¿Qué es el SMOG y cómo afecta a tu organismo?
SMOG combina 2 palabras clave para entenderlo: «smoke» (humo) y «fog» (niebla). Se utiliza para referirse a esa contaminación atmosférica que pasa por una mezcla de partículas suspendidas en el aire y gases contaminantes. Lógicamente, el smog es más común en áreas urbanas con alto nivel de población y en regiones industriales donde las emisiones de vehículos, fábricas y otras fuentes contaminación asociadas a la actividad humana son altas. Esto conlleva muchos problemas para la salud, por lo que cada vez se toma más conciencia sobre el término para intentar entender cómo nos afecta anímicamente.
A pesar de que la investigación sobre los efectos específicos del smog en la piel aún está en curso y no se comprenden completamente todos los detalles, se sabe que el smog tiene varios efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente que debemos tener en cuenta:
- Salud Humana: como consecuencias más graves puede provocar problemas respiratorios, como incrementar del asma, bronquitis y otras enfermedades pulmonares. También puede afectar el sistema cardiovascular y aumentar el riesgo de ataques cardíacos.
- Medio Ambiente: puede dañar plantas y reducir la calidad del agua y del suelo. También puede contribuir a la formación de lluvia ácida, que tiene efectos perjudiciales en los ecosistemas terrestres y acuáticos.
Por eso, para combatir el smog, las autoridades toman medidas como la regulación de las emisiones de vehículos y fábricas, promoción de medios de transporte más limpios, y promulgación de normativas de calidad del aire; aunque no siempre tenemos claro hasta qué punto es a modo de propaganda o realmente para controlar esa contaminación atmosférica que nos intoxica cada día. En principio, estas acciones buscan reducir la emisión de los contaminantes que contribuyen a la formación del smog y mejorar así la calidad del aire en las áreas afectadas. Sin embargo, es difícil encontrar el equilibrio entre la vida diaria moderna, la movilidad y la calidad del aire.
Tipos de SMOG
En la actualidad, hay una clasificación sobre los tipos de SMOG, donde se dan 2 tipos principales que debemos tener en cuenta:
- Smog Fotoquímico: también conocido como «smog marrón», este tipo de smog se forma cuando los gases emitidos por vehículos, fábricas y otras fuentes reaccionan con la luz solar. Los principales componentes de este tipo de smog son los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV). Estos gases reaccionan en presencia de la luz solar para formar ozono troposférico y otros compuestos secundarios. El smog fotoquímico suele ser más pronunciado en días soleados y cálidos.
- Smog Industrial: también conocido como «smog gris», este tipo de smog está compuesto principalmente por partículas finas, hollín y dióxido de azufre (SO2) emitidos por la quema de combustibles fósiles en fábricas y centrales eléctricas. A diferencia del smog fotoquímico, el smog industrial no depende tanto de la luz solar para formarse y puede ser más persistente en condiciones climáticas variadas.
Además de estos, existen otros tipos de smog que se han asociado a ciertas condiciones y regiones concretas por diferentes fuentes de contaminación y condiciones climáticas. Algunos ejemplos serían:
- Smog de Invierno: también conocido como «smog blanco», este tipo de smog se forma en invierno cuando las temperaturas son bajas y hay una inversión térmica. Durante una inversión térmica, una capa de aire cálido y menos denso se encuentra sobre una capa de aire frío y más denso, lo que atrapa los contaminantes cerca del suelo. Esto puede resultar en altos niveles de contaminación del aire, incluidos los compuestos de azufre y las partículas finas.
- Smog de Ozono Troposférico: aunque el smog fotoquímico es uno de los tipos principales de smog relacionados con el ozono, también puede haber situaciones en las que el ozono en la troposfera (la capa más baja de la atmósfera) alcance niveles preocupantes debido a la acumulación de contaminantes y reacciones fotoquímicas. Esto puede ocurrir en áreas con altas emisiones de óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles en condiciones climáticas adecuadas.
- Smog de Calor: en áreas urbanas densamente pobladas, las altas temperaturas pueden agravar la contaminación del aire al aumentar la formación de ozono y otros contaminantes. El smog de calor es una combinación de altas temperaturas y altos niveles de contaminación atmosférica.
