¿Cómo evitar el jet lag?
A la hora de viajar a tierras lejanas nos encontramos con una afección temida por todo viajero: el Jet Lag.
El cuerpo tiene unos hábitos, una rutina diaria en base a las horas del día que incluyen la alimentación o las horas de sueño, marcando los ritmos de vida que se ven altamente descompensados cuando viajamos largas distancias a mucha velocidad generando confusión en el cuerpo y dando lugar a signos de cansancio externo que habitualmente se ven reflejados en fatiga extrema, cansancio general, cambios de carácter, indigestión y problemas intestinales, pérdida de apetito, problemas de concentración y memoria o una sensación general de no encontrarse bien.
Jet Lag es un termino en inglés que hace referencia a una alteración de los ritmos biológicos de nuestro cuerpo, producidos cuando viajamos largas distancias a través de diferentes husos horarios y su termino médico es “disritmia circadiana” porque se relaciona con las funciones básicas de la vida como comer o dormir.
Cuando cambias de zona horario es interesante adaptar al cuerpo para sufrir lo menos posible el terrible Jet Lag. Si viajas hacia el oeste, puede optar por aguantar en pie unas horas mmás de lo normal los días previos para adaptarte un poco más a la zona horaria de destino, mientras que si viajas hacia el este (lo más complicado a la hora de sufrir este mal del viajero porque es más complicado forzar al cuerpo para dormir que para mantenerse despierto según indican distintos estudios), hazlo al revés, acuéstate un poco antes de lo normal para ir adaptando al cuerpo y levántate antes para llegar más cansada al final del día. No obstante, asegúrate de haber descansado lo mejor posible antes de viajar y la noche antes del viaje.
Realmente esto puede servirnos cuando la diferencia horaria no sea demasiado exagerada, ya que cuando más usos horarios pasemos, más achacará el cuerpo los efectos del desfase horario. En general, se estima que el cuerpo necesita en torno a un día por cada zona horaria que se atraviesa. Esto significa que si el horario de destino tiene una diferencia de tres horas respecto al lugar de inicio, se tardará algo más de tres días en volver a la normalidad por completo en cuanto al ritmo biológico interno. Sin embargo, a medida que se avanza en husos horarios, la recuperación es un poco más ágil y recuperarse de un vuelo con un cambio horario de 12 horas lleva alrededor de 9 días (eso sí, los primeros días son mucho más duros).
Según recogen varias publicaciones en la red, un estudio publicado en la Current Biology descubrió que los niveles de azúcar en sangre contribuían a modificar el ritmo circadiano, llegando a la conclusión de que ajustar poco a poco el horario de comidas al horario que se deberá seguir en el destino del viaje, así como evitar las comidas copiosas los días previos ayudarán al organismo a adaptarse más rápido al cambio de hora y a sufrir en menor medida los efectos del Jet Lag.
Aunque no te lo parezca, el hecho de cambiar la hora de tu reloj y poner la del lugar de destino ayuda a que psicológicamente avancemos con la adaptación para superar el jetlag. También se debe tener en cuenta que no todos los síntomas que se sufren son a causa del jet lag. Como indican desde Momondo, web especializada en viajes, «ojos resecos, dolor de cabeza, nariz irritada y sinusitis, mareo, piernas y pies hinchados, entumecimiento y dolor de oído son algunos de los síntomas que aparecen a menudo a causa del aire seco, la presurización y el poco espacio del que dispones en un avión».
Durante el vuelo es importante, por tanto, caminar por los pasillos del avión cuando el viaje es muy largo para reactivar la circulación que será positivo en todos los sentidos y, para evitar desorganizar más al organismo es interesante controlar lo que se bebe. El alcohol, por ejemplo, debe eviarse a toda consta porque aumenta la sensación de cansancio al estar en altura y nos deshidrata; al igual que el café o las bebidas con cafeína que afectarán a los patrones de sueño si al llegar te dan la vuelta al horario y es de noche en el aterrizaje.