Qué es la Inspección Técnica de Edificios
La Inspección Técnica de Edificios, o ITE como se conoce por sus siglas, es una revisión técnica obligatoria que permite controlar el buen estado de conservación de un inmueble de forma que se garantice la seguridad de todos. Un óptimo mantenimiento en el edificio va a permitir prevenir daños, tanto externos como internos, de forma que se pueda prolongar la vida del inmueble.
Qué es la Inspección Técnica de Edificios
Haciendo una comparación rápida la ITE es a un edificio lo que la ITV a un vehículo y es obligación de la comunidad estar pendiente de cuando toca para solicitar los certificados pertinentes. En España, desde julio de 2012 es obligatoria para todos los edificios de más de 45 años y debe realizarse cada 10 años una vez cumplida esta mayoría de edad para el inmueble. Pasada la Inspección Técnica de Edificios, se dará el certificado.
En realidad se trata de una inspección regulada en gran medida por condiciones particulares para cada comunidad autónoma, provincia o municipio, por lo que es importante conocer la normativa concreta de la zona en la que vivas. Normalmente las administraciones y gestorías de los bloques de edificios se encargan de mantener en orden este aspecto, así que puedes preguntar por ello si tienes dudas sobre cómo se encuentra el estado del certificado ITE en tu edificio.
Consecuencias de la ITE
En el caso de encontrar cualquier anomalía estructural, debe proceder a repararse en plazos específicos y volver a pasar la inspección. Normalmente, existen ayudas según la zona para ciertas reparaciones como recuperación de elementos estructurales o adaptaciones a nuevas normativas.
Habitualmente no es un proceso complicado, pero si ocurre un accidente y no se dispone de él cuando correspondería tenerlo, provocará un incremento de la penalización a la comunidad. No en vano, detectar una fuga de gas o el desprendimiento de una fachada que acabe provocando un riesgo grave para alguien.
Por otro lado, no podemos obviar que no es agradable enfrentarse a derramas para arreglar fallos detectados en la Inspección Técnica de Edificios, pero es importante entender que si se encuentra un fallo leve y no se pone solución, puede que acabe por convertirse en un problema mayor, con mayor coste a la hora de solucionarlo.
Cómo pasar una Inspección Técnica de Edificios
En primer lugar, la comunidad de propietarios del edificio debe solicitar presupuestos para realizar la inspección a empresas o profesionales especializados; normalmente incluirá la visita de un arquitecto, aparejador o ingeniero de edificaciones que actuará como técnico.
De esta forma, pasará la inspección revisando una serie de aspectos. Valorará varios aspectos como la parte de la cubierta del edificio, las escaleras y sus cajas, las propias viviendas y locales, así como las instalaciones comunes y el entorno para detectar posibles daños comunes en distintos edificios de la zona.
Si es necesario, el técnico o la empresa contratada ayudará a la comunidad a establecer un plan de rehabilitación y, en caso contrario, se procederá a regularizar los datos para que se pueda expedir el certificado. El tiempo entre inspección e inspección, aunque a priori sea de 10 años, puede ser menor en caso de que se detecten anomalías que e deban controlar.
Por eso, algunos propietarios deciden pasar una pre-revisión antes de la oficial para solicitar el certificado para asegurarse mantener el máximo plazo y encontrar los posibles daños antes de que los costes de subsanación sean demasiado altos.