¿Cuáles son los ingredientes «peligrosos» en los productos cosméticos?
En la actualidad, hay un amplio debate sobre los ingredientes activos de los productos cosméticos debido a los numerosos estudios que determinan algunas sustancias como tóxicas o peligrosas.
Las autoridades sanitarias buscan mejorar la seguridad de uso de los productos, así como evitar efectos secundarios indeseados. Así, en ocasiones encontraremos ingredientes totalmente prohibidos que ya están fuera de la circulación e ingredientes que sí están permitidos, pero se debe controlar el porcentaje o la cantidad que contienen y que se administra según la cantidad de uso para garantizar que no sean perjudiciales para la salud.
Precisamente, el debate se abre en este último grupo, ¿si están admitidos en ciertas proporciones son seguros? ¿es mejor sustituirlos por otros ingredientes de los que no haya estudios vigentes para saber si son o no menos peligrosos que los que se utilizaban en origen? Sea como fuera, si la comunidad científica no se pone de acuerdo, nosotros no vamos a resolver la pregunta en este texto, pero sí te ayudaremos a identificar las sustancias potencialmente peligrosas para ti en los ingredientes cosméticos.
Tipología de ingredientes peligrosos en cosmética
Entidades a lo largo de todo el globo realizan investigaciones constantes para asegurar el buen uso de los productos de forma segura. En algunos países como en Europa se sigue la regla de que ante la evidencia no se admite un activo hasta que un estudio garantice su seguridad, mientras que en otras zonas como Estados Unidos, sí se admiten los activos hasta que haya un estudio que determine y confirme que es peligroso.
Esto parece muy sencillo, pero se traduce en una diferencia de ciertos activos que hace que en nuestro país no se puedan aceptar introducir ciertas mercancías. En cualquier caso, existen distintos tipos de ingredientes con los que debemos tener cuidado; a saber:
- Alérgenos a perfume. El perfume son sustancias para aportar un aroma agradable a los productos, pero pueden provocar reacciones alérgicas en la piel tras el contacto; a mayor sensibilidad menor será la cantidad requerida para crear la reacción. Según el INSST (Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo) existe una lista de 26 sustancias identificadas como fragancias potencialmente alérgicas como veremos más adelante en el texto.
- Sustancias cancerígenas, mutágenas o tóxicas. La mayoría de las sustancias cancerígenas, mutágenas o tóxicas ya están prohibidas en general para los productos cosméticos, pero hay algunas excepciones que permiten utilizar ciertos activos en ciertos porcentajes. Vamos a dedicar un punto en exclusiva a hablar de este tema más adelante.
- Conservantes. Los conservantes permiten prevenir o reducir el crecimiento microbiano en el cosmético, por lo que son fundamentales para garantizar el buen estado del producto. Aún así, encontramos conservantes como los parabenos que actualmente se tratan de limitar en pro de otros conservantes más seguros. En general, los que suelen cuestionarse más son los conservantes sintéticos; de hecho, la mayoría de ellos han demostrado ser perjudiciales para la salud. Podrás encontrar en las etiquetas como: Diazolidinyl urea, Imidazolidinyl urea, Phenoxyethanol, Methylparaben, Ethylparaben, Propylparaben, Butylparaben, etc. En general, son compuestos que terminan en “paraben”.
- Tintes de cabello. Todas sabemos que antes de proceder a teñir el cabello, debemos realizar una prueba de alergia, ya que algunos de los activos de los tintes pueden provocar alergias. Desde el estudio de 2001 sobre el uso de colorantes permanentes y el cáncer de vejiga, se estableció a nivel europeo una estrategia común para evaluar la seguridad en el trabajo de las personas que utilizan esas sustancias que con el uso diario pueden ser peligrosas para el profesional, de forma que se les exige una formación adecuada y medidas de prevención claras. Así, por ejemplo, la P-fenilendiamina que se utiliza en tintes permanentes y algunos maquillajes, se sospecha que pueden potenciar la aparición de cáncer. Se puede encontrar con varios nombres en las etiquetas, pero uno de los más comunes es C.I. 76060.
- Nanomateriales. Los nanomateriales, también identificados en la etiqueta, son un ingrediente sobre el que las agencias de medicamentos llevan tiempo poniendo el ojo y se definen como aquellos de tamaño de partícula inferior a 100 nm. Ahora mismo se están realizando muchos estudios sobre su posible toxicología asociada y los efectos secundarios, aunque en la actualidad los que se permiten en cosmética suelen tener asociados sobre todo precauciones para el profesional que se pasa el día en contacto con ellos.
Ingredientes potencialmente peligrosos en cosmética
Existen, como comentábamos, ingredientes prohibidos y otros que sí se pueden utilizar en pequeñas cantidades. El problema está en que ningún organismo controla la cantidad de productos que nos damos para saber realmente cuál es la cantidad de cierto ingrediente peligroso, más o menos tóxico, que ponemos en la piel.
