¿Cada cuánto tiempo hay que hacerse un tratamiento facial en un centro estético?
A menudo me encuentro con personas que me preguntan cada cuánto tiempo deben acudir al centro de estética para recibir un tratamiento facial y lo cierto es que la respuesta no es fácil, ya que depende de las imperfecciones que se padezcan en la piel y de factores condicionantes como la edad, el estilo de vida o el clima de la zona donde se reside. No obstante hay algunas pautas generales que se pueden seguir para asegurarse un rostro de máxima calidad.
Como comentábamos, a falta de afecciones o imperfecciones graves en la piel que requieran un tratamiento específico para solventarlo, lo habitual es que la frecuencia de los tratamientos faciales venga determinada principalmente por la edad de cada persona y debe decidirse de acuerdo con un criterio experto tras valorar el estado de la piel mediante un diagnóstico profesional.
Antes de comenzar, debe quedar claro que el tratamiento en cabina es una parte del cuidado facial. Por muchos tratamientos en cabina que hagamos, si no mantenemos unas rutinas de cuidado diarias y semanales adecuadas no podremos culpar al profesional del envejecimiento de nuestra piel o de las afecciones que podamos sufrir. Los profesionales de la estética no siempre saben transmitir la importancia de esto, perdiéndose en la venta de productos, pero lo cierto es que más de un 50% del buen estado de la piel responde al día a día.
Como norma general, lo óptimo es que los clientes entre 14 y 30 años acudan al centro para recibir un tratamiento facial al menos una vez cada 2 meses para mantener una piel sana y equilibrada. En estas edades no es habitual encontrar grandes signos de la edad, pero su cuidado es fundamental para que en etapas siguientes de la vida el envejecimiento de la piel se retrase lo máximo posible.
Los clientes que se encuentren entro los 30 y los 40 años estarán acostumbrados a que les pauten una visita una vez al mes con su centro de estética para mantener la piel perfecta, aunque según el caso es posible que la pauta se amplíe a mes y medio, especialmente cuando la rutina de cuidado facial que siguen en casa es óptima y les permite mantener la piel en buenas condiciones por más tiempo.
El objetivo principal en estas edades es ralentizar el proceso de envejecimiento de la piel y prevenir y corregir los daños causados por factores internos y externos para evitar los signos del envejecimiento prematuro, así como para mantener a raya las primeras arrugas y líneas de expresión.
Sin embargo, como comentábamos al principio, a veces y a cualquier edad surge la necesidad de una serie de tratamientos una vez cada diez días o cada dos semanas para tratar afecciones concretas en la piel, especialmente cuando hay un problema específico como el acné en diferentes niveles de severidad, seborrea, pigmentación, extrema grasa o sequedad, cicatrices, sensibilidad, etc.
En estos casos es recomendable dejarse guiar por el profesional y preguntar mucho por los tratamientos que se nos están aplicando a fin de tener controlados los activos y los posibles cuidados residuales que puedan suponer (por ejemplo, trabajar con ácidos para quitar manchas requieren protección solar incluso en días nublados, etc.).
De igual modo, debes tener en cuenta que la piel necesita un tiempo para metabolizar y regenerarse por lo que es importante no saturar la piel con demasiados tratamientos paralelos, no te ayudarán a corregir la afección antes de tiempo.
Por su parte, los clientes mayores de 40 deben recibir un tratamiento facial como mínimo una vez al mes para mantener la firmeza y la juventud en el rostro. Este tratamiento mensual va a ayudar a la piel a imitar la regeneración de las células que se producen en la piel más joven y a rehabilitar el conjunto de las funciones epidérmicas y la apariencia de la piel.