#Nutrición Almendras, el picoteo perfecto
Las almendras son un fruto seco conocido por sus propiedades beneficiosas para el organismo. Presente tanto como alimento, como en la industria de la belleza gracias a su contenido en elementos esenciales para la vida. Incluyen oligoelementos, así como minerales y vitaminas fundamentales como magnesio, calcio, hierro o vitaminas E y B.
Como seguramente sabes, las almendras son el fruto del almendro, un árbol que alcanza hasta 10 m de altura. Su fruto, en forma de lágrima, posee una cáscara dura y quebradiza de color marrón-beige. En su interior, se esconde una semilla comestible.
Respecto a su origen, la almendra se cultivó por primera vez en Asia. De ahí se produjo una expansión hacia Grecia y Roma y, gracias a Europa, terminó por extenderse también hasta América. Tal ha sido su éxito que el 16 de Febrero se celebra el Día Mundial de la Almendra.
Existen variedades dulces o amargas; pero en la actualidad principalmente se consumen las dulces que contienen un toque lechoso en su sabor y dos variedades habituales, las de cáscara blanda y las de cáscara dura. Las amargas, siempre de cáscara dura, se suelen reservar para otras industrias como la cosmética.
Composición nutricional de las almendras
Las almendras son una interesante fuente de grasas (principalmente monoinsaturadas), proteínas vegetales, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos insaturados y fibra (por encima de otros frutos secos). Posee contenido en hidratos de carbono y muy bajo en agua; por lo que, en general, podemos decir que posee un valor calórico relativamente alto. Así unas 20 almendras nos aportan unas 100 calorías.
Con alta capacidad saciante, las almendras también poseen algunas vitamina como la vitamina E, riboflavina, tiamina, niacina y folatos. Entre sus minerales, destacan el calcio, el hierro, el zinc, el potasio, el magnesio y el fósforo. De hecho, la Fundación Española de la Nutrición estima que:
«una ración de 25 g de almendras sin cáscara aporta el 18% de las ingestas diarias recomendadas de fósforo para la población de estudio […] una ración de 25 g de almendras sin cáscara aporta el 42% de las
ingestas diarias recomendadas de vitamina E para la población de estudio.».
Las almendras poseen un bajo índice glucémico, por lo que son aptas para personas con diabetes. Además, algunos organismos oficiales recomiendan consumir unos 25 gr de almendras al día (un puñado) para beneficiarse de todas sus propiedades y realizar un picoteo saludable.
Como curiosidad, comentar que las almendras amargas no se pueden consumir en crudo porque, aparte del sabor, contienen una sustancia natural tóxica, la amigdalina, a partir de la cual se forma el ácido cianhídrico. Por ello, siempre que se vaya a consumir debe ser cocinada para que pierda, con las altas temperaturas gran parte de esa toxicidad.
Beneficios de las almendras
Gracias a los compuestos presentes en las almendras, se definen como un fruto seco muy saludable para la salud en múltiples aspectos. Un buen ejemplo es su alto contenido en antioxidantes gracias a la vitamina E que ayudan a mantener el cuerpo en su mejor versión; controlando la oxidación celular y reduciendo el envejecimiento prematuro y que también ayuda a reforzar el sistema inmune (algo que se complementa con su contenido en vitamina A).
Su tipo y porcentajes de grasas saludables (65% monoinsaturadas, 26% poliinsaturadas, 10% saturadas) combinan con el metabolismo para ayudar a controlar el colesterol LDL y recudir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares con su consumo moderado y regular.
Por otro lado, las almendras ayudan a controlar el azúcar en la sangre con elementos como el magnesio que colabora en la regulación de la glucosa en la sangre y que también contribuye a bajar la presión y a disminuir la resistencia vascular. También es precursor de la serotonina, por lo que ayuda a generar bienestar y combaten la ansiedad, mejorando el descanso.
Este, combinado con su contenido en fósforo y calcio, las convierte en aliadas para mantener unos dientes y huesos fuertes; ayudando a prevenir la osteoporosis. Cabe mencionar que gracias a ese fósforo, permite aumentar la función cerebral: potenciando la memoria, protegiendo del deterioro cognitivo y frente a las enfermedades neurodegenerativas.
Además de ser una interesante fuente de energía, el alto contenido en fibra de las almendras hace que también sea un buen picoteo para personas en distintos tipos de dietas por su efecto saciante y por su ayuda a la hora de facilitar el tránsito intestinal.