Por ello, hay algunos ingredientes que cada día están peor vistos en la sociedad.
Los potencialmente peligrosos más conocidos son:
- Conservantes peligrososos. Además de los parabenos (relacionados con el desarrollo de cáncer de mama), también debe tenerse cuidado con los Formaldehídos (formol) que actualmente se estudia como potencial agente cancerígeno. En general, se debe tener mucho cuidado con los conservantes, pero no hay unamidad. Por ejemplo, ahora una gran parte de asociaciones científicas consideran que los parabenos no son tan peligrosos a corto plazo.
- BHA (Butilhidroxianisol) y BHT (Butilhidroxitolueno). Antioxidantes sintéticos que, según la Unión Europea, pueden provocar reacciones alérgicas, son posibles cangerígenos y se sospecha que puedan actuar como perturbadores endocrinos o tener efectos inmunológicos y causar hiperactividad. No obstante, no hay estudios que terminen de confirmarlo como para retirarlos del mercado.
- Ftalatos. Se utilizan para incrementar la dureza y flexibilidad de esmaltes y fijar aromas. Son disruptores endocrinos y están relacionados con daños en el sistema reproductor. Así, si quieres controlarlos, puedes buscar que tus cosméticos no contengan en su etiqueta ingrediente como Diethylphthalate (DEHP), Dibutyl Phthalate (DBP), Benzyl buty phtalate (BBP),Dioctyl Phthalate (DNOP).
- Surfactantes Sintéticos. Detergentes irritantes, como el conocido lauril sulfato de sodio que se utiliza para producir espuma, por lo que suele estar presente en champús y pastas de dientes. Puede contener 1,4-dioxano, un compuesto en estudio por estar asociado a ciertos tipos de cáncer.
- Triclosán. Es un gran agente antibacteriano y fungicida, habitual en jabones, pastas de dientes y desodorantes que actualmente se estudia por su capacidad para interferir con las funciones hormonales.
- DEA, MEA, TEA. Mejoran la textura de las cremas, pero pueden irritar la piel y llegar a ser tóxicos para el sistema nervioso e inmunitario. Algunos ejemplos son: Diethanolamine (DEA), Ethanolamine (MEA) y Triethanolamine (TEA). Se debe tener especial cuidado con la DEA, un compuesto irritante para piel y ojos que puede reaccionar con nitritos y convertirse en un ingrediente cancerígeno.
- Aceites y ceras minerales. Derivadas del petróleo y de bajo coste, mejoran la sensación de hidratación, pero son comedogénicos e impiden la liberación de toxinas bloqueando la transpiración de la piel. Algunos ejemplos son: Paraffinum liquidum, Paraffin, Microcrystalline wax, Petrolatum, Hydrogenated mineral oil.
- Silicoxanos y Siliconas. Son compuestos de uso muy común en las cremas. De bajo peso molecular, aportan suavidad y sensación de hidratación, pero sabemos que son tóxicos y tienen potencial bioacumulable en organismos acuáticos. Se debe tener especial cuidado con el ciclotetrasiloxano que es un disruptor endocrino y puede causar problemas de fertilidad. Los reconocerás porque en la lista de ingredientes tienen nombres que acaban en “–ethicone” y “–oxane” (Dimethicone, Cyclomethicone, Vinil Dimethicone Crosspolymer, Cyclotetra, penta o hexa -xiloxane, cetyl dimethicone colpolyol, etc.).
- Agentes quelantes. Atrapan los metales evitando la oxidación de los productos. El EDTA y el DISODIUM EDTA son los más utilizados, pero puede ser tóxico para el riñón.
- PEG, PPG y otros derivados del petróleo. Los polietilenglicoles (PEG como Polyethylene glycol) y los polipropilenglicoles (PPG; Propylene glycol), de muy bajo coste, son agentes humectantes o que ayudan a mejorar la emulsión. Pueden irritar y modifican la capa hidrolipídica que nos protege en la piel, de forma que somos más propensos a padecer alergias, reacciones o infecciones o alergias. De hecho, actualmente también se estudia su potencial mutagénico y carcinogénico. Generalmente se pueden identificar en la lista de ingredientes por los sufijos “etil” o “glicol”.
Perfumes o fragancias que pueden dar alergia
Como comentábamos, también existe una lista de 26 perfumes que actualmente se identifican como potenciales para generar alergias; estas pueden resultar nocivos, sobre todo para pieles sensibles, personas enfermas, niños, embarazadas y personas con tendencia a padecer alergia. También se les ha asociado con otros síntomas como el dolor de cabeza.
