#MujeresconHistoria Elsa Schiaparelli, del surealismo a la moda
En el especial de Mujeres con Historia de este mes, hemos decidido dejar espacio a Elsa Schiaparelli, una inspiración que jugó con el surrealismo como modo de expresión. Una dieñadora con alma de artista, o un artista con alma de diseñadora, bien posicionada entre los surrealistas y con los dadaístas de su época. Una de sus revolucionarias ideas nos recordaba cómo en en época de tiempos revueltos, la moda siempre resulta extravagante como canalización del movimiento social.
Elsa Schiaparelli pasó a la historia como la primera diseñadora que se atrevió a mezclar la visión del arte con la de la haute couture, rompiendo con los diseños y cortes clásicos; rompiendo unos esquemas que hasta entonces regían el mundo de la moda y, por tanto, causando una revolución que sigue presente en nuestros días.
Una mujer olvidada que llegó a ser una de las grandes competidoras de Coco Chanel en cierto momento de su carrera.
Elsa Schiaparelli, la gran excéntrica
Conocida como Schiap entre sus allegados, Elsa Schiaparelli nació en Roma en 1890 dentro de una familia adinerada; su padre era decano de la Universidad de La Sapienza y por parte materna pertenecía a la familia de Los Medici. Estudió Filosofía y Letras con una carrera que culmina marcada por el escándalo la publicación de un libro de poemas eróticos al terminar sus estudios universitarios.
De sus recuerdos de infancia en el jardín de su padre surgió el rosa ‘shocking’ que aparece en sus prendas.
Pronto se mudaría a París donde se casó con 18 años con el conde William de Wendt de Kelor. En 1921 se mudó a Nueva York lo que supuso una revolución en la inspiración de la italiana, dentro de un periodo que terminó de forma dramática cuando su marido la abandona viéndose obligada a mudarse de nuevo a París con una niña pequeña en brazos.
Un hecho que le impulsó a convertirse en una luchadora guiada por sus propias normas y dejándose cautivar por las corrientes del momento como el surrealismo que acabó marcando su carrera.
Animada por las amistades que había creado entre el mundo de los artistas, inauguró una boutique en París a comienzos de los años 20 que sería exponente de su peculiar estilo y que estaría abierta hasta 1954, cuando se negó a aceptar los cambios introducidos en la moda después de la II Guerra Mundial y los nuevos diseñadores con estilos mucho más realistas terminaron por hacerse con el mercado y robarla el éxito y la fama.
El retiro de Elsa Schiaparelli
Finalizada la guerra, tras volver de un autoexiliado a Nueva York, Elsa regresó a París para continuar con su negocio dentro del mundo de la moda, pero lo que encontró no fue de su agrado. Las tendencias de la moda se regían por la austeridad y la sobriedad, con Christian Dior comenzando a ser el gran éxito del momento.
Así en 1954 decide retirarse con la publicación de su autobiografía Shocking Life; curiosamente coincide con el mismo año en que Coco Chanel, rival de Schiaparelli, reconducía su firma. Los blancos, negros y grises ganaban a batalla mientras la creatividad, el riesgo y el colorido quedaban en un plano marginal.
Murió en París en 1973 alejada de las pasarelas y de la moda.
Elsa Schiaparelli y el surealimo
Elsa Schiaparelli fue una diseñadora atípica que luchaba a contracorriente y se alejaba de los clasicismos, trabajó codo con codo con grandes de la talla de Salvador Dalí, Leonor Fini o Jean Cocteau.
Se sabe que Salvador Dalí diseñó para ella una enorme langosta que ella plasmaría en su célebre diseño Lobster Dress que se sigue empleando hoy en día y que es muy apropiado para el verano.
De hecho, otro de sus diseños más destacados es su sombrero-zapato, donde también contó con la ayuda del español para su diseño, al igual que el traje con bolsillos de cajones o el protagonismo a los insectos.
Los años 30 fueron su época dorada, momento en el que creó colecciones ‘easy wear’, además de tres líneas de ropa: deportiva, más casual y la de alta costura; todas alejadas de las tendencias de la época, con la fantasía como nexo de unión.
El diseño de Elsa Schiaparelli
Dentro de su exitosa boutique de Paris caracterizada por propuestas innovadoras, Elsa Schiaparelli se decantó por el diseño de prendas llamativas, repletas de detalles e innovadores cortes que marcaron un antes y un después en la moda de la época.
Introdujo el color fucsia y el turquesa dentro de las tendencias del momento, así como materiales nunca antes utilizados en la moda como el cuero barnizado, el plástico o el celofan.
Dado su carácter rompedor en su estilo, consiguió tener grandes fanáticos y detractores, ya que llegaba a resultar ofensiva en alguna ocasiones para las mujeres más recatadas que preferían un estilo más convencional. No obstante, también explotó el carácter humano, pasando a la historia con sus jerséis gruesos tejidos por refugiadas armenias.