#ActivosCosmeticos Urea, hidratación y exfoliación para una piel bonita
La Urea es un activo utilizado desde hace tiempo en fórmulas cosméticas para el cuidado de la piel. Realmente es un compuesto que se da de forma natural en el cuerpo humano y en otros mamíferos, especialmente se puede observar en procesos de eliminación de residuos como retirar el exceso del nitrógeno o en el sistema de retención de líquidos.
La Urea natural se forma en el hígado y es el resultado de la acción del metabolismo. Por ello, no es sorprendente saber que la urea se encuentra principalmente en la orina, en las heces o el sudor, aunque la urea incluida en cosmética cuele ser de origen inorgánico mediante procesos químicos. A pesar de la reticencia que saber esto pueda causar, es un compuesto inoloro y sin color que no es tóxico.
¿Qué es la Urea?
Como hemos visto, la urea es un producto del metabolismo asociado a las proteínas. Se trata de un activo cosmético que funciona como actor hidratante y queratolítico, es decir ayuda a suavizar la piel al mejorar el nivel de humedad y eliminar el exceso de descamación de la piel.
Cuando la concentración del activo es baja (en torno al 5-20%) suele aportarse para hidratar, mientras que en concentraciones más altas (superiores al 25-50%) entra en juego como agente exfoliante. Ten en cuenta que a mayor concentración más irritación puede causar en la piel, por lo que no podríamos utilizar la urea de forma pura en la piel.
No obstante, las concentraciones superiores al 40% suelen ser productos para uso profesional porque requieren control para garantizar la seguridad. En concentraciones superiores al 50% se considera como un uso para tratamientos agresivos (por ejemplo, se suele utilizar esta concentración para problemas muy graves en las uñas).
La urea en el interior de tu cuerpo es un metabolito, que proviene normalmente de la degradación de proteínas; digamos que facilitar la eliminación de toxinas, el cuerpo realiza unas transformaciones sobre la urea para conseguir que sea más fácil de disolverlas en agua y, así, ser eliminado disuelto en sudor y orina. De hecho, se estima que en torno al 7% de los Factores de Hidratación Natural de la piel (NMF) del sudor se da gracias a estos procesos.
Propiedades de la Urea
La urea utilizada en cosmética es distinta a la producida de forma natural en el cuerpo y, si es posible, casi más perfecta, ya que se han desarrollado moléculas para jugar con sus propiedades de forma óptima y segura para la piel. Principalmente, la urea es conocida por su capacidad para humectar y mantener la hidratación en la piel, así como su capacidad para potenciar la exfoliación.
La Urea mejora la función barrera porque actúa en los queratinocitos, estimulando la síntesis de proteínas estructurales y mejorando así la capacidad protectora de la piel; ya que, además, estimula el sistema inmune de la piel, potenciando la acción de antimicrobianos por los péptidos de aminoácidos que estimula.
Indicada para pieles secas y muy secas, su capacidad para mantener la hidratación y estimular la síntesis de colágeno ha hecho que hoy en día sea un activo muy común en las cremas hidratantes con concentraciones en torno al 5 y el 10% de forma que ayuda a mantener la elasticidad de la piel y, por ende, ayuda a retrasar los efectos del envejecimiento.
En algunas ocasiones la encontramos combinada con el ácido salicílico para tratar durezas y callos en manos o pies.
La Urea es ya considerado como un activo tradicional en cosmética porque lleva varios siglos siendo aprovechada para tratar pieles secas y con afecciones como la hiperqueratosis, la psoriasis o la dermatitis; siempre en concentraciones muy bajitas o bajo control de un profesional.
Como comentábamos antes, sus concentraciones varían de un producto a otro. Con un 5-10% encontraremos sobre todo cremas hidratantes de uso cosmético diario, para aliviar pieles secas. En torno al 20% se da en exfoliantes suaves por su efecto descamativo y cremas para zonas conflictivas como los codos, las rodillas o los talones. No será hasta el 30-40% cuando aparte de la descamación veamos el efecto queratolítico.