Cáncer de piel, presta atención tras el verano
Los casos de personas con cáncer de piel en España no para de aumentar cada año, solo en España se diagnostican unos 4.000 casos nuevos cada año de melanoma (por no hablar de otros tipos de cánceres cutáneos donde la cifra asciende hasta más de 70.000 según datos oficiales). Detectarlo a tiempo es imprescindible para garantizar una recuperación rápida y sin demasiados riesgos, ya que el tipo de terapia a aplicar en cada caso depende del tipo y gravedad del cáncer. Hoy repasamos algunos datos a tener en cuenta ahora que la época de máximos rayos solares está por terminar para aportar nuestro pequeño grano de arena en una afección de la piel tan peligrosa para la salud.
En primer lugar, existe una gan confusión respecto a los tipos de cánceres de piel que existen, ya que cada uno afecta de un modo distinto al cuerpo humano y a una zona diferente (recuerda que aunque siempre hablemos de cáncer de piel la piel tiene distintas capas con células diferentes y, por tanto, según donde afecte este problema nos toparemos con unas consecuencias u otras. Grosso modo, existen dos grandes tipologías: los cánceres que se generan en los melanocitos, el conocido como melanoma, y los que producen un desarrollo anómalo en otras células de la piel, lo que se conoce como cáncer de piel no melanoma.
Dentro de estos dos grandes grupos, existen distintas subdividisiones. En el caso del melanoma, que aunque su nombre nos suene mucho no es de los más frecuentes, encontramos un alto número de casos en personas jóvenes y me parece muy importante tomar conciencia de su importancia por parte de las personas porque, al final, este tipo de cáncer genera en torno a un 80% de los fallecimientos por cáncer de piel.
Por su parte, el cáncer maligno más frecuente según los expertos es el conocido como carcinoma basocelular con un 75% del total de los casos. En este caso, este tipo de cáncer afecta generalmente más a personas con ciertas condiciones físicas como personas de piel y ojos claros, rubios naturales y personas de avanzada edad, sobre todo en cabeza y cuello. En este caso, es un cáncer que se desarrolla de forma muy lenta y no suele sufrir metástasis. El segundo cáncer de piel más frecuente es el llamado carcinoma epidermoide, en este caso ya sí asociado a personas que han tomado muchas horas de sol a lo largo de su vida. Sin embargo, esta modalidad de cáncer me parece peligrosa porque sí crece con bastante rapidez, llegando a producir úlceras y sangrados.
A la hora de entender cómo afrontar la prevención sobre el cáncer de piel debemos entender que hay varios factores en juego. Por ejemplo, si bien nuestos hátbitos determinan en gran medida la posibilidad de padecerlo, nuestra condición genética (edad, sexo, antecedentes, etc.) también es muy importante. Viendo estos datos creo que es fácil tomar conciencia sobre la importancia de proteger nuestra piel de los rayos solares en cualquier época del año y no solo en verano.
Piensa que el daño generado en la piel es acumulativo, vamos desgastando las células y no siempre son capaces de recuperarse, algo que se aprecia muy bien en la piel fotoenvejecida tras el verano en esta época del año. De hecho, está demostrado que si bien las probabilidades de padecer un cáncer de piel aumentan con la edad por las horas acumuladas de exposición solar, no es menos cierto que una exposición alta, aunque sea puntual o intermitente, daña mucho nuestras células, hasta el punto que si se produce quemadura solar se eleva el riesgo de padecerlo, especialmente si esa quemadura se ha producido en ciertos momentos de la vida como la niñez o la adolescencia.
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) lanzó este verano un eslogan que me parece muy pertinente recordar «un minuto vale una vida» en referencia a la falta de responsabilidad que aún hoy existe en la sociedad ante el riesgo y la gravedad de padecer un cáncer de piel. Desde la academia, abogan por un seguimiento constante de cualquier marca, mancha o lunar que se tenga en la piel y recomiendan realizar una exploración con profesional médico de forma anual, incluso varias veces al año si es una persona con alto riesgo, pero especialmente tras periodos de alta exposición al sol como el que se da ahora que está terminando el verano.
Personalmente, dado que tengo alguna mancha solar y algún lunar descarado, cada cierto tiempo me realizan una revisión de las marcas y os puedo asegurar que se tarda más en la sala de espera que lo que tardan en comprobar que todo está bien y aunque de pereza es algo importante, especialmente si conoces algún caso de este tipo de cáncer en tu familia o no eres de las que se protegen en exceso de los rayos solares (y aquí cada una sabe y asume su responsabilidad, tú sabes perfectamente si aplicas protector a diario y repites su aplicación incluso cuando no estás en la playa, si sueles estar en la calle en horas de mayor riesgo, etc.).
En general, debes estar anteta ante cualquier marca o macha que aparezca nueva en la piel, así como controlar las que ya tienes. Se trata de estar pendiente respecto si cambian de forma, color, tamaño u otras alteraciones que pueden llegar incluso al sangrado. En cuanto veas cualquiera de estos síntomas no lo dejes pasar y pásate por tu médico de cabecera para que te mande al especialista si no cuentas con seguro privado, tardarán más en llamarte, pero no suelen poner problemas a la hora de mandar a los pacientes a una revisión.
Para finalizar, me parece interesante recordar algunos consejos para la prevención en cualquier época del año, como prendas que cubran la mayor parte de la piel posible (piensa que la ropa no es un filtro de pantalla total de todos modos, siempre pasa parte), utilizar sombreros para proteger la zona, posiblemente, más desprotegida de nuestro cuerpo, gafas y cremas con filtros UV durante todo el año y, sobre todo, educa a tu entorno, especialmente a las nuevas generaciones, para que se cuiden cuando se vayan a exponer al sol. Piensa que si la piel se protege de forma realmente adecuada (ya hemos hablado de las autoexcusas que están muy bien para hablar, pero que no sirven para negociar con la biología) durante los primeros años de vida hasta la adolescencia estarán reduciendo entre un 50y un 70% las posibilidades de padecer cáncer de piel. ¿Ahora te lo vas a seguir tomando a broma o nos ponemos en serio?