La fragancia con la que más te identificas
A la hora de elegir una fragancia, nos dejamos llevar por el placer de sus notas olfativas. Elegir el perfume perfecto para cada persona es complicado y posiblemente variará con el paso del tiempo no solo porque nos cansemos de su aroma, sino por nuestros propios cambios en la piel a lo largo de la vida. En mi caso, he probado esta de CH y puedo decir que estoy totalmente enamorada, pero hace tiempo no podía vivir sin otra que de pronto un día me dejó de llenar tanto como hacía.
A la hora de encontrar la fragancia que más te identifica, es interesante distinguir las distintas notas olfativas con las que nos brinda cada perfume, aportando esa personalidad única que hoy tratamos. Así, se distinguen tres tipos de notas:
- Notas de salida: es la carta de presentación del aroma. Efímeras y ligeras desaparecen a los 15 o 30 minutos
- Notas de corazón o medias: se las considera más pesadas que las anteriores. Lógicamente, aparecen aproximadamente a la media hora, suelen durar hasta dos horas, según el perfume y el tipo de piel.
- Notas de base o fondo: es ese aroma que podemos percibir a largo plazo en un perfume y son notas de aromas que se funden con la piel por lo que su toque final dependerá de la persona y su propio olor. Según la calidad del perfume puede llegar a durar entre 8 horas y el día siguiente. Aquí solemos encontrar aromas como madera, cuero, tabaco o especias como la pimienta.
Entendiendo, por tanto, que la elección del aroma va más allá de la primera impresión y depende mucho de cómo sea nuestra propia piel, es más fácil comprender porqué si bien hay perfumes que le gustan a mucha gente, a la hora de elegir la fragancia ideal para cada persona encontramos mucha más variedad de elección.
No obstante, hay ciertas familias de aromas que permiten generar grupos fácilmente identificables para que cuando vayas a la tienda a escoger la fragancia perfecta puedas saber cómo identificar aquellos que pueden interesarte. Veamos algunos de ellos:
- Frescos: aquellos que evocan aromas cítricos, frutales o de agua marina, por ejemplo. Ofrecen un olor “limpio”, y agradable con un toque refrescante que llena de energía.
- Dulces: son perfumes más envolventes, dulces como el propio nombre indica, hipnóticos. Aquí encajan aquellos que recuerdan a las golosinas o a las nubes de azúcar.
- Secos: se trata de fragancias que huelen como a incienso, con ciertas notas amaderadas. Hay que tener en cuenta que muchas veces se unen los aroma y esta es una de las que mejor combina con el anterior.
- Florales: recuerdan a las flores, como el jazmín o las rosas. Son muy populares, ya que las flores admiten una amplia variedad de matices que suele dar mucho juego a la hora de crear perfumes suaves, pero intensos.
A la hora de elegir la fragancia que más te identifica debes tener en cuenta cuál de estos aromas te identifica más, así como cuál de estos aromas te resulta más agradable para que te acompañe durante todo el día, teniendo en cuenta que las notas de base se adaptarán a ti dando un toque característico único al perfume que habitualmente parece que nos cuesta tener en cuenta a la hora de comprar el perfume, cuando nos dejamos llevar por esa notas primarias de salida que a largo plazo pueden no convertirse en la mejor opción.
Si los perfumes vienen desde el antiguo Egipto, hemos de decir que los gustos respecto a ellos han variado mucho con el tiempo. El perfume tiene valores y actitudes muy interesantes que también han sabido reflejar las inquietudes y personalidades de cada época.
Incluso es posible que te guste tener distinto perfume en invierno y verano para tomar un carácter más fresco o intenso según la época del año, lo cual no es ninguna tontería, ya que también durante el año nuestro propio aroma corporal varía según la estación para adaptarse al clima.