Hábitos refrescantes para este verano
Con la llegada del verano nuestro cuerpo se revoluciona. La rutina se nos hace más pesada y los fines de semana combinan un calor cada vez más aplastante con las ganas de vivir experiencias que nos permitan disfrutar de ese buen tiempo.
Hoy repasamos planes, hábitos y actividades refrescantes ideales para disfrutar del verano combatiendo las altas temperaturas.
Vive experiencias refrescantes
A menudo no podemos pasarnos todo el verano viajando, pero sí podemos encontrar esos momentos que nos permitan evadirnos y sentirnos renovados. Acudir a la piscina, a la playa o escaparse a la montaña para hacer una ruta puedes ser opciones muy interesantes, pero a menudo no disponemos del tiempo necesario para acudir a ellos a diario.
Puedes combinar estos viajes de ensueño con las distintas actividades gratuitas y de pago que tienen lugar en todas las ciudades y pueblos durante la época estival como pueden ser los cines de verano, las fuentes cibernéticas o las distintas actividades en zonas más rurales como gincanas o ferias.
En verano nos sentimos por lo general más relajados, lo que potencia el descanso y nos incita a disfrutar de las pequeñas cosas. Realiza actividades con amigos y familiares, verás como tu estado anímico mejora día a día y hace que el calor sea más llevadero; puedes optar por planes refrescantes como ir a un parque acuático o a una piscina natural.
Inicia una rutina de deporte adaptada al verano
Realizar deporte durante el verano es una actividad saludable si se realiza de modo adecuado; te permitirá mantener el tipo, mejorar la salud y disfrutar del buen tiempo si te animas a hacer deporte al aire libre para sacar más partido a las horas de luz. Por eso, el verano está considerado como un buen momento para comenzar a hacer deporte, adquiriendo rutinas que sean más apetecibles que durante el invierno, siempre respetando unas medidas de seguridad que adapten la rutina a las temperaturas y el «sopor» veraniego.
Salir a caminar es un hábito saludable al alcance de cualquier persona con múltiples beneficios para la salud, pero también puedes optar por el viento en tu rostro al ir en bicicleta o salir a correr; elige el deporte que quieras, pero para evitar acabar frustrado por el calor elige las primeras horas del día o las últimas de la tarde para evitar que una actividad saludable acabe convertida en un desastroso accidente. También puedes optar por deportes acuáticos que serán de lo más refrescante.
No olvides que al realizar deporte perderás mucho líquido aparte del que ya de por sí perdemos en verano, por lo que no olvides hidratarte a menudo e, incluso, reponer las sales minerales que hayas perdido en el caso de deportes de alta intensidad.
Adapta tu nutrición para un verano refrescante
Como hemos comentado, mejorar la ingesta de agua para controlar la hidratación será muy importante. El consumo de agua adecuado dependerá del sexo, físico, edad, clima y nivel de actividad, etc. En general, se acepta que en verano los adultos el consumo óptimo se fije en torno los 3,7 litros diarios en los hombres y 2,7 litros de agua en mujeres.
Si te cuesta ingerir agua puedes optar por incluir aguas con sabores incluyendo rodajas de limón o naranja en una jarra con agua, así como menta o hierbabuena para dar un toque diferente. También hay quien opta por el té frío para mantenerse frescas, hidratadas y repletas de energía.
También es importante incrementar el consumo de frutas y verduras para mantener una dieta saludable y refrescante. Una buena ensalada o un zumo casero nos ayudará a mantener el cuerpo hidratado con las vitaminas y nutrientes necesarios para el cuerpo.
Protégete del sol
A pesar de que cubras tu piel con prendas del algodón, a pesar de que utilices sombreros o protección solar constante, debes tener claro que el sol te perjudica a muchos niveles; evitarlo será un tip básico e imprescindible.
Por eso, en verano es importante intentar evitar esas horas de máximo calor y de máxima incidencia de los rayos solares para mantener nuestra piel libre de agresiones y nuestro cuerpo libre de los nocivos efectos del calor excesivo que van más allá de la deshidratación y que puede causar dolores de cabeza o cortes de digestión, según con qué situaciones se combine.
Buscar la sombra será, por tanto, muy sabio, pero también puedes aprovechar para descansar a esas horas y disfrutar un poco más la noche cuando el calor se ve reducido; se trata de adaptar la rutina al clima dentro de tus posibilidades.