Según la normativa, es obligatorio que figuren en las etiquetas de cualquier cosmético o producto de higiene; por lo que son fácilmente identificables a la hora de adquirir un producto cosmético. Son:
- Amyl cinnamal
- Benzyl alcohol
- Cinnamyl alcohol
- Citral
- Eugenol
- Hydroxy-citronellal
- Isoeugenol
- Amylcin-namyl alcohol
- Benzyl salicylate
- Cinnamal
- Coumarin
- Geraniol
- Hydroxy-methylpentylcyclohexenecarboxaldehyd
- Anisyl alcohol
- Benzyl cinnamate
- Farnesol
- 2-(4-tert-Butylbenzyl) propionald-hyd o lilial o butyl phenyl methylpropional
- Linalool
- Benzyl benzoate
- Citronellol
- Hexyl cinnam-aldehyd
- d-Limonene
- Methyl heptin carbonate
- 3-Methyl-4-(2,6,6-tri-methyl-2-cyclohexen-1-yl)-3-buten-2-one
- Oak moss and treemoss extract
- Treemoss extract
Sustancias cancerígenas, mutágenas o tóxicas
Una sustancia cancerígena o carcinógena es aquella que por inhalación, ingestión o penetración cutánea puede provocar o potenciar la aparición de cáncer. De igual modo, las sustancias mutágenas son sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o penetración; pueden producir alteraciones genéticas hereditarias o aumentar su frecuencia. Por último, los productos tóxicos, son aquellos que pueden provocar toxicidad; en el caso de los cosméticos por la penetración cutánea que acaba en el torrente sanguíneo.
Sobre todo, debemos tener en cuenta que si están presentes en un producto cosmético, significa que se incluyen en una proporción permita por la normativa, así que a priori no debería ser demasiado perjudicial en casos normales.
Por ejemplo, la hydroquinone (hidroquinona) está permitida en productos para manicura y pedicura o el dichloromethane (diclorometano) que se admite en lacas para el acabado final del peinado.
En cualquier caso, para identificarlas, el Real Decreto 363/1995 identifica las sustancias cancerígenas y mutágenas con la letra R y el Reglamento 1272/2008 (CLP) sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas (en vigor desde el 20 de Enero de 2009) con la letra H. De esta forma, podemos detectar de forma rápida qué productos pueden ser potencialmente peligrosos.
Así, R45 o H350 Puede causar cáncer, mientras las identificadas con R46 o H340 pueden causar alteraciones genéticas hereditarias. Por su parte, R49 o H350i puede causar cáncer por inhalación, R40 o H351 tienen posibles efectos cancerígenos y el R68 o H341 se clasifica como aquel con la posibilidad de efectos irreversibles.
Veamos algunos de los más comunes:
- Sustancias clasificadas como CMR y que pueden estar presentes en productos cosméticos: Mineral spirits 8032-32-4 Carc. Cat. 1B, Petrolatum, Formaldehyde, Dichloromethane, Hydroquinone, p-aminophenol, Boric acid, Sodium borate, Cyclomethicone, Cyclotetrasiloxane, Toluene, 2,4,6-trimethylbenzoyldiphenylphosphine oxide, 2-hydroxyethyl picramic acid
- Agentes químicos clasificados como sensibilizantes y que pueden estar presentes en productos cosméticos: Limonene, Toluene-2,5-diamine sulfate, p-phenylenediamine, Hydroquinone, Citral, Toluene-2,5-diamine, 1-hydroxyethyl-4,5-diamino pyrazole sulfate (4,5-diamino-1-(2-hydroxyethyl) pyrazole sulfate), 2-hydroxyethyl methacrylate (HEMA), 6-hydroxyindole, p-phenylenediamine HCl, Hydroxyethyl-2-nitro-p-toluidine, Lauryl pyrrolidone, Ethyl methacrylate, Formaldehyde, Benzoyl peroxide, Propyl gallate, Butyl methacrylate, Colophonium, HC Blue No. 12, Methyl methacrylate, 4-formylphenylboronic acid, Benzisothiazolinone, Glycol HEMA methacrylate, Permethrin, Phenylbis (2,4,6-trimethylbenzoyl) phosphine oxide, Papain, Lipase, Potassium persulfate, Ammonium persulfate, Glutaraldehyde, Methenamine.
- Agentes químicos que pueden estar presentes en los productos cosméticos con un valor límite ambiental (VLA): Acetato de etilo, Acetato de n-butilo, Acetona, Ácido bórico, Ácido tioglicólico, Alcanfor sintético, Almidón, 2-Aminoetanol, Borato de sodio anhidro, n-Butanol, Cera de parafina, Citral, Cloruro de hidrógeno, 2,6-Diterc-butil-p-cresol, p-Fenilendiamina, Glicerina, Glutaraldehído, Hexilenglicol, Hidróxido de potasio, Hidróxido de sodio, Isopropanol, d-Limoneno, Metilal, Metiléter, n-Pentano, Peróxido de benzoilo, Peróxido de hidrógeno, Persulfato de amonio, Persulfato de potasio, Persulfato de potasio, Resorcinol, Tolueno.