Pieles atópicas: a fondo
Las pieles atópicas o que sufren dermatitis atópica son cada vez más comunes en nuestra sociedad, aunque a día de hoy no se conocen exactamente sus causas, pero se achaca a varios factores como la genética, el medio ambiente, las alteraciones del sistema inmune o la propia permeabilidad de la piel, ya que, lo que sí se sabe con certeza, es que la piel atópica es al final una enfermedad crónica que genera inflamación de ciertas zonas de la piel, produciendo picores e hipersensibilidad.
Este tipo de pieles requieren un cuidado extra, ya que se trata de pieles muy sensibles y frágiles, normalmente más bien secas, lo que causa que este tipo de pieles sean más vulnerables ante agresiones. La dermatitis atópica es un mal que afecta a cualquier edad aunque en la infancia es el periodo de la vida en el que somos más propensos a que aparezca, ya que a medida que pasa el tiempo cada vez es más complicado que nuestro cuerpo reaccione de esta manera.
Las consecuencias de padecer esta enfermedad crónicas varían en base a la fase y la edad de la persona que lo padece. Por ejmeplo, hasta los dos años, los expertos apuntan a que se producen lesiones cutáneas, rojeces, costras, ect. especialmente a nivel del rostro., mientras que en edades más avanzadas de la infancia se empieza a apreciar más sequedad y daños provocados por las racaduras ante el picor que provoca. En general, a medida que se avanza en edad la sequedad y la descamación se potencian, dejando entrever zonas con mayor grosor de la dermis (zonas linquenificadas) precisamente por ese rascado a lo largo de los años (de hecho, en zonas con pliegues como párpados o manos también es frecuente encontrar síntomas en pieles atópicas). Estos son solo algunos datos sobre los síntomas y consecuencias que tienen las personas que sufren esta enfermedad, pero pueden darse muchas otras como granitos en las piernas o manchas blanquecinas.
Combatir los efectos de la dermatitis atópica requieren un tratamiento profundo que equilibre la piel para controlar los síntomas y evitar recaídas graves, por lo que tan importante es el tratamiento de los síntomas como la prevención de la aparición de nuevos brotes prestando atención a la zona de la piel afectada. A priori, parece lógico mencionar que es muy importante mantener buena hidratación en la zona, pero en casos de brotes activos seguramente no será suficiente y la persona que lo sufre tendrá que recurrir a otro tipo de activos como productos con corticoides, siempre bajo la prescripción de un profesional en la materia para que pueda evaluar cada caso concreto. Por ejemplo, aplicar los productos para tratar el brote unos días por nuestra cuenta no acabará con él y estaremos constamente luchando con la enfermedad, por lo que mantener la aplicación el tiempo que te digan es fundamental para conseguir unos resultados óptimos.
Decir que si padeces esta enfermedad es mejor no rascarse es fácil de decir, pero muy difícil de controlar en muchas ocasiones por las reacciones reflejo, por lo que vamos a ver algunas pautas o consejos para mantener la piel en el estado más saludable y cómodo posible para la persona. Por seguir un poco la argumentación, como primer consejo daremos el de mantener las uñas cortas para evitar que al rascarnos por acto reflejo nos causemos más daño.
En segundo lugar, es importante prestar atención al agua. Los baños deben ser cortos con agua templada, incluso hay quienes recomiendan no utilizar esponjas o sustituir el jabón por aceites de baño que aparte de limpiar son hidratantes y protegen la piel. Si por ejemplo vas a la playa o la piscina, ten en cuenta que el cloro irrita mucho por lo que vas a necesitar un extra de hidratación tras el baño y en casos de brotes fuertes es mejor abstenerse de ir a la piscina; por su parte el agua del mar es una gran sanadora y baños cortos en el mar (habitualmente acompañados por un ambiente húmedo) te ayudará a mantener el brote controlado, pero no te olvides de aplicar protección solarpara proteger la piel y evitar manchas.
Mencionába el tema del clima húmedo como un punto a favor para mantener los brotes de pieles atópicas a raya (en verano no te olvides de poner zonas con agua en casa para mantener la humedad), pero en general debes tener en cuenta que las temperaturas extremas no son buenas para la piel y las pieles atópicas se resienten mucho más; los expertos recomiendan mantener la casa como máximo a 20-22ºC para no aumentar la irritación y el picor de la piel.
También puedes minimizar los síntomas o por lo menos no agravarlos utilizando la ropa adecuada. Seguro que ya estás pensando en la lana como tejido estrella, pero me interesa más comentar lo que debes evitar: pasa de la lana y, en general, de las fibras sintéticas; es mucho más probable que te irriten y te causen picor.
Por último, al documentarme para este texto y hablar con algunos expertos en la materia he visto que en internet se pueden econtrar muchos consejos de alimentación, como el consumo de probióticos para mantener a raya a la piel atópica, pero la realidad es que todo lo que he encontrado no estaba demostrado científicamente y, de hecho, me consta que actualmente se siguen haciendo estudios en ese sentido porque no hay nada claro. Come sano y cuídate siempre, pero de momento la comida no nos da ninguna clave clara para combatir esta enfermedad que cada día afecta a un mayor número de personas.