Clase Magistral sobre hiperpigmentación con Marina Landau
Escuchar hablar a Marina Landau siempre es un privilegio; cuando es sobre los últimos avances en investigación dermatológica el asunto se tiñe de pasional profesionalidad. Durante la Conferencia Internacional de Israel del pasado mes de Mayo de 2019, la Dra. Marina Landau nos ofreció una clase magistral por la cual pudimos conocer mucho más a fondo el proceso de pigmentación de la piel, hoy os resumo los puntos más interesantes de la ponencia.
Quién es Marina Landau
La Doctora Marina Landau es dermatóloga médica y especialista en cosmética en Israel. Se formó en Dermatología en Tel Aviv Sourasky Medical Center y participó en distintas becas en la Universidad de Nueva York, NY, EE. UU. Y en el hospital Sunnybrook, Toronto, Canadá.
Marina Landau es ex presidenta de la Sociedad Israelí de Cirugía Dermatológica y miembro de la junta directiva de la Sociedad Internacional de Cirugía Dermatológica. También es miembro del comité de Asuntos Internacionales de la Academia Americana de Dermatología, Subgrupo de Trabajo de la Membresía de la Academia Americana de Cirugía Dermatológica y del Comité de Recaudación de Fondos de la Sociedad Internacional de Dermatología.
La Dra. Landau ganó fama debido a su enfoque innovador en el rejuvenecimiento de la piel por lo que habitualmente participa como ponente en eventos nacionales e internacionales sobre dermatología, estética y procedimientos dermatológicos mínimamente invasivos. Es autora de numerosos capítulos de libros de texto de Dermatología y Cirugía Dermatológica con más de 60 artículos científicos publicados en las principales revistas de Dermatología.
La evolución del tono de la piel
Como todo elemento vivo, la piel ha evolucionado con el paso del tiempo según las condiciones de cada raza y de las agresiones externas al que se ve sometido como en el caso del clima o los hábitos de vida. Lógicamente, esto lleva intrínseca la supervivencia donde aquellos rasgos más óptimos para sobrevivir son los que acaban por extenederse con el paso del tiempo.
En palabras de la Dra. Landau: “La piel desnuda es una interfaz física entre el medio ambiente y el cuerpo humano […] incluso la coloración de la piel está bajo intensas fuerzas de selección natural”. No en vano, la piel sigue evolucionando para protegerse de agresiones como la radiación que trae problemas y afecciones que van más allá de las manchas como en el caso del cáncer de piel.
Decir que el sol afecta al estado de la piel parece obvio, pero no podemos olvidar que los rayos solares afectan de modo negativo al ácido fólico que es el que permite proteger la piel, provocando un tono más oscuro, por lo que las últimas investigaciones en torno a la hiperpigmentación reconocen la importancia de mantenerlo controlado.
Como explica Landau todo evoluciona, incluso los cánones de belleza respecto al tono de la piel han variado a lo largo del tiempo (por ejemplo, sabemos que en el pasado se apreciaba más un tono de piel blanco e, incluso, las mujeres llegaban a bañarse en leche para aclarar el tono general de su piel).
Sobre Hiperpigmentación: avances, formación y concepto
En la actualidad, la comunidad científica acepta que las desigualdades de tono están directamente relacionados con la formación de melanina, responsable del color que se produce en la piel mediante un proceso enzimático.
La melanina se transfiere de forma organizada en melanosomas y, a su vez, se transfiere a los queratinocitos. Se puede afirmar que se genera en la capa basal de la piel y va ascendiendo de capa a capa hasta llegar a la superficie, motivo por el que es tan complicado controlar las manchas, dado que cuando se hacen visibles en el exterior cuando la producción (o mejor dicho sobreproducción) descontrolada de pigmentación lleva, en realidad, tiempo produciéndose en el interior de la piel.
Degradación de la melanina
Normalmente la melanina se encuentra solo en la epidermis y es renovada mediante la eliminación periódica de queratinocitos que contienen melanina. Cuando esa descamación no se produce correctamente o se sobreproduce melanina en el cuerpo, esta llega a la dermis de forma descontrolada, dando lugar a la aparición de manchas e irregularidades en el tono.
Cuando la melanina se acumula en la dermis, lo cual se da en ciertas condiciones patológicas, encontramos que la melanina se queda atrapada en los melanófagos en lugar de en los queratinocitos, de modo que no se produce un mecanismo específico o eficaz para la degradación de la melanina.
Por otro lado, la mancha también puede producirse por una degradación oxidativa no específica, como ocurre cuando no retiramos el maquillaje o las cremas al saltarnos la rutina facial; en este sentido debemos recordar que cualquier producto (incluido el mejor del mundo que pueda imaginar) se oxida en la piel a las 24 horas de haberlo aplicado, por lo que si no se retira afecta al estado de la piel (es algo similar a lo que ocurre cuando los puntos blancos se oxidan convirtiéndose en puntos negros).
La hiperpigmentación tiene lugar principalmente cuando hay una producción anormal de melanina o cuando se concentra en ciertas zonas o puntos de la piel de forma anómala. Del mismo modo, podemos sufrir hiperpigmentación cuando se da una irregularidad entre la producción de la melanina y su renovación.
¿Cómo reducir la melanina?
Disminuir la producción de melanina y mantenerla bajo control es básico para mantener la hiperpigmentación a raya, lo cual se puede conseguir mediante la inhibición de enzimas específicas como, por ejemplo, la de la tirosinasa. También se puede inhibir la transferencia de melanina a los queratinocitos, así como aumentar la degradación de la melanina o aumentar la eliminación de células que contienen melanina para generar un tono más uniforme en la piel.
Las manchas en la piel pueden irse regulando con el tiempo o, incluso, llegar a desaparecer, pero no suele ser lo habitual. En general, a la hora de tratar la hiperpigmentación, en palabras de la Dra. Landau, “se debe destruir para crear de nuevo”, renovando la estructura de la piel en su interior y protegiendo en el exterior.
Para ello, es imprescindible conocer la piel a tratar, conociendo sus puntos fuertes y débiles, así como las causas de esa anomalía hiperpigmentada, ya que dependiendo de su origen debe ser abordada de un modo u otro (por ejemplo, podemos saber hasta qué punto nos afecta el sol a la melanina que produce a nuestro cuerpo viendo cómo el sol quema el cabello en épocas de gran exposición).
Por ejemplo, el melasma es la forma de hiperpigmentación más común por factores hormonales femeninas y la exposición a los UV. Se trata de un tipo de mancha persistente cuya regresión natural comienza en la menopausia.
Existen algunas anomalías que dan lugar a casos de hiperpigmentación, como cambios estructurales en la producción de melanina que, más allá de la predisposición genética, parten de la propia responsabilidad del usuario, ya que puede ser necesario proteger más o menos la piel de los agentes que dañan la piel, pero si surge la alteración de la melanina es porque no se ha llevado a cabo una correcta protección y prevención (por ejemplo, las pieles de tono oscuro tienen más predisposición a manchas causadas por inflamación por lo que se debe tener especial control en estos casos que otro tipo de piel).
Por tanto, ante la hiperpigmentación, considerada una cndición heterogénea, lo primero que debemos hacer es educarnos personalmente para tomar conciencia sobre su protección y prevención, ya que al comprender el motivo por el que aparece la mancha es mucho más sencillo tomar conciencia para poner solución.