Pezoneras: qué son, para qué sirven y cómo se utilizan
TEXTO COLABORADORES LE CLAN.
El uso de pezoneras de lactancia puede ser necesario para las madres con pezones planos, invertidos o doloridos y para los bebés que tienen problemas para agarrarse y mantener la succión. Aunque la prioridad es comprobar siempre la posición, el agarre, la frecuencia y la duración de la lactancia para saber si el bebé está siendo bien amamantado, es importante conocer el uso de pezoneras para proporcionar un apoyo adicional cuando sea necesario, como nos explican desde Lansinoh España, empresa puntera a nivel mundial en maternidad y lactancia.
Las pezoneras de lactancia proporcionan una barrera entre los pechos y la boca del bebé, por lo que eliminan parte de la presión de los pezones durante la lactancia. Una vez que se han superado las dificultades y el bebé se alimenta bien, se puede recibir orientación para continuar amamantando sin la pezonera. Sin duda, son muy útiles para superar las dificultades particulares de la lactancia, pero… ¿sabemos exactamente lo que son y para qué se utilizan?
Qué es una pezonera de lactancia, y cuando utilizarla
Es una cubierta flexible que se coloca sobre el pezón de la madre durante la lactancia. Su forma, textura y número de agujeros por los que fluye la leche pueden variar. El diseño tradicional se conoce como “sombrero mexicano”, ya que parece un pequeño sombrero con un ala ancha que cubre toda la areola. Otros diseños tienen secciones del borde recortadas para mejorar el contacto piel con piel entre la madre y el bebé, lo que se conoce como “pezoneras de contacto”.Las modernas están hechas de silicona fina y flexible, pero otras son de goma o látex. El grosor y la rigidez de la pezonera afectan a la cantidad de compresión que el bebé necesita aplicar para “vencerla” durante la succión.
Los pezones son todos diferentes y cambian de una toma a otra o según el bebé crece. Disponer de dos tamaños de pezoneras puede garantizar la comodidad y la eficacia del flujo de leche. Se aconsejan pezoneras cuando el bebé es prematuro, pequeño y la coordinación succión-deglución-respiración no está totalmente establecida, ya que está demostrado que su uso aumenta el volumen de leche.
“También, cuando la madre tiene pezones planos o invertidos, ya que puede dar forma ayudando a mejorar la capacidad del bebé para agarrarse a un pezón plano o a un pecho congestionado. O cuando la madre tiene una bajada de leche hiperactiva y el bebé tiene dificultades para controlar el flujo. Otras razones serían por anquiloglosia por parte del bebé (frenillo), cuando los pezones están dañados o doloridos al amamantar o por problemas para pasar del biberón al pecho, corriendo el riesgo de abandonar el bebé la lactancia materna antes de tiempo” – nos cuenta Laura Lázaro, responsable de marketing de Lansinoh España.
3 Datos a tener en cuenta antes de usar pezoneras
- Cuando las madres usan pezoneras de lactancia, debe considerarse la posibilidad de utilizar un sacaleches después de cada toma para ayudar a aumentar y proteger la producción de leche. Este consejo debe considerarse caso por caso, ya que depende de la producción de leche de cada madre.
- Las pezoneras de lactancia están pensadas para su uso a corto plazo. El objetivo es volver a dar el pecho sin pezonera lo antes posible, por ejemplo, después de una frenotomía por atadura lingual, o cuando el bebé se haya desarrollado lo suficiente como para agarrarse bien al pecho, o cuando el dolor del pezón haya mejorado.
- Su altura (de la pezonera) no debe superar la longitud de la boca del bebé, ya que tiene que tocar la unión entre el paladar duro y el blando y estimular al bebé a succionar, pero no demasiado grande como para provocar el reflejo de náusea. La madre debe llevar al bebé hacia el pezón utilizando la misma técnica necesaria para conseguir un agarre profundo en un pezón desnudo.
6 Tips para asegurar que el bebé se ha alimentado bien
- Reconocer y responder a las señales de alimentación, incluyendo la apertura de la boca, el giro de la cabeza, la búsqueda del pezón y la succión de los puños.
- Amamantar con frecuencia, al menos ocho veces en 24 horas.
- Revisar que el bebé esté contento y feliz después de la toma.
- Esperar un aumento de peso.
- Controlar el número de pañales húmedos (normalmente cinco o más a los 5 días) y sucios (al menos dos deposiciones a los 5 días) en un periodo de 24 horas.
- Los pechos deben estar blandos suaves y los pezones cómodos después de cada toma.