3 consejos básicos al redecorar tu casa
Cuando pasamos amplios periodos en el mismo espacio, el cuerpo nos pide un cambio de ambiente. Por eso, las reformas permiten adaptar y mejorar la optimización del espacio para lograr un espacio acogedor en base a las necesidades.
Sin embargo, no siempre tomamos las decisiones más acertadas, en ocasiones por desconocimiento y en otras por falta de presupuesto; hoy te damos las claves para redecorar tu casa sin los típicos errores del novato.
No planificar el espacio adecuadamente
A menudo nos hacemos una idea de cómo queremos decorar la casa, pero nos olvidamos de que los detalles marcan la diferencia. Tomar mal las medidas a la hora de elegir los muebles puede dar lugar a una decoración que cojea sin saber bien por dónde.
Elegir las piezas que te gustan sin tener en cuenta el espacio puede dar lugar no solo a una decoración poco atractiva, también puede acabar por destrozar el espacio. Por ejemplo, aunque quieras un sofá gigante con altavoces y hasta nevera, debes pensar cuánto espacio va a comerse para permitir generar armonía con el resto del espacio. Así, es preferible un sofá de menor tamaño, pero que te permite crear un espacio de paso cómodo para el día a día antes que tener que esquivar el sofá para pasar de un sitio a otro del espacio.
De igual modo, en ocasiones incluimos elementos decorativos o muebles porque sí, sin pensar realmente el uso que vamos a hacer o el espacio que suponen. Los expertos siempre ponen de ejemplo el comedor como un espacio que solemos pensar para grandes cenas cuando habitualmente tenemos algunas en el año, mientras el resto del tiempo perdemos mucho espacio para la rutina real de vida.
Otro buen ejemplo es la cocina: seguro que te encantan las cocinas con islas en el medio (son muy elegantes), pero es muy probable que si tu cocina es pequeña no encaje visualmente como tienes en mente.
Por otro lado, hablando de planificación, no te olvides del almacenaje. Aparte de que te gusten los muebles de tu casa o negocio, también es importante que cubran tus necesidades para poder mantener todo despejado y en orden, especialmente en este periodo donde la higiene y la desinfección son tan importantes.
No prestar atención a la iluminación
Normalmente, si piensas en reformar un espacio, siempre piensas en poner lámparas. No obstante, esto está muy lejos de preocuparse por la iluminación de tu hogar. ¿Qué tipo de luz necesita un espacio? No es lo mismo la luz que necesitas para cocinar o leer que para tener una cena romántica en el salón.
Además, hoy en día existen sistemas domóticos que te permitirán hacer un consumo más inteligente de la energía, como sensores de luz para pasillos o luces con regulador para con una sola lámpara cubrir distintas necesidades lumínicas en casa.
Es importante poner interés en el tipo de luz que instalamos para buscar la protección de los ojos, así como evitar bloquear la luz natural que tenga el espacio. Muchas personas esconden o reducen sus ventanas, cerrando la puerta a la luz natural. Esto, además de incrementar el gasto energético, también te dará la sensación de espacio cerrado y será visualmente menos espacioso que si se tienen unas ventanas que permitan pasar la luz. Puedes regular la intensidad o que no te vean desde la calle con estores o distintos tipos de cortinas.
Pintar sin previsión
A la hora de pintar la casa debes entender que no es una tarea sencilla. Lo mejor es contratar a un profesional experto en distintas técnicas para que pueda asesorarte y realizar el trabajo adecuadamente.
Algo muy importante es retirar la pintura anterior antes de volver a pintar para evitar problemas a futuro como pinturas que se descascarillan o que empiezan a fundirse con el tiempo (especialmente cuando el color de debajo es mucho más oscuro que el exterior).
También es importante que antes de pintar elimines todo lo que pueda estropear el resultado final, como agujeros de cuadros en las paredes o manchas indeseables para conseguir que la pintura aguante en buen estado durante más tiempo.
En este sentido, a la hora de pintar recuerda proteger todo lo que no quieras que se manche como zócalos, enchufes o muebles. Te resultará pesado antes de empezar, pero lo agradecerás al terminar.
Otro punto importante, es elegir la pintura adecuada al espacio. Si es una pintura para el baño deberá soportar la humedad, por ejemplo. En el caso de los espacios pequeños, los colores oscuros deben combinarse de forma inteligente para no empequeñecer el espacio, buscando mejor las opciones mate en tonos oscuros para no matar del todo el espacio.