#MujeresconHistoria Betty Page, de la libertad sensual femenina
Esa famosa mujer pin up explosiva, morena con flequillo recto y una sensualidad innegable que muchas personas se tatúan en el cuerpo o utilizan para sus diseños están inspirados en una mujer revolucionaria que dio un paso adelante respecto a las mujeres de su década para presentarnos una mujer liberada, fuerte y con mucha personalidad.
Betty Page es, sin duda alguna, la reina de las pin-ups y da igual cuántos años pasen desde que nos dejase en 2008, su carácter sigue muy presente en la mente de diseñadores y famosos para crear sus looks más rebeldes. De hecho, pocas mujeres pueden jactarse de haber enviado a tantos hombres a la cárcel como ella, ya que en Estados Unidos existía una normativa por la que no se aceptaban contenidos obscenos y, sin embargo, muchos se la jugaron solo por el placer de poder disfrutar de su carácter sexy y extrovertido.
Bettie Page nació un 22 de abril de 1923 y desde temprana edad se interesó por el mundo de las películas, el vestuario y maquillaje; de hecho, aprendió a coser para realizar su propia lencería y moda de baño, creando un estilo propio que llega hasta nuestros días. Tras intentar sin éxito abrirse paso en Hollywood, se mudó a Nueva York donde comenzaría sus sesiones de fotografía que la hicieron tan famosa.
La vida de una pin up
En los años 50 las carreras de las pinups duraban más bien poco, se las explotaba unos meses con fotografías y pronto pasaban a la siguiente para no aburrir al público. Las Pin ups realizaban fotografías sensuales que se comenzaron a popularizar en los años 40 como fotografía artística que burlaba las restricciones sobre los desnudos y en su mayoría eran tapaderas para encubrir la creación pornográfica. De hecho, se estima que las modelos ganaban en torno a 25 dólares al día por este tipo de trabajos, precisamente porque debían mostrar una gran parte de su cuerpo.
En el caso de Betty Page supo combinar el equilibrio entre sensualidad y dulzura para mantenerse en la cima todo lo que la legislación de su tiempo le permitió. De hecho, posó para el fotógrafo Irving Klaw desde 1952 hasta 1957, una relación muy larga para la época gracias al equilibrio entre el misterio y la sensualidad. De hecho, el fundador de Playboy, Hugh Hefner, la seleccionó como fotografía central de la Playmate del mes de enero de 1955 con una Betty Page vistiendo sólo un gorro de Santa Claus y arrodillada frente a un árbol de Navidad.
Betty Page era esa chica amable e inocente que daba rienda suelta a la perversión con un carácter abierto que le permitió posar para fetichismo, bondage, sumisión o sadomaso, entre otras tendencias. Así, dentro de su estilo bien cabía un vestido floral muy decentes y apropiado para la sociedad con los zapatos de tacones infinitos y pulsera en el tobillo dando un toque sensual que volvía loca a la sociedad de la época.
Su carrera se vio truncada por el Subcomité de Delincuencia Juvenil del Senado, ya que tras la muerte de un joven en una sesión bondage se dijo que estaba inspirándose en ella y, además de tener que declarar, supuso el final de las fotografías de este tipo y las películas de Irving Klaw que tanta reputación la habían dado. De hecho, se incautaron muchos de los negativos de sus fotos que fueron destruidos, aunque muchos otros se guardaron para ser expuestos muchos años después ante una sociedad más preparada para afrontar este tipo de tabúes.
Tras esta experiencia, en 1959, se convirtió al cristianismo e, incluso, hizo algún voluntariado para ayudar a personas desfavorecidas, alejándose poco a poco de los momentos más revolucionarios de su carrera.
Durante los años 80 hubo un resurgir de Betty Page que puso tanto su peinado como su estilo de vestir en el punto de mira y, pronto, se convertiría en una tendencia seguida por todas aquellas mujeres que en plena explosión de libertad quisieron hacer alarde de su sexualidad al estilo Page, creándose el icono frente al mito con películas, diseños, tatuajes, libros, cómics o, incluso, concursos con su nombre.
Los momentos más complicados de Betty Page
El Comstock de 1873 prohibía el envío de material por correo que fuera lascivo, como el erotismo que no tenía importancia artística, científica o política. Dentro de los documentos de la investigación realizada por el FBI, Betty Page aparecía en casi todas las publicaciones relevantes y en varias ocasiones tuvo que declarar por ello.
Sin embargo, ese carácter fuerte y asociada al mundo del erotismo escondías una mujer fuerte de padres divorciados donde su padre ya había abusado de ella cuando la artista tenía apenas 13 años (claro que eso nunca ha estado tan perseguido como las fotografías eróticas en la época). Se trata de una mujer que estudió actuación mientras se formaba en una licenciatura de arte que terminó en 1944.
Sin embargo, en 1949, el oficial de policía Jerry Tibbs le ofreció hacer un portafolio para que pudiera iniciarse como modelo pin-up cautivado por sus virtudes y ella, de carácter extrovertido y habiendo ya sido abusada físicamente por su padre, no tuvo ningún reparo en mostrar su cuerpo públicamente de una forma natural.
La presión social y legal, así como el estrés de su éxito la llevaron a una depresión y dos años de aparecer en Playboy se retiró del modelaje para descansar en California donde tiempo después sería arrestada por atacar a su casera tras un colapso nervioso que acabó por internarla en un psiquiátrico con un diagnóstico de esquizofrenia.
Finalmente, la gran Bettie Page murió el 11 de diciembre de 2008 debido a una neumonía en un hospital de Los Ángeles que le produjo un paro cardiaco, a los 85 años de edad.