Comunicación Asertiva, el plus que mejorará tu vida
Todos somos inteligentes y todos sabemos comunicarnos; o eso queremos creer. La realidad es que el lenguaje es completo, incluye comunicación verbal y no verbal y no siempre somos capaces de controlar nuestras emociones para tener una comunicación de éxito en cualquier situación profesional o personal.
La comunicación asertiva es una habilidad social que nos permite relacionarnos de forma consciente, expresando nuestras ideas, argumentos o deseos de una forma clara, comprensible y honesta con nosotras mismas, a la vez que nos permite lanzar mensajes con respeto, de forma congruente y equilibrada.
En realidad, para mí, es el único tipo de comunicación de éxito a largo plazo porque una postura más agresiva, sumisa o pasiva solo traerán más problemas y negatividad a nuestra vida al no tener en cuenta las emociones y necesidades de todas las partes en la comunicación. Obviamente, hablar pensando en todos los factores que giran en torno a la comunicación no es sencillo, se requieren años de estudios y práctica para dominarla, pero las nociones que hoy te dejo te ayudarán a mejorar tus relaciones diarias, tanto personales como laborales.
¿Qué es comunicación asertiva?
La comunicación asertiva implica hablar desde la autoconfianza, pero sin intentar herir o perjudicar a la otra persona, por mucho que en un momento dado nuestras emociones estén deseando machacar a alguien; a veces por necesidad emocional, otras porque, simplemente, estamos en una posición por la que podemos hacerlo. Es decir, la comunicación asertiva tiene en cuenta tus opiniones y emociones, pero también las de la otra persona.
La comunicación asertiva es práctica a la hora de hacer valer nuestros intereses, de manejar conflictos, de negociar o controlar conversaciones concretas. A la vez, permite analizar desde un punto de vista externo las situaciones personales por lo que también ayuda a la hora de tomar decisiones y solicitar cambios de actitud en situaciones de forma directa, pero sin causar una ofensa que bloquee a la otra persona y nos aleje de nuestro objetivo.
Al final, se trata de entender los riesgos que se asumen en una conversación y valorarlos antes de ejecutar para obtener una comunicación de éxito para cada persona y en cada momento.
¿Qué elementos definen la comunicación asertiva?
Para llevar a cabo una comunicación asertiva de éxito, es importante tener en cuenta distintos factores, aprender a dominarlos en una conversación y entender los límites del lenguaje, tanto corporal como verbal. Los más importantes son:
- Inteligencia emocional. Es importante saber manejar y controlar nuestras emociones, ya que a menudo las formas nos hacen perder la razón o perder la batalla dialéctica.
- Empatía. Como venimos comentando, es importante ponerse en el lugar del otro a la hora de lanzar mensajes porque su contexto y experiencia será determinantes para que capte el mensaje y para que comparta nuestro punto de vista.
- Argumentación. Además de ser sincera al expresar tus ideas desde el respeto y hablar con libertad, debes buscar argumentos que justifiquen tu punto de vista para ayudarte a convencer a la otra persona de que nuestro mensaje es interesante de escuchar o seguir.
- Respeto. Además del autocontrol, es importante respetar todos los puntos de vista; esto es importante para enriquecer la conversación, muchas veces puede ampliar nuestro punto de vista y, en cualquier caso, para convencer a alguien primero debes entender qué piensa y porqué para poder rebatirlo.
- Escucha Activa. Implica entender a la otra persona, escucharla, entender el mensaje que quiere hacernos llegar más allá de las palabras que utilice para expresarlo.
- Hablar en positivo y agilidad. Dar muchas vueltas a un mismo asunto puede no tener los efectos deseados a menos que se emplee como una técnica asertiva concreta. Ser positivo a la hora de lanzar los mensajes conseguirá que sea más fácil para la otra persona escucharnos y entendernos.
- Seguridad. No se debe confundir la empatía con la inseguridad. Lanzar un mensaje claro y contundente puede respetar a los demás, pero lanzar mensajes desde la falta de confianza te hará perder la autoridad sobre el mensaje.
- Interacción directa. Mirar a los ojos, ser claros en los mensajes sin dar rodeos, utilizar la primera y segunda persona, etc. es básico para conseguir la atención de la otra persona. Si lanzamos mensajes complejos o muy rebuscados es posible que la otra persona no te entienda y que, incluso si te da la razón, no hayas conseguido convencerla y repita en el futuro la conducta que dio lugar a la conversación, por ejemplo.
- Coherencia. Si durante una discusión empezamos a mezclar ideas o nos vamos por los cerros de Úbeda puede que creas que has ganado la batalla, pero probablemente haya sido tal la derrota que la otra persona pase directamente de rebatirte al ver que ni siquiera eres coherente en los mensajes.