- Smog Rural: en algunas áreas rurales, las emisiones de la agricultura, como los compuestos de amoníaco y otros gases, pueden combinarse con contaminantes atmosféricos para formar smog. Esto es más común en regiones agrícolas donde se utilizan fertilizantes y se producen actividades ganaderas intensivas.
- Smog de Tráfico: en ciudades con un alto volumen de tráfico vehicular, puede formarse un tipo de smog debido a las emisiones de los vehículos, especialmente los diésel. Estos contaminantes pueden acumularse en áreas con alta congestión y tener efectos negativos en la calidad del aire y la salud humana.
- Smog de Ozono Estratosférico: aunque es un tipo diferente de smog, el «agujero de ozono» en la atmósfera superior también puede considerarse una forma de deterioro atmosférico. El ozono estratosférico protege a la Tierra de la radiación ultravioleta dañina. Su agotamiento es causado principalmente por compuestos químicos como los clorofluorocarbonos (CFC) liberados por actividades humanas.
¿Cómo afecta el SMOG a tu organismo?
Como hemos comentado, los efectos pueden variar según la sensibilidad de cada persona, la duración de la exposición al smog y otros factores muy variados que aún se están estudiando. No obstante, algunos de los principales efectos del smog en la salud humana son:
- Problemas Respiratorios: el smog puede irritar las vías respiratorias y agravar afecciones respiratorias preexistentes, como el asma y la bronquitis. Las partículas finas y los gases irritantes presentes en el smog pueden desencadenar ataques de asma y dificultar la respiración en general.
- Incremento de enfermedades Pulmonares: las personas con enfermedades pulmonares crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), son especialmente vulnerables al smog. La exposición al smog puede empeorar sus síntomas y aumentar la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones.
- Aumento del Riesgo de Infecciones Respiratorias: la exposición al smog puede debilitar el sistema inmunológico de las vías respiratorias, lo que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, como la neumonía y la bronquitis.
- Irritación de Ojos y Garganta: los contaminantes presentes en el smog pueden causar irritación en los ojos, garganta y nariz. Esto puede manifestarse como enrojecimiento, picazón, ardor y dolor de garganta.
- Efectos Cardiovasculares: el smog también puede afectar el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de ataques cardíacos, arritmias y otros problemas cardíacos en personas susceptibles.
- Agravamiento de Enfermedades Crónicas: las personas con enfermedades crónicas, como diabetes o enfermedades cardíacas, pueden experimentar un empeoramiento de sus condiciones debido a la exposición al smog.
- Efectos en Grupos Sensibles: los niños, los ancianos y las personas con problemas de salud preexistentes son grupos particularmente susceptibles a los efectos negativos del smog debido a su sistema inmunológico más débil y una mayor vulnerabilidad a los contaminantes atmosféricos.
- Impacto en la Salud en General: la exposición prolongada y continua al smog a lo largo de los años puede contribuir al desarrollo de enfermedades pulmonares crónicas y cardiovasculares, así como aumentar el riesgo de mortalidad prematura.
Dentro de la salud de la piel, también encontramos síntomas derivados de este smog de contaminación atmosférica; no en vano, la piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como una barrera protectora contra el entorno. La exposición a esa contaminación atmosférica potencia algunas afecciones en la piel como:
- Envejecimiento prematuro: la contaminación puede contribuir al envejecimiento prematuro de la piel al causar la formación de radicales libres, que pueden dañar el colágeno y el ADN de las células de la piel.
- Irritación y sensibilidad: la exposición a la contaminación puede causar irritación y sensibilidad en la piel, lo que podría manifestarse como enrojecimiento, picazón y sequedad.
- Acné y problemas cutáneos: la contaminación puede obstruir los poros de la piel y aumentar la probabilidad de brotes de acné y otros problemas cutáneos.
- Mala hidratación: la contaminación puede afectar la barrera cutánea y llevar a la pérdida de hidratación, lo que da lugar a una piel seca y deshidratada.
- Alergias y dermatitis: las partículas presentes en el smog pueden desencadenar respuestas alérgicas en algunas personas, lo que podría conducir a condiciones como la dermatitis.
Para protegerse de los efectos negativos del smog, especialmente en áreas urbanas e industriales con altos niveles de contaminación, es recomendable limitar la exposición al aire libre durante los picos de contaminación, utilizar dispositivos de filtración de aire en los espacios; además de seguir las indicaciones de las autoridades locales en cuanto a la calidad del aire y las medidas de protección vigentes en cada momento.