1. Exfolia la piel antes de empezar a aplicar el producto. Despejarás la piel de células muertas y conseguirás dar un aspecto más uniforme, aparte de la sensación extra de suavidad que conseguirás. Además, exfoliar la piel ayuda a que el bronceado dure más tiempo
2. Se aplica con la piel bien seca. Si hay humedad el producto no se absorberá igual en todas las zonas dando lugar al desastre. Si acabas de salir de la ducha los expertos recomiendan esperar un tiempo para aplicar el producto, así como esperar unos 5 o 10 minutos antes de vestirte de nuevo para permitir una absorción uniforme
3. Por el mismo motivo, si tienes que depilarte hazlo antes de aplicar el autobronceador. ¿Alguna vez has venido morenita natural de la playa, te has puesto un tirón de cera y has suspirado al ver que se te quitaba parte del moreno?. En este caso lo notarás todavía más, así que evita depilarte tras aplicar el producto y estarás más cerca de esa superficie lisa y uniforme en tu piel.
4. Los expertos recomiendan lavarse las manos varias veces durante la aplicación para evitar que el color se fije en tu piel. De igual modo, si al finalizar ves que te han quedado un poco manchadas, lo ideal para que salga el color es aplicar agua caliente. Este es el mismo truco que recomienda Sanna Franklin en el editorial donde habla del nuevo autobronceador Sun Zonde de Oriflame.
Nadie quiere parches en la piel, pero a veces es muy difícil que no aparezcan. Si v es que una zona está más oscura, humedécela con agua caliente. Si no es suficiente, repítelo al día siguiente.
5. Los expertos recomiendan aplicar crema hidratante después del bronceado para evitar la piel de naranja.
En cualquier caso, como digo, no soy consumidora de este tipo de productos y, quizás por la falta de necesidad en mi caso, prefiero evitar recurrir a ellos. En todo caso, es tu decisión.
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