#Nutrición Algas, verduras marinas
La cultura asiática ha conseguido colar las algas dentro de nuestra dieta, aún con reticencias entre la población, pero su crecimiento ha sido tan fuerte que actualmente España es el tercer país productor dentro de la Unión Europea. Las algas han sido consumidas desde tiempos remotos y poseen muchas propiedades nutricionales a tener en cuenta.
De hecho, son una buena fuente de proteínas sin azúcares y con pocas calorías; además son una buena fuente de fibra y poseen micronutrientes propios del mar como sodio, potasio, magnesio, fósforo o hierro. No en vano, más del 90% de la biomasa del alga es proteína y contienen muchas vitaminas (A, D, E, B1, B2, C) y minerales (calcio, fósforo, potasio, hierro, yodo, sodio).
Beneficios de las algas
Las algas poseen pocas grasas y las que incluye son saludables y no saturadas, por lo que se pueden utilizar en dietas para el control del sobrepeso gracias a su alto contenido en proteínas, frente a un bajo contenido de hidratos y nada de azúcares.
Además al poseer alginatos previene la absorción de las grasas consumidas en otros alimentos y reactiva el metabolismo, potenciando un efecto saciante muy necesario en momentos de dietas estrictas.
Gracias a la fibra saludable que contiene ayuda a depurar el organismo y a limpiarnos desde el interior, regulando también las funciones del intestino y evitando el estreñimiento. Todo sin aportar colesterol, por lo que es un alimento muy interesante para incluir en la dieta.
Por otro lado, su alto contenido en yodo hace que sean buenas aliadas contra el tiroides, al colaborar en la regulación de la glándula tiroides, ayudando a controlar el metabolismo y las hormonas. Además, al no poseer azúcar también es un alimento recomendable en caso de diabetes, colaborando en el equilibrio de azúcar e insulina.
Algunos valores nutricionales importantes
Las algas también son una fuente de vitaminas y minerales aunque depende del tipo de alga. Además de las propiedades que hemos visto, también poseen vitaminas B1, B2, C y A, por lo que ayuda a una mejor condición general. Esto les confiere una capacidad antioxidante muy útil para evitar el envejecimiento prematuro desde el interior.
Las algas también son alimentos ricos en hierro, por lo que son muy recomendables en casos de anemias o durante el periodo de la mujer donde puede haber una gran alteración de sus niveles en sangre. Hay que tener cuidado con la cantidad de algas que se ingieren para no sobrepasar los valores recomendados en algunos de sus nutrientes como el yodo que no se recomienda ingerir más de 150 mg diarios como normal general.
Precauciones en el consumo de algas
Habitualmente hablamos de los beneficios de las algas, pero también debemos tener precaución a la hora de consumirlas, especialmente en altas cantidades. Ten en cuenta que el estómago de los asiáticos está preparado para este alimento a base de consumirlo durante años, pero en nuestro caso debemos tener más cuidado a la hora de consumirlo en grandes cantidades.
Como hemos comentado, una ingesta demasiado alta puede provocar que superemos los valores de ciertos componentes como el yodo que en altas cantidades puede ser contraproducente para la salud. Por ejemplo, un exceso en el consumo de yodo se ha relacionado con problemas de tiroides en distintos estudios. Así, consumir demasiado de este mineral puede inhibir la síntesis de hormonas tiroideas y producir bocio.
Además, las algas tienen habitualmente cantidades de metales pesados como el peligroso cobre porque tienden a acumularlos e, incluso, pueden tener radioactividad por este motivo.