#Review Cepillo de Bambú Mínima Organics, el cuidado bucal sostenible
Hace poco os presentaba la pasta de dientes de Mínima Organics, un producto natural, sostenible y ecológica que está cambiando nuestra forma de cuidar la higiene dental de un modo mucho más sostenible y con sello Made in Spain.
Fundada por Andrea Vázquez y Juliana Montaño, poco a poco vamos descubriendo a una firma que pasará a la historia por revolucionar el mercado de la higiene bucal en plena pandemia. Hoy nos toca pasar por el ojo crítico a otro de sus productos estrellas: sus Cepillos Dentales de Bambú. No en vano, se estima que una persona puede utilizar en torno a unos 300 cepillos de dientes a lo largo de su vida.
El bambú es un material muy utilizado por los proyectos socio-responsables como este porque es un elemento de rápido crecimiento y que puede descomponerse de manera natural en la tierra tras un periodo de entre medio y un año. Habitualmente, su recolección no produce deforestación de los bosques y, de hecho, se sabe que absorbe en torno a un 30% más de CO2 que otras especies de árboles.
Sobre los Cepillos de Bambú Mínima Organics
Los cepillos biodegradables Mínima de bambú, 100% Libre de BPA (bisfenol), poseen un mango de bambú 100% biodegradable y cerdas de Nylon 610 derivadas del aceite de ricino, apto para encías sensibles. Este detalle es importante porque el hilo tradicional de nylon no es biodegradable; de forma que acaba siendo ingerido por animales de los océanos.
La firma española elige el bambú por ser uno de los materiales que más rápido crecen de forma natural en el planeta; sin necesidad de químicos que lo protejan. En concreto, se utiliza bambú moso que no sirve para la alimentación de los osos panda y que hace posible que los cepillos cuenten con la certificación forestal estándar FCS.
Con un packaging fabricado con cartón reciclable, disponible en Azul, Blanco, Aqua, Rosa y Verde; con tintes, obviamente, libre de tóxicos. Los cepillos sostenibles de bambú Mínima Organics posen un diámetro de las cerdas de 0.18mm y el bambú que las sostiene tiene un tamaño habitual para un cepillo de dientes (la capa es de 25x15x195 mm para que te hagas una idea del tamaño).
Los profesionales recomiendan cambiar el cepillo dental cada 3 meses aproximadamente; de ahí la importancia de conseguir un cepillado eco-responsable con una rápida degradación. Mínima Organics recomienda secar bien cepillo tras cada limpieza para optimizar su vida útil.
Opinión y experiencia de uso con los cepillos dentales ecológicos
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El cepillo de dientes de bambú Mínima posee una dureza media (la que habitualmente utilizo en casa), por lo que el cepillado es suave y respetuoso con las encías, pero permite una limpieza profunda de la superficie de los dientes sin crear agresión en la encía o en el propio diente.
Su diseño de cabezal en forma oval con cerdas de distintas alturas que forman como una ola en el diseño visual, es muy cómodo para cepillar todos los rincones de la boca. ¿Lo mejor? Saber que mantienes una buena higiene mientras reduces tu impacto sobre el planeta con pequeños gestos como la higiene bucal diaria.
Al principio, la sensación de utilizar un cepillo de bambú es algo diferente a utilizar un cepillo de plástico porque, aunque están perfectamente acabados para tener una superficie lisa, sin astillado y compacta, tiene un ligero regusto a madera que resulta diferente la primera vez que lo introduces en la boca. En realidad, es solo una sensación a la que enseguida una se habitúa.
Tengo que confesar que soy amante de los capuchones en los cepillos de dientes por la higiene y, gracias a este nuevo cepillo de bambú, he podido descubrir y aprender que los cepillos con los capuchones son todo un criadero de bacterias.
Como la propia firma española indica, los cepillos de dientes veganos y sostenibles mejoran mucho los residuos y nuestra responsabilidad medioambiental frente a sus competidores tradicionales, pero, si realmente quieres ser ecológico al 100%, es interesante que sepas que las cerdas tardan más en degradarse; de esta forma, recomiendan quitar las cerdas al desechar el cepillo en el contenedor amarillo por separado del mango.