puede llevarse a cabo una biopsia del ganglio linfático centinela para ver si es necesario realizar un vaciado de los ganglios linfáticos axilares.
- Cirugía reconstructiva (plástica). Tras una mastectomía o lumpectomía se suele plantear una reconstrucción mamaria; a veces, incluso se hace en el mismo momento de la operación en lo que se conoce como reconstrucción inmediata. Otras más adelante, en la reconstrucción tardía; donde se suele contar con prótesis mamarias externas temporales para utilizar de forma externa mientras llega la operación.
Radioterapia
La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas de alta potencia para destruir las células cancerosas; de hecho, es muy habitual que se combine con otros procesos del tratamiento de la lucha contra el cáncer. De nuevo, podemos encontrar distintos tipos de radioterapia: adyuvante si se administra después de la cirugía o neoadyuvante si se aplica antes de la cirugía para disminuir el tamaño de un tumor; y se puede aplicar de distintas formas.
- Radioterapia con haz externo. Se aplica desde una máquina fuera del cuerpo y es el más frecuente.
- Radioterapia intraoperatoria. La radiación se administra usando un catéter en el quirófano.
- Braquiterapia. Se administra colocando fuentes radiactivas en el tumor.
La radioterapia puede tener efectos secundarios como fatiga, hinchazón de la mama, enrojecimiento, aparición de manchas, dolor o picor, entre otros. El programa de la radioterapia dependerá, un vez más, de las condiciones del paciente y la situación del cáncer.
Terapia sistémica: medicamentos contra el cáncer de mama
Hay medicamentos capaces de destruir las células cancerosas; se administra mediante el torrente sanguíneo para llegar a las células cancerosas en todo el cuerpo. Dentro de este grupo encontramos tratamientos como:
- Quimioterapia. Trata de destruir las células enfermas y puede administrarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y disminuir el riesgo de recurrencia. Existen muchos tipos de fármacos y de pautas para tomarla según sea el caso.
- Terapia hormonal o endocrina. Eficaz para tumores que positivos en RE o RP al tratar de controlar el crecimiento. Ayuda a reducir un tumor, facilitar la cirugía o disminuir el riesgo de recurrencia.
- Terapia dirigida. Se dirige a los genes o a las proteínas específicos del cáncer, bloqueando el crecimiento y la diseminación de las células cancerosas; además de limitar el daño a las células sanas.
- Inmunoterapia o terapia biológica. Estimula las defensas naturales para restaurar la función del sistema inmunitario. Se suele utilizar para tratar el cáncer de mama avanzado o metastásico.
La prevención, el mejor tratamiento contra el cáncer de mama
El cáncer de mama uno de los tipos de cáncer más comunes, con más de 2,2 millones de casos en 2020, según la Organización Mundial de la Salud; de hecho, cifran la cifra de fallecidas en en torno a 685.000 mujeres por esta causa solo en el mismo año. Si tienes serte y vives en uno de los países del primer mundo tu tasa de supervivencia a cinco años es mayor al 90%, mientras en los países más pobres pueden llegar a un disparatado40%.
Aún nos queda mucho camino por recorrer para comprender a fondo la enfermedad y conseguir obtener tratamientos eficaces y efectivos, pero cada día existen nuevos avances que permiten mejorar tanto la detección como un tratamiento eficaz; lo menos invasivo posible para cada caso. Por ello, una detección precoz es fundamental para tratar a tiempo el cáncer de mama.
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