Sudar en verano, un bien multifunción

Sudar puede resultar desagradable, pero la realidad es que es muy importante para mantener el cuerpo en condiciones óptimas. Durante el verano, el incremento de las temperaturas produce mayor cantidad de sudor con la intención de ayudar a permanecer al cuerpo fresco; ya que se trata de un mecanismo natural para disipar el calor corporal.
Por norma general, cuanto mayor es la temperatura, mayor sudor se produce; aunque también afectarán los niveles de humedad el ambiente dependiendo de la zona en la que te encuentres. Del mismo modo, la producción de sudor se incrementa con la actividad física para permitir la refrigeración interior.
Repasamos qué ocurre cuando sudas en verano y cómo puede combatir el incómodo exceso de sudor; más allá de los clásicos baño refrescantes.
Las glándulas sudoríparas que producen el sudor
Las glándulas sudoríparas son las responsables de ese sudor y varían según la persona; por ejemplo, las mujeres poseen más que los hombres, pero las de ellos son más activas. Su función: excretar agua con sales minerales para conseguir esa reducción de la temperatura interna.
Hoy sabemos que el sudor es una mezcla compuesta en torno a un 99% agua y un 1% de otros componentes como sales, minerales y grasa.
Así, mediante el sudor, el calor corporal interno comienza a salir hacia el exterior y eliminamos toxinas. Por ejemplo, se pueden detectar en el sudor algunas drogas, medicamentos o el consumo de alcohol.
Según distintos estudios, nacemos con aproximadamente entre 2 y 4 millones de glándulas sudoríparas. Éstas se desarrollan a lo largo de la vida hasta la pubertad; donde se terminan de activar todas. Es interesante saber que están conectadas por conductos entre sí.
Respecto a la ubicación de las glándulas sudoríparas, normalmente están repartidas por todo el cuerpo; pero se dan en mayor concentración en zonas que favorecen la expulsión de calor como palmas de las manos o pies, las axilas y la frente. Por eso, durante el verano es más común sudar por ellas.
¿Cómo se regula el sudor?
Aunque es normal sudar en verano, no siempre llega en buen momento dentro de los condicionantes sociales.
Más allá de la hiperhidrosis, una alteración que produce sudoración anormal y excesiva sin lógica ni control, la sudoración puede resultar incómoda. Este es el motivo por el que muchas personas tratan de combatir sus efectos.
Por ello, es normal ver en el mercado productos anti-tranpirantes como los desodorantes con ingredientes activos como el cloruro de aluminio hexahidratado, conocido por su función antitranspirante.
También existen algunos tratamientos específicos para conseguir controlar el sudor. Sin embargo, el sudor es necesario, especialmente si estaos expuestos a altas temperaturas durante el verano, para evitar que el calor en exceso produzca daños funcionales a nuestro organismo.
Una buena forma de controlar el sudor es controlar las condiciones ambientales y buscar espacios frescos que no incrementen la necesidad de disipar el calor interno. Si no tienes más remedio que exponerte al sol, puedes optar por buscar tejidos transpirables y frescos como el algodón que ayuden a disipar ese calor que se acumula a nuestro alrededor.
El sudor no huele en sí mismo
Es importante saber que el sudor, en sí, no debería tener olor como norma general. Por eso, aunque sudes más en verano no tiene porqué significar que tu olor corporal vaya a ser más desagradable que en otros momentos.
Habitualmente, el olor del sudor se produce porque existen micro-organismos que aprovechen de la humedad para asentarse y su actividad es la responsable del mal olor asociado al sudor. Por eso, muchos desodorantes concentran su actividad en combatir esa proliferación de bacterias que puedas causar el mal olor a o largo del día.
Otros tratamientos contra el sudor en verano
Existen otros tratamientos más agresivos para controlar el sudor como la inyección de toxina botulínica (o botox) tipo A, que bloquea las glándulas sudoríparas.
Otro ejemplo de tratamiento más agresivo para combatir el sudor sería la iontoforesis, donde una corriente eléctrica de bajo voltaje que hace que las proteínas superficiales de la piel se coagulen y bloqueen parcialmente los conductos sudoríparos.