Entrevista con la diseñadora Mar Balmón: «Para mí la moda es una forma de expresión, una manera de afrontar la vida»
Pregunta. Esta semana, hablamos con Mar Balmón, diseñadora de sombreros de alta costura que nos presenta a una mujer femenina con un estilo personal que hace de cada pieza un reto único. Cuenta con trabajos personalizados y con colecciones que explotan una mujer libre e independiente. ¿Cómo consigue una persona abrirse paso en un sector tan concreto con reconocimientos como el galardón del Concurso Internacional de Sombrerería de alta costura?
Respuesta. Pues abrirse camino es difícil en cualquier sector, los comienzos siempre son complicados, máxime cuando hablamos de un producto de lujo con el que no todo el mundo se siente demasiado cómodo, aún hay mucho prejuicio en el uso de este accesorio, así que al principio sólo cuentas con tu esfuerzo, tu trabajo, tu perseverancia y tu propia confianza y al final el esfuerzo siempre tiene su recompensa bien en forma de reconocimiento o de otro tipo.
Si hay algo de lo que estoy segura es de que el trabajo y esfuerzo realizados nunca son en vano y siempre hay algo esperándote al final del recorrido: un reconocimiento, un premio, un aprendizaje o una lección.
P. Hablando del Concurso, ¿qué te llevó hasta allí y cómo recuerdas toda la experiencia? ¿Supuso un punto clave para desarrollar tu carrera?
R. Pues este concurso supuso un punto de partida muy importante en mi carrera. Cuando estás empezando cualquier pequeño empujón que te ayude a subir es vital. En ese momento en que decido presentarme al concurso yo solo había hecho un curso básico de sombrerería y no tenía experiencia en el sector pero eso no me detuvo, al revés, decidí presentarme para ver qué nivel tenía la gente, ver diferentes perspectivas, conocer profesionales del sector y que ellos me conocieran a mí, en definitiva lo tomé como una forma de que se fuera oyendo mi nombre y sobre todo de aprender de los expertos para mejorar mi técnica y encontrar mi propio estilo.
La experiencia fue espectacular, imagínate, yo sin tener experiencia me presento a un concurso que en un principio era de andar por casa, algo entre un grupo de profesionales que aman lo que hacen y de repente esa perspectiva cambia cuando se anuncia que Anya Caliendo va a ser una las personas que preside el jurado, fue ahí cuando todos comenzamos a darnos cuenta de que ese concurso de amigos se había convertido en algo importante que iba a tener repercusiones para todos.
En ningún momento pensé que fuera a ganar, sobre todo porque había muchísimos profesionales con una trayectoria importante, pero a veces estas cosas ocurren.
Yo quería dedicarme a la sombrerería como fuera y ahora que miro hacia atrás con perspectiva, pienso que cada pieza del puzle se me iba dando en el momento adecuado. Esta afirmación puede parecer una tontería pero todo iba ocurriendo en el preciso momento en que debía ocurrir, aunque entonces tú realmente no te das cuenta.
P. Nos gustaría saber un poco más de la historia de Mar Balmón. ¿Cómo y cuándo decidiste que querías ser sombrerera de alta costura? ¿Qué tienen los sombreros para ti como para decidir dedicar tu vida a ellos?
R. En realidad no fue una decisión tan concreta: “voy a ser sombrerera”, lo cierto es que nunca se me había pasado por la cabeza. Sí es cierto que desde pequeña me encantaban todos los accesorios para la cabeza pero en realidad nunca fui consciente de que podría dedicarme a ello. Aunque sí recuerdo decir a mi abuela: “de mayor quiero ser diseñadora”, pero en aquellos momentos era un sueño infantil de esos que se olvidan.
Pero la vida da muchas vueltas y a veces cuando crees que ya está encarrilada y tiene una trayectoria a seguir ocurre algo inesperado que lo cambia todo. Y eso fue lo que me ocurrió. En ese preciso momento de mi vida decidí que no podía seguir así y para eso tenía que cambiar algunas cosas.
Mi carrera frustrada siempre ha sido Bellas Artes, así que te harás a la idea de que todo lo que se realice con las manos me vuelve loca, lo que sea. Pero en su lugar hice filología inglesa y acabé trabajando en una oficina, sin dejar nunca de formarme en todas las técnicas que me gustaban: cerámica, cristal, pintura, falsos acabados, costura… De hecho, yo me hice mi propia ropa durante muchísimos años, sin embargo nunca había entrado en el mundo de la sombrerería hasta entonces.
En ese momento en que decidí cambiar mi vida comencé a buscar cosas que me mantuvieran lo suficientemente ocupada como para evadirme del mundo exterior. Y fue entonces cuando encontré un curso de sombrerería al que decidí apuntarme por que me parecía algo extremadamente creativo, y entonces recordé mi imagen de pequeña dibujando diseños.
Después vino el concurso y ahí empezó todo.
P. Actualmente cuentas con tres colecciones a cada cuál más interesante. Tenemos Mata Hari, basada en todo un icono de la historia, la famosa bailarina y espía de la I Guerra Mundial, Margaretha Geertruida Zelle, conocida por todos como Mata Hari que nos muestra diseños provocativos y de personalidad potente; también tienes Tea Party que es una colección muy original para compartir con la familia y evadirse en el mundo de las maravillas; y Orient Express con un romanticismo que baila entre piezas más descaradas y otras más sutiles. ¿Podrías contarnos, de cada una de ellas, cuál fue ese momento que encendió la chispa creativa y acabó dándoles vida?
R. Nunca sabes cuando una buena idea va a llegar a tu cabeza, tienes muchas ideas que quieres llevar a cabo pero no todas ellas son buenas. En algunas ocasiones esa chispa salta con una imagen, un recuerdo, una canción o simplemente cuando ves algo que los demás no ven. Seguro que a ti también te ha pasado en más de una ocasión que has tenido que mirar algo dos veces porque en un principio te había parecido ver algo que no cuadraba mucho con la realidad y te has vuelto para ver si estás en lo cierto o no.
Muchas de mis ideas surgen así, primero elijo un tema que para mí tenga un significado o algo que quiera transmitir y a partir de ahí empiezo a pensar en formas, colores, y de repente miras a tu hija que está jugando con cualquier cosa y tienes la imagen delante de ti esperando a que tú la desarrolles.
Por ejemplo en la colección Mata Hari tenía claro que quería crear piezas que de alguna forma empoderasen a la mujer, por eso elegí precisamente a una mujer con tanto carácter y personalidad como Mata Hari, independientemente del tipo de vida que pudiera llevar ella representaba lo que yo quería transmitir con mi colección.
En cuanto a la colección Tea Party la idea surgió un día que fui a merendar a una pastelería muy bonita de estilo francés, tenía unos dulces tan bonitos que daba pena comérselos y entonces lo ví claro. Igual era una colección un tanto arriesgada y por eso decidí darle ese aire infantil.
Y en cuanto a la colección Orient Express la verdad es que los diseños fueron un trabajo consensuado con el diseñador Emilio Salinas ya que todos los tocados se hicieron a juego con los vestidos, usando los mismos tejidos de los vestidos para crear una colección que siguiera una línea muy trabajada y que no diera la sensación de que los tocados no tenían nada que ver con todo lo demás.
P. Mar Balmón, como firma y en su concepto más general, se define como una marca sin tendencia, ya que se guía por los gustos y la propia fisonomía de cada persona. ¿Cuáles son los principales rasgos a la hora de crear un diseño personalizado y cómo condicionan el diseño final?
R. Bueno el diseño final va a depender de varios factores, que no siempre tienen que ir en este orden:
– La más importante para mí es la fisionomía de la persona porque según la forma del rostro y del cuerpo nos va a sentar mejor un modelo u otro: copa más alta, ala más estrecha, dependiendo de si queremos engordar la cara, adelgazarla, parecer más altos, etc.
– Color de pelo y piel. Dependiendo del resultado que queramos obtener, la forma y colores a utilizar van a venir determinados en cierto modo por el color del pelo y de la piel. Si queremos conseguir un efecto discreto deberemos utilizar colores que se mimeticen con nuestro tono natural pero será justo lo contrario si queremos que el sombrero tenga el mayor protagonismo.
– El vestido y los complementos. Generalmente los diseños personalizados se realizan para vestidos que vamos a llevar en eventos especiales por lo que el tipo de tejido nos va a condicionar en cierto modo y luego está todo el tema del protocolo: algo discreto por la tarde noche pero muy exagerado durante el día.
– Por supuesto, el gusto personal. Cada persona, independientemente de su color natural, se siente más cómoda con determinadas formas o colores. Hay a quien le gusta arriesgar y a quien no.
P. Imagino que aunque se siga la personalidad del cliente, una diseñadora siempre tiene sus favoritos. ¿Cuáles son tus tejidos y materiales preferidos a la hora de trabajar y qué tienen para conquistarte?
R. A mí me fascina la diferencia. Todo lo que sea único, inimitable y que destaque del resto me apasiona, en general todo aquello que me proporcione resultados nada convencionales. Por eso trato de huir de los materiales típicos de sombrerería, los que se ven por todas partes y son muy fáciles de trabajar.
Yo persigo la perfección, aunque eso me suponga hacer muchos intentos. La seda natural, el terciopelo o las gasas son tejidos muy difíciles de trabajar y conseguir acabados muy limpios es algo que requiere técnica, maestría y no darse nunca por vencido.
Como anécdota te puedo contar que cuando trabajo en algún diseño más complicado puedo llegar a hacer entre tres y cinco piezas hasta que consigo el resultado que busco y si no lo consigo, esa pieza no sale a la luz.
Y luego están los materiales novedosos como los plásticos o el metacrilato, que son materiales cotidianos en nuestras vidas pero no habituales en sombrerería. Esos materiales combinados con sedas, piel o encajes de guipur sacan todo lo mejor de mi lado creativo.
P. A pesar de que cada diseño esconde un mundo creativo complejo que sería imposible explicar, sí es cierto que a lo largo de la historia se ha visto una evolución en el tipo de sombreros y tocados de alta costura. ¿Podrías resumir, muy a grandes rasgos, los principales cambios de los últimos años y en qué punto nos encontramos ahora mismo?
R. Creo que por fin el tocado está volviendo a tener un lugar importante en el mundo de los accesorios, a la gente le da cada vez menos miedo ponerse algo en la cabeza. Es cierto que la mayoría demanda algo discreto pero el sombrero también está resurgiendo y está encontrando su hueco.
A lo largo de la historia se ha pasado de piezas hiper barrocas y recargadas a un estilo minimalista hasta la casi desaparición de este accesorio y ahora que está volviendo a estar de moda creo que vamos poquito a poquito en cuanto a tamaño y discreción.
P. En este sentido… ¿Alguna tendencia que vaya a llamar a nuestros armarios próximamente que puedas adelantarnos?
R. Creo que los materiales metálicos van a seguir estando de moda para los tocados. De hecho, hace poquito que hemos visto los desfiles de Dolce & Gabbana o Dior donde predominan las joyas barrocas con elementos metálicos que combinan al mismo tiempo con delicadas flores de seda y plumas.
Materiales fuertes, toscos, macizos frente a otros suaves y etéreos que combinados nos presentan la armonía entre la fuerza y la fragilidad.
Es la reinvención de elementos cotidianos cuya combinación, a priori, puede parecer algo imposible pero que da resultados espectaculares.
P. Hemos podido leer que tuviste la oportunidad de ir a Nueva York para formarte con Anya Caliendo. Sé que es complicado pero… ¿Podrías sacar las dos o tres grandes lecciones que aprendiste con ella?
R. Recuerdo perfectamente tres frases que no paraba de repetirme jamás:
– Nunca te quedes con el primer intento. Busca todas las opciones posibles hasta que encuentres la que es diferente.
– No dejes que nadie cuestione tus diseños. Son tuyos y representan lo que tú quieres, no lo que los demás buscan.
– Piensa cómo lo harían los demás y haz lo contrario.
Siempre que comienzo una colección tengo todo esto muy presente pero lo que siempre me repito es: “si todos los demás lo hacen, no es para mí”
P. Nos gustaría saber cuáles son tus planes sobre el futuro de Mar Balmón como diseñadora. Sabemos que además de diseñar también das clases para que otros aprendan un oficio artesanal como el tuyo, ¿en qué más estás trabajando ahora o qué ideas tienes para el futuro que se puedan desvelar?
R. Ideas tengo tantas que a veces pienso que no me da la vida, pero te puedo adelantar que ahora mismo estoy trabajando en mi próxima colección que se llamará “La Vida es Sueño”. Aunque seguiré fiel a mi estilo en cuanto a materiales, voy a introducir una pequeña línea de piezas “listas para llevar” que serán más asequibles aunque mantendremos la exclusividad del producto ya que confeccionaremos de una a tres piezas de cada modelo.
Por otro lado estoy preparando una masterclass muy especial en Donosti en el taller de Davidi Dú que fue una de mis alumnas y actualmente ha conseguido cumplir su sueño de dedicarse profesionalmente a la sombrerería.
Y también estamos trabajando en la próxima apertura de nuestra boutique online para que todo el mundo pueda acceder a nuestras piezas de forma fácil.
Creo que con esto tenemos unos cuanto meses de trabajo por delante.
P. Por último, desde que arrancamos con las entrevistas de la web, siempre nos gusta que nuestros entrevistados dejen su propia cita sobre el mundo de la moda. ¿Cuál es tu frase? ¿Qué es para ti la moda?
R. Para mí la moda es una forma de expresión, una manera de afrontar la vida. No podemos elegir las cosas que nos pasan pero sí como enfrentarnos a ellas, y yo creo firmemente que con una sonrisa y actitud positiva todo es mucho más fácil.
La moda y los complementos no hacen que nuestros problemas sean menores pero sí consiguen que nos sintamos mejor con nosotros mismos y eso al final te lleva a tener una actitud positiva y a una sensación de querer comernos el mundo.
Si nos vemos y nos sentimos bien con nosotros mismos, todo lo demás tiene solución.