Vapear y los cigarrillos electrónicos están más de moda que nunca entre la población fumadora. A pesar de que también cuenta con riesgos para la salud, como se indican en sus embalajes, ayudan a cambiar hábitos e, incluso, podemos encontrar vapeadores sin nicotina para ayudar a controlar la ansiedad en la fuerte lucha para conseguir dejar de fumar. La demanda ha provocado que el mercado se haya ampliado y cada día es más fácil encontrar el vapeador desechable del sabor que más te guste.
Con colores llamativos y sabores de lo más atractivos, están llamando la atención de una gran parte de la población, especialmente de la más joven, por algunas de sus ventajas. Si bien no debe verse como un juego, los vapeadores desechables han llegado para quedarse entre las personas que optan por fumar; especialmente en trabajos donde el olor a tabaco no está bien visto (como centros médicos o centros de estética, por ejemplo). Todos sabemos que lo mejor es abandonar el hábito, pero hoy hablamos de algunas de las ventajas objetivas de los vapeadores desechables que forman parte de su alto crecimiento dentro del mercado.
¿Qué son los vapeadores desechables?
Los vapeadores desechables o cigarrillos electrónicos desechables son dispositivos para vapear que ya vienen listos para utilizar de forma que se pueden utilizar directamente y no hay que estar pendiente de cargar los productos para su inhalación. Podemos encontrar distintas duraciones, que se miden en caladas; normalmente se encuentran entre 200 y 300. Contienen una batería de larga duración y el depósito del líquido.
En la actualidad, incluso, algunos desechables permiten cargarse mediante USB cuando su duración es superior (como aquellos que van entre las 500 u 800 caladas) para recargar la batería con la que funcionan que se activan al dar la calada. Sin duda, se trata de una referencia aproximada, ya que dependerá mucho de cómo se den las caladas y los hábitos de consumo.
Difieren de los vapeadores recargables porque una vez finalizado su uso, no se pueden cargar con más líquidos o cambiarlos para modificar el sabor; de forma que se tiran en lugar de recargarse con cartuchos abiertos (que permiten rellenar el líquido) o cerrados (se sustituye el cartucho cuando se terminan). Habitualmente el vapeador desechable da algunas señales de que se está gastando como un parpadeo de luz que indica que el líquido se ha gastado y ya no dará, por tanto, más vapor. Es en este punto cuando debemos reciclarlo en aquellos lugares donde se cogen baterías para intentar reducir el impacto medioambiental.
¿Cuáles son las ventajas de los vapeadores desechables?
Muchas personas optan por el cigarrillo electrónico desechable o pod desechable, porque el «usar y tirar» supone una comodidad. Normalmente no hay que estar pendiente de cargarlos, no hay que recargar el líquido y se ahorra en mantenimiento y limpieza del vapeador. Además, suelen ser dispositivos poco pesados que son fáciles de transportar y actualmente los diseños son muy discretos de forma que son cómodos y discretos de utilizar.
Por otro lado, las firmas han invertido mucho en desarrollar una gran cantidad de sabores que permiten tener sabores intensos adaptados para todos los gustos. Esto es una ventaja para las personas que quieren tener distintos sabores, ya que, además, no dejan el desagradable olor del tabaco en la ropa y el cuerpo, pero también puede hacer que nos enganchemos a los atractivos sabores que ofrecen y que no podamos dejar de probar nuevos.
Como comentábamos, se trata de artículos de fumador que pueden tener o no nicotina en base a los objetivos de la persona que los consumen. Si bien no está demostrado que vapear sea clave para dejar de fumar, hay muchas personas que afirman que les ayudó en el proceso de forma que pudieron deshacerse de la ansiedad por el mono de la nicotina, mientras reducían el hábito; ya que no obliga a fumar un cigarrillo completo y se puede utilizar para dar las 2 o 3 caladas que reduzcan la ansiedad en los primeros pasos de la lucha contra el tabaco